«Con Trump, Putin logra lo que quería»

Lo suyo es sexo con amor: “Con Trump, Putin logra lo que quería: negociar sobre Ucrania directamente con EE.UU.”. Me vale con la primera parte del titular en la web de la BBC, la que he llevado al titular de la columna: Putin tiene por fin lo que lleva años buscando. Y no me refiero solo a Ucrania. Después de desestabilizar por la derecha y por la izquierda, de encontrar aliados pagados y otros por motivos ideológicos absolutamente equivocados, Putin por fin va recogiendo los frutos. El puto amo aquí no es Trump, que solo es otra alfil, es Putin. Él es el gran agitador, manipulador e interesado en un nuevo orden mundial.

Ambición y falta de empatía

Putin elige con tino a quién tocar, a quién hacer ofertas: necesitaba en el bloque del Oeste a ambiciosos sin escrúpulos y sabía que iba a ser fácil encontrarlos. Eso es Trump, en esencia, un tipo que no duda en coger lo que quiere porque está acostumbrado a hacerlo: “Las tierras raras de Ucrania, uno de los motivos de Trump para que se acabe la guerra con Rusia” (El Economista). Nuestra tragedia como civilización es haber creado un sistema capitalista en el que para enriquecerse algunos han aupado a personajes como Putin, Trump, Musk y les han regalado esa sensación de impunidad.

Sin sorpresas

Insisto: hemos aceptado vivir en un sistema perverso porque tenemos sensación de prosperidad, pero lo han generado quienes lo han usado para enriquecerse (mucho), y para lograrlo han tenido que convertir en insultantemente ricos y poderosos a otros que, ahora, simplemente, han llevado a otro nivel eso de hacer lo que les da la gana. “Los discursos de odio han aumentado en X un 50% desde que pertenece a Elon Musk”, leemos en El Nacional y no nos sorprende. Ahí está el síntoma, en que damos por normal algo que no puede serlo, en que no nos revolvemos, ni combatimos, ni abandonamos X, en que no hacemos nada.

Una buena noticia

Atribuyen a Benjamin Franklin eso de que “nunca hubo guerra buena ni paz mala”. No sé si lo dijo, lo escribió o todo es un error, pero la frase es indiscutible. Así que esta es sin duda una buena noticia: “Hamás e Israel alcanzan un acuerdo para mantener el alto el fuego” (Vozpópuli). Luego, iremos al detalle, a lo estable que puede ser ese alto el fuego, a la ambición de Netanyahu y de Trump, al papel de Hamás (desaparecido mientras el ejército israelí arrasaba en Gaza) y de cómo y quién va a ayudar en la reconstrucción de una Gaza para las y los gazatíes, y no para ricos que buscan un nuevo resort.

Sigue siendo el Golfo de México

Gracias a una de las últimas ocurrencias de Trump, la de cambiar de nombre el Golfo de México (a lo que ha accedido Google de manera acrítica), he descubierto la actividad en redes y la página web (muy interesante porque elige temas de actualidad para exponer sus contenidos) de la Enciclopedia Británica. En Bluesky avisan de que su institución no va a modificar el nombre de la masa de agua: lo rechazan porque “Golfo de América” es ambiguo, porque lleva llamándose “Golfo de México” más de 425 años y porque más allá de EE.UU. carece de sentido la modificación, según los ingleses.

Primera noticia

Ya lo he escrito en otras ocasiones: la barra libre de la deuda es como la barra libre de las bodas y la estás pagando tú, que vas de invitado o de invitada. Así que ante noticias como esta en Vozpópuli no podemos encogernos de hombros o pensar que alguien lo arreglará: “La deuda de la Seguridad Social alcanza el récord de 126.000 millones tras el último préstamo para las pensiones. El Estado aprobó un nuevo préstamo por 10.004 millones a la Seguridad Social para pagar la ‘extra’ de las pensiones en noviembre”. La realidad es que lo vamos a pagar, antes o después, y que gobernar con barra libre es fácil, pero no es gratis.

Segunda noticia

La noticia de arriba hace que leamos de otra manera esta en El Blog Salmón: “Era de esperar que el estado te cobre el IRPF aunque ganes el salario mínimo. Los que ganan mucho más están ya ordeñados al máximo”. En concreto, “los asalariados que ganan más de 60.000 euros anuales, representando únicamente al 2,5% de la población (alrededor de 1,2 millones de personas), son responsables de aportar el 41,5% de toda la recaudación de este impuesto”. Soy un firme defensor de los impuestos y la progresividad, pero también sé que la subida del SMI con interés recaudatorio también la paga alguien, y no es el estado, precisamente.

Ya vendrán las empresas chinas

El populismo para los impuestos y para el gasto público puede ser igual de dañino desde la derecha que desde la izquierda. Lo que necesitamos es realismo, y eso pasa por decir a la ciudadanía de dónde estamos quitando los millones que estamos poniendo en otra reclamación. Y eso pasa, también, por mirar de frente la realidad, ya sea la generación de energía, ya sea el cambio global de modelo en una industria tan importante para Euskadi y para Europa como la del automóvil: “La marca china Leapmotor estudia fabricar coches eléctricos en Zaragoza”, anuncian en FCE (Foro Coches Eléctricos). ¿Lo rechazamos?

Detenciones masivas

Veamos, si “Cuba anuncia excarcelaciones masivas tras salir de lista de patrocinadores del terrorismo de EE. UU.”, según France 24 (otros medios han hablado también de la mediación de la iglesia católica), es porque antes la dictadura había encarcelado masivamente a las y los cubanos, ¿o no? Serán 553 presas y presos los que abandonarán las celdas, pero el régimen avisa: “No han sido ni indultadas ni amnistiadas” y “por tanto, ‘pueden regresar a la prisión’ si no cumplen una serie de ‘requisitos’, como una ‘buena conducta’”. Y lo que es “una buena conducta” lo decidirán las autoridades represoras, por supuesto. Vaya con la Cuba libre.

¡Qué sorpresa!

Leo esto en Xataka y no puedo reprimir una sonrisa: “Italia ha dado con la llave contra las reseñas falsas online que lastran la hostelería: prohibir opinar desde el anonimato”. Qué sorpresa, ¿verdad? ¿Cómo no le había ocurrido antes a nadie? ¿Qué va a ser lo siguiente, que en las redes sociales tengamos que poner nuestro nombre y nuestra cara también para insultar? Yo no tengo duda: así debería de ser. Y por supuesto, sé distinguir entre tener un nick y ser un cobarde que usa el anonimato para intentar acallar a quien piensa diferente. Lo que me sorprende de verdad es el retraso que llevamos para perogrulladas evidentes.

Los cipayos

Los cipayos son los locales (en este caso, de San Mamés) que se ponían a disposición de la fuerza ocupante (en este caso, una opción política bien organizada) para reprimir a sus semejantes (en este caso, quienes se sienten observadas y observados en la tribuna norte baja por los hombres de negro que, desde sus localidades bonificadas, vigilan a quien anima cuando ellos no lo hacen). Estos cipayos ayer, que nadie lo dude, fueron los athleticzales menos tristes tras la eliminación del Athletic de Bilbao en la Copa porque se creen imprescindibles. Este es el momento idóneo para que la Junta Directiva y los jugadores dejen claro que no lo son.

¿Liberarnos? Sí, de ellos.

Que un grupo de presos de ETA se haya organizado para enviar una carta a la revista Kalaputxi de Murtiku, en la que se ofrecen “a sí mismos como la ‘conexión entre el ciclo de lucha anterior y el actual’” (Vozpópuli, citando una noticia en Diario Vasco) porque reivindican “la continuidad de la lucha” y pretenden “un nuevo movimiento de liberación” no me preocupa nada, la verdad. Pero sí creo que pone sobre la mesa el problema interno de la izquierda abertzale, que sigue contando entre los suyos con personas que empatizan con esos presos y que consideran que la lucha armada tuvo y tiene un sentido. ¿Liberarnos? Sí, de ellos.

Ahora, justicia

Israel ha anunciado un alto el fuego pero no ha dejado de matar. Cuando lo haga definitivamente tocará dar tres pasos: confirmar el estado de destrucción de Gaza (“quince meses de conflicto han dañado casi el 60% de los edificios en toda la Franja de Gaza”, “la ONU estima que los edificios dañados incluyen más del 90% de las unidades residenciales en Gaza, con 160.000 destruidas y otras 276.000 parcialmente o muy dañadas”, según la BBC), organizar su reconstrucción y hacer justicia. Y eso pasa por procesar sin dilación ni excusas a quienes han dado las órdenes de destrucción y genocidio, que es como lo define Amnistía Internacional.

En el fondo, es como Laporta

Esta misma semana he escrito en la columna, una vez más, que no me gusta nada Joan Laporta, pero que le reconocía el mérito: ojalá si el club del que soy socio está en una situación similar a la del FC Barcelona emerja alguien capaz de fichar como si tuviera dinero, activar palancas y conseguir favores políticos para volver a ganar títulos. Cuando leí las crónicas de la comparecencia de Puigdemont ayer me acordé de Laporta: no quiero un lehendakari o un responsable político que lance órdagos continuamente, pero él hace sus jugadas y asume el desgaste. ¿Hasta dónde aguantará Puigdemont? ¿Y Laporta?

El paso lógico

De la federación que sostiene una supercopa en Arabia Saudí solo por dinero, y que dice a las mujeres de los jugadores que denunciaron haber sido acosadas que lo confundieron con haber sido “agobiadas”, solo podíamos esperar esto: “Trabajamos en que haya una Supercopa femenina en Arabia Saudí” (Iusport). ¿Qué puede salir mal? ¿Qué trato van a recibir las futbolistas de los jeques? ¿Cómo van a garantizar la participación del Real Madrid en la competición (el Barça es uno de los mejores equipos de Europa, con eso no hay problema)? ¿A cambio de qué? ¿Piqué va a llevarse otra “prima de éxito” de cuatro millones anuales?

Haber estudiado

2025 ha empezado mal para las y los autónomos: saben que de un modo u otro mantener a sus empleados les va a costar más dinero y, además, les han subido las cuotas. No solo eso: “Se confirma que seguirán subiendo año tras año para la inmensa mayoría” (Pymes y Autónomos). Esto sucede a quien genera impuestos y puestos de trabajo, y que hace menos gasto de la seguridad social en cualquier caso. Esto sucede a quien debería de estar protegido y, sin embargo, se siente impotente ante un discurso instaurado en la sociedad y en las y los políticos (muy pocos han sido autónomos de los que pasan frío) que les señalan como los malos de la película.

Otra huelga

En Euskadi nos encanta hacernos los pobres y los progres. Pero la realidad es otra: los sueldos son los más altos y el absentismo, también: “Los vascos, navarros y murcianos son los que más faltan al trabajo” (El Independiente). Una noticia que, como la del párrafo anterior, preocupará especialmente a las y los autónomos con empleados. Pero como ellas y ellos se organizan peor que el funcionariado, aquí no pasa nada. ¿Y los sindicatos no se preocupan por las y los trabajadores que sí que acuden a su puesto? Parece que lo que no es motivo de huelga no les importa, parece que solo les interesa que Euskadi parezca un mal sitio para trabajar.

No existe la barra libre

Susana Díaz hace política con el dinero de las y los autónomos que generan empleo porque con lo que hay en la caja pública tienen que abonar lo que deben: “El Estado pagará una media de 38.000 millones al año sólo en intereses de la deuda hasta 2027” (Vozpópuli). La barra libre no existe, alguien la paga, como en las bodas. Y como en las bodas, por cierto, la pagas tú. Pues a nivel de miles de millones, en esencia, es igual. Así que ojalá que, en el próximo gran anuncio de inversión pública (rebajas en el transporte, más VPO, nueva OPE o mejora de las condiciones del funcionariado), venga adjunto de dónde saldrá el dinero. Nuestro dinero.

Pero, ¿qué es ser pobre?

Voy a ejercer de lo que es hoy un buen vasco y voy a asegurar que soy pobre. Ya solo me falta hacerme el progre e ir a un concierto de Zetak. Pero, ¿qué es ser pobre? Según “un estudio de CaixaBank Research que ha definido la clase media como los hogares cuyos ingresos oscilan entre 1.000 y 2.000 euros mensuales, y como clase alta a aquellos que superan los 2.000 euros” (El Blog Salmón). Entonces, ¿vive de la misma manera quien supera esos 5.000 que quien supera los 2.000? Con todo, lo peor de la noticia es que haya sido un neoliberal como Juan Ramón Rallo el que haya llamado la atención sobre el dato.

¿Y qué es un recorte de prensa?

De la misma manera, algo está muy mal en la izquierda española si es la derecha la que tiene que poner el grito en el cielo ante esta bomberada (que, por coherencia, anunció Patxi López): “El PSOE registra una ley para prohibir a los jueces que abran causas por ‘recortes de prensa’” (El Debate). ¿Qué diferencia hay entre un recorte de prensa y una noticia? Por supuesto, no me parece bien que asociaciones ultras usen la libertad de prensa para coger informaciones tendenciosas de medios igualmente ultras, denunciar y que eso sea admitido por un juez. Pero peor me parece el ataque a una garantía fundamental por no poder intervenir en la judicatura.

Humanidad y política

Aunque Olentzero nos haya traído ya los regalos buenos, los Reyes siempre acuden al rescate con lo imprescindible: ropa interior, pijamas, alguna camisa para el trabajo… Así que la carta para sus únicas majestades que reconozco desde que tengo uso de razón será breve y apuntará a lo esencial. Empiezo por humanidad y política, los dos elementos básicos necesarios que darán respuesta a esta noticia: “Canarias y País Vasco urgen a Sánchez a aplicar su propuesta de reparto de menas antes de tres meses” (Vozpópuli). Lo del medio llamando “menas” a niñas y niños solos merece, cuando menos, carbón.

Menos partidismo

Otro esencial para la carta a los Reyes Magos, entre los calzoncillos y un cinturón, es que las y los ministros hagan menos partidismo: “Torres cree que Clavijo ataca injustamente al Gobierno sobre el reparto de menores migrantes para no enfadar a su socio, el PP”, leo en 20 Minutos, el mismo medio en el que ofrecen esta noticia: “Clavijo arremete contra el PP por ‘bloquear’ con ‘excusas’ el reparto de menores y exige al Gobierno un decreto”. Es evidente que Ángel Víctor Torres no ha leído ese segundo contenido, o que le da igual: lo innegable es que ha ejercido más como diputado socialista que como ministro español de Política Territorial.

No hacer caso a las malas personas

Sirve como propósito de año nuevo y como deseo básico que pedir a los Reyes Magos: dejar de hacer caso a las malas personas y a los idiotas. Como a veces resultan indistinguibles, les meto en el mismo saco y hago solo un viaje. Me centro: “Hazte Oír denunciará a Lalachus y a David Broncano por un presunto delito de ofensas religiosas durante las campanadas de TVE” (Público). El motivo es que la humorista mostró “una estampa de la vaquilla del Grand Prix inspirada en el Sagrado Corazón de Jesús”. Madre del amor hermoso. Ya hay que ser mentecato para que eso te ofenda y anuncies que lo vas a denunciar.

Menos redes sociales

¿Qué hago yo viendo a un tipo freír una pizza congelada? ¿Cómo he perdido dos minutos de mi vida con una tía que me enseña el interior de su furgoneta camperizada si no pienso subirme a una? Todas y todos nos hemos hecho estas preguntas, así que otro básico que pido a los reyes es perder menos tiempo mirando redes sociales. Pero dedicarle un rato largo a las plataformas tiene peores consecuencias: “El algoritmo alimenta la guerra de sexos y la burbuja de género” (EPE). Además, nos discriminamos: “TikTok es reino de las chicas, YouTube Shorts, de los chicos… y los Reels de Instagram, de los ‘boomers’”.

¿Cómo de mal estarán las cuentas del Barça?

Pase lo que pase con Dani Olmo, el daño ya está hecho: los jugadores que estén pensando en fichar por el Barça tendrán más dudas antes de hacerlo. Si finalmente el jugador no puede jugar con su club la segunda parte de la liga, las consecuencias solo serán peores, es evidente, pero después de leer las noticias sobre todo este lío las pregunta que me surgen son: ¿cómo de mal estarán las cuentas del Barça? ¿Qué “palanca” imposible estaría intentando colocar para que esta vez no colase? Ese es el fondo de la cuestión, más incluso que lo que pueda hacer el jugador (libre de irse) o las instituciones.