No podemos infantilizar a la sociedad

Podemos y debemos hablar a la ciudadanía con claridad, desde los atriles durante la campaña y desde los medios cada día: si queremos la mejor sanidad y la mejor educación públicas, la Ertzaintza y las y los conductores de autobús mejor pagados, y viviendas de alquiler social como si no costaran, de algún sitio tendremos que sacar el dinero. Y no, la cotización del funcionariado y la espalda de las y los autónomos, no es la respuesta. Tampoco la deuda pública, que “supera por primera vez en la historia los 1,6 billones de euros” en España, según Vozpópuli. Necesitamos generar riqueza y mantener a las grandes empresas vascas.

No todo el mundo votó “cambio”

Me he quedado pasmado ante algunos análisis en Euskadi de los resultados electorales del domingo pasado: según interlocutores validados por los medios, hasta quienes votaron al PNV votaron por un cambio. ¿Seguro? Hay gente que sí sabe lo que cuestan las cosas, que las promesas al aire se las lleva el viento, y que tiene memoria y conciencia. Y son la mayoría: “El resultado en el País Vasco consolida la alianza entre el PSOE y el PNV”, escribía Mikel Segovia en El Independiente, destacando la perogrullada porque era necesario hacerlo en medio de un runrún que, incluso después del resultado electoral, sigue sonando.

La prepotencia

Después de conocer los resultados del 21-A, Aitor Esteban no pudo reprimirse en X… E hizo bien: “Podemos se pasó la campaña diciéndole a la ciudadanía vasca que ‘había que echar al PNV’.  Parece que al pueblo vasco le ha parecido mejor echar a Podemos de su parlamento: cero escaños”. La prepotencia de Pablo Iglesias y Pilar Garrido (Miren Gorrotxategi bastante ha tenido con defenderse) ha sido castigada por la sociedad vasca. Su ínfimo nivel político que les ha llevado de ganar las elecciones generales en 2016 a desaparecer del Parlamento en 2024, no es ya una opinión: es un hecho probado. Las lecciones se han acabado.

Cuatro años dan para mucho

Si Imanol Pradales consigue la lehendakaritza finalmente tendrá cuatro años por delante para consolidarse como lehendakari. Cuatro años en los que pueden pasar muchas cosas en política. Según el ritmo actual, podremos vivir dos o tres elecciones generales, además de unas municipales y forales, y las europeas de junio, por supuesto. Cristina Hernández recordaba el lunes que ese día se cumplían cinco años del debate electoral con Pablo Casado, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias. Solo han pasado cinco años y únicamente Sánchez sigue en política. Así es la democracia hoy: ritmo alto y ninguna certeza… Salvo que el PNV estará ahí.

El día de las librerías

Suelo coincidir con las opiniones de Juan Ignacio Pérez Iglesias (¿y quién no?), pero lo que tuiteó ayer me pareció especialmente acertado: “En el Día del Libro, salvo que no te quede más remedio, no compres en línea y, menos aún, en Amazon y similares. Que el Día del Libro sea también día de las librerías. Las librerías son focos de cultura, lugares de encuentro, espacios para la vida. Mantén vivas las librerías”. Desde que en casa leemos tres en vez de dos (y espero que dentro de poco lo hagamos cuatro), visitamos más librerías de segunda y primera mano. Un pequeño lujo (porque lo es) que no renunciamos a seguir dándonos.

La presión es para Otxandiano

Cuando llega la noche electoral son varios los partidos que quieren lanzar un mensaje triunfalista, pero solo uno ha ganado realmente las elecciones: aquel por el que todos se cambiarían. Y en las encuestas pasa lo mismo: todos los partidos se cambiarían estos días por Bildu, que encabeza todos los sondeos con más o menos margen sobre el PNV. Así que, esta noche, en el debate electoral de ETB2, y a partir de este momento hasta el domingo, la presión es para Otxandiano, que si confirma el 21 las previsiones actuales, daría a Pedro Sánchez el argumento que necesita para entregar Ajuria Enea.

En el PSE saben lo que les toca

El PSE está ejecutando perfectamente su plan: debilitar al PNV para que Pedro Sánchez decida libremente cómo quiere ir a las elecciones generales: “Si toca PNV, hablarán de estabilidad y de principios éticos irrenunciables. Si toca Bildu, de cambio y de pasar página. Y hasta que no se sepa qué es lo que toca hablarán con naturalidad y convicción del triunfo de la democracia y de la ejemplaridad de la política vasca”. Escribe esto Óscar Monsalvo en Vozpópuli, donde deja también una sentencia que golpea a quien la lee: “La convivencia es lo primero y la verdad es una provocación”.

Todo depende de Catalunya

Al lehendakari no lo elegirán los vascos: lo elegirá Pedro Sánchez en función de sus necesidades. Y las necesidades de Pedro Sánchez no las va dictar la política española, sino la catalana: “Si Illa hace un Collboni ya sabe cuáles son las consecuencias para Pedro Sánchez”, es el titular que han elegido en El Nacional de su entrevista a Carles Puigdemont. El adelanto electoral de Pere Aragonès hará que algún partido catalán no apoye en septiembre los presupuestos en España. Y pensando en cómo querrá ir a las elecciones en octubre decidirá Sánchez el lehendakari. Es así de sencillo.

Parar la guerra con un tuit

Si algo nos está enseñando la izquierda a la izquierda del PSOE en la campaña vasca es que es tan perversa como ha sido siempre: fuerte con el débil, en este caso, el PNV, y débil con el fuerte, en este caso Rusia o Israel. Ninguno de los mensajes sobre la invasión o la masacre sobre Palestina tiene tanta bilis como los que lanzan contra el partido de Pradales: “Hablar de la paz y de la guerra en vano es algo que sólo pueden hacer los ilusos, los cobardes o los interesados, y es ahí por donde se moverían Yolanda y Sánchez”, escribe con firmeza Luis Miguel Fuentes en El Independiente.

Hasta el rebozado todo es cachopo

Llevo días con este tuit de Esteban Mucientes en mi lista de candidatos a salir en la columna. Y si lo he guardado durante tanto tiempo es porque su queja es mi queja: “Lo de la mierda ésa de pasar cuchillos por los rebozados crujientes, ¿cuándo se va a acabar?”. No solo es esa manía de demostrar lo crunchy que les queda la mierda de turno, es la mierda en sí: ¿cuántas recetas de porquerías se suben y se consumen en Internet? Y en el lado contrario me surge otra pregunta: ¿cuánta gente descubre cada semana las lentejas y las patatas a la riojana, que ahora se llaman “comfort food”?

La pinza sin fin del PSOE

Me sorprende que hasta periodistas con cierta reputación confundan a Pedro Sánchez con un buen político. Sánchez es un superviviente sin miedo. Pero un buen político hace buena política y llega a acuerdos con diferentes para mejorar una sociedad. Y que nadie intente hacer pasar las urgencias parlamentarias por una buena política, por favor. No nos perdamos el respeto. Pero entre las habilidades declaradas de Sánchez tenemos que poner esta: “El fichaje de Iglesias por TVE desata el miedo en Sumar a una ‘pinza’ del PSOE contra Díaz” (The Objective). La jugada es redonda porque con Sumar ya hizo una pinza para contra Iglesias.

La degradación sin fin del fútbol español

Luis Rubiales sigue en la República Dominicana con una prohibición de la FIFA de que pueda dedicarse a nada relacionado con el fútbol y la certeza de que cuando pise España será detenido. Mientras tanto, la constructora con la que le relacionan por cobrar comisiones sigue trabajando para la RFEF. No solo eso: Rubiales estaría haciendo negocios como representante de la empresa a la que Gruconsa desviaba esas supuestas mordidas. Y hay más: “El CSD propone al TAD que abra expediente a Rocha por infracción muy grave” (Iusport), en esta caso, su sucesor no convoca elecciones y sí toma decisiones ejecutivas que no puede.

¡Claro!

Cuando estaban en la cresta de la ola Luis Rubiales era “Rubi” y Gerard Piqué, “Geri”. Un dúo muy bien avenido que se repartía los millones de Arabia Saudí con generosidad y que pasaba de las críticas porque el catalán fuese aún futbolista en activo del Barça mientras colaboraba en un acuerdo que ponía condiciones ventajosas al club para el que trabajaba. Ahora todos esos cobros, todas esas influencias, se han venido abajo, y me temo que de Rubi a Geri hemos pasado a Rubiales y Piqué, los investigados: “Hacienda investiga a la empresa de Piqué por la intermediación en los acuerdos de la Supercopa en Arabia” (El Independiente).

¿Qué IA necesitas?

Sabemos que la inteligencia artificial está ahí, a golpe de clic. Pero la mayoría desconocemos cómo acceder, cómo funciona y cuánto podemos fiarnos de ella. Por suerte, alguien sigue pensando como en la época en la que florecieron los blogs, que fue en la que yo me incorporé a esto de Internet, y sigue compartiendo conocimiento: Miguel Jorge ha escrito un interesantísimos post en Ludd, “dime qué IA necesitas que esta web te la encuentra”, en el que explica cómo funciona el directorio, el Ares Almanac, que el MIT ha creado con páginas web que ofrecen servicios de inteligencia artificial. Simplemente, brillante.

Un cambio a mejor

Con ejercicios como el del MIT y divulgadores como Miguel Jorge recupero mi fe en el ser humano y en su acción en Internet. Y si además encuentro noticias como esta, mi reconciliación con nuestra especie es mayor: “Instagram cambia el ocio juvenil: ahora buscan experiencias y sólo el 13% quiere emborracharse”. Vale, en Vozpópuli han preguntado a personas relacionadas con esa industria de ocio alternativo al de bar y alcohol, pero no es menos cierto que esas empresas existen porque hay un mercado, y que el medio ha buscado respuestas porque hay una percepción de que la chavalada bebe menos y es más disfrutona.

La gran recogida de cable

El cierre de Telegram me hacía una faena, pero no me ha preocupado mucho el anuncio: sabía que era imposible. Lo sabíamos todas y todos los que hemos convertido Internet en nuestro lugar de trabajo. No lo sabía, está claro, Santiago Pedraz. Para que nos hagamos una idea, es como si un juez cierra todos los comercios de Bizkaia porque la o el dueño de uno ha cometido un delito fiscal. El error de Pedraz, no obstante, creo que pone otra vez sobre la mesa dos viejas cuestiones sin resolver: por un lado, las decisiones judiciales sobre un medio que no conoce quien debe tomarlas, por otro, la necesaria regulación de Internet.

Cuando el terror cambia de bando

Cuando el terror cambia de bando de manera inesperada las sociedades se estremecen. Acaba de pasar en Rusia, donde Putin sostenía su careta con las gomas de la seguridad interna, que se resquebraja después del terrible asalto a una sala de conciertos y a posteriores desalojos por avisos de bomba, como muestra Ricardo Marquina en X. Reconozco que en algunas ocasiones he tenido la tentación de desear que quienes han ejercido o tolerado el terror contra otras personas lo sufran en sus carnes. Empezando por nuestro entorno. Pero si algo nos puede diferenciar de las malas personas debemos aprovecharlo.

¿Por qué?

Como empresa privada que es, Aek puede atribuirse los valores que le dé la gana. Lo saben de maravilla, por eso organizan la Korrika y por eso buscan, con acierto, la colaboración institucional plena, empezando por los partidos políticos y terminando por EITB. Lo que no entiendo es que después de demostrar que lo saben, no tengan problema en exponerse a una denuncia pública de Covite por la exhibición de imágenes de miembros de ETA durante la carrera. Y a estas alturas a mí por lo menos no me vale eso de recurrir a las expresiones populares espontáneas cuando han demostrado control pleno de la situación.

Sumar ya es un partido

Al final, sí, Sumar se ha convertido en un partido político. Lo hizo el sábado pasado con baja participación de las bases, según Público, y menos ruido, según cualquiera que siga la actualidad política. Yolanda Díaz, por lo tanto, se desdice y convierte su marca en una organización tradicional aunque aseguraba que ese era un modelo obsoleto. Y dan el paso en el peor momento para Sumar, esto, también, es innegable: peores resultados de los esperados en España, muy malos en Galiza, y expectativas muy frías para Euskadi y Catalunya. Parece que, definitivamente, el viaje de ese espacio político llega a su fin, que era el punto de partida.

Bielsa tenía razón

Pase lo que pase, es fácil que acabe dándole la razón a Bielsa, aunque creo que se equivocó sin duda cuando no salió a hacer declaraciones después del Euskadi-Uruguay. Con todo, insisto, creo que nuestro loco más cuerdo acierta al enfadarse ante el carrusel de cambios de Jagoba Arrasate, y que las y los aficionados de la selección de Euskadi deberíamos de hacer lo mismo: si jugamos en fecha FIFA deberíamos de hacerlo con las normas estándar de la FIFA. Sé que en este tipo de reclamaciones me quedo solo, como cuando digo que me gustaría ver al equipo femenino del Athletic en mi localidad y usando mi carné de socio con normalidad.

¿Le hacemos un Bizum?

Estoy preocupado porque Juan Carlos I, el campechano, se ve “obligado de nuevo a interceder por Froilán tras quedarse sin trabajo en Abu Dabi” (Vozpópuli). Una pena lo de ese chaval al que la vida le sigue negando oportunidades mientras le regala fiestas. ¿Qué va a hacer ahora en Emiratos Árabes? ¿Se puede cobrar el paro en aquel país? ¿Cotizó en España o sigue la tradición familiar? Demasiada presión. Tal vez por eso, cuando vuelve a Madrid, “se desata”. Pobre hombre. Y pobre abuelo que, a su edad, tenga que hacer “uso de sus contactos para ver dónde puede encajar a su nieto”.

Incomprensible

“Se venden más Leicas que nunca”, leo con asombro en Photolari. Lo hago porque sé lo que cuesta una de sus cámaras: la M11 y la Q3, que son sus modelos más vendidos, tienen precios cercanos a los 9.000 y a los 6.000 eurazos, respectivamente. ¿Quién puede permitirse un capricho de este tipo? Por lo visto, más gente que nunca. Por lo tanto, hay más gente que nunca con demasiado dinero. El sector del lujo no deja de crecer y, con él, debe hacerlo nuestra capacidad para sorprendernos e indignarnos mientras pagamos el litro de aceite de marca blanca a casi 10 eurazos. Yo no lo entiendo.

Exprópiese

Pero si el precio de una Leica me parece loco y que más gente que nunca pueda acceder a la marca me parece aún más loco, con esto que leo en The Objective me entran ganas de expropiarlo todo: “El último gran negocio de las marcas de coches caros es venderlos mucho más caros aún”. ¿Cómo? Personalizándolos como si no costase: “Tonos de pintura únicos, profusión de detalles en fibra de carbono procedente de la alta competición, placas en metal precioso con el nombre del propietario grabado, cromatismos interiores fuera de catálogo, accesorios hechos a mano con materiales aeroespaciales”.

Tenemos que acabar con esto

Con lo que tenemos que terminar, en términos generales, es con este sistema capitalista irracional: resulta que si una empresa gana dinero, para seguir obteniendo beneficios tendrá que acometer despidos (aunque pueda mantener sin problemas los puestos de trabajo). “Los inversores de Wall Street los adoran”, llevan a portada en Business Insider. Pero el texto es aún más perverso: “Las empresas los anuncian como estrategia para demostrar al inversor su compromiso con el recorte de gastos y la mejora de la eficiencia, buscando así revalorizar sus cotizaciones”.

Hay demasiados

Hay demasiados tontos y demasiadas tontas con demasiado dinero. Cómo lo consiguen es evidente: con pocos escrúpulos o con una fortuna familiar previa. Y tenemos pruebas de sobra como para pararlo: no consigo explicarme que personajes como David Cánovas, más conocido como The Grefg, haya ganado suficiente dinero como para comprarse un edificio y tener un problema con una inquilina. Yo no sé si esta mujer tiene dinero de sobra, como asegura el youtuber, o es una desahuciada sin recursos, pero sí sé que el relato en El Plural dibuja a un tipo sin sensibilidad ni idea de la vida.