Las y los culpables de siempre

Me deja cara de pasmo la poca vergüenza con la que la hacienda española y, tradicionalmente, el PSOE, señalan con alegría al colectivo de autónomos y autónomas. La agencia tributaria ha dado trasladado que “las rentas de los autónomos crecieron el doble que los salarios” (Nius), entre otros motivos porque “ha sido más fácil trasladar subidas de precios”. ¡Qué cara! Como si las y los autónomos no sufriesen en carnes propias las subidas de materias primas. Y sin relacionar, tampoco, esa subida con la paradoja de que cada vez hay menos altas y el colectivo busca colocarse por cuenta ajena porque la propia, precisamente, no sale a cuenta.

Sí, los bares son importantes

El ocio, que hacemos en gran parte en la hostelería, fue un terrible vector de contagios durante la pandemia. Y lo seguirá siendo, pero las vacunas, es evidente, nos han salvado. Es tan cierto lo de la hostelería como que el sector necesitaba un rescate pese a las críticas. Ahora lo vemos en El Independiente: “La vuelta a los bares tras el Covid aumentó los ingresos del Estado en un 34,5%”. Y eso sin contar los beneficios indirectos. En Euskadi la hostelería es importantísima como tractor de la economía. Y eso no nos convierte en un país de camareros y camareras. No lo seamos de cortas y cortos de vista.

Todo atado y bien atado

Hace bien Antonio Maestre en recordar esto: “Una de las cosas más fascinantes que estoy viendo es que se esté intentando negar que Pablo Iglesias designó a dedo a Yolanda Díaz cuando el propio Pablo Iglesias reconoció que no siguió los procesos democráticos con Gemma Nierga. Pegarse con los hechos hasta deformarlos”. El responsable del crecimiento de Sumar es el propio Pablo Iglesias, que en su empeño de hacer con Podemos lo que a él le daba la gana en todo momento, metió el caballo de Troya en lo más profundo de su partido. Y sigue: el ninguneo a Ione Belarra, a la que también impuso, resulta ya escandaloso.

Otro bonito debate

En realidad, la queja de Vox en RTVE plantea un debate triple. El primero, el de siempre: ¿qué es estar infrarrepresentado? ¿Por qué algunos partidos, de saque, entonan un canto lastimero sobre lo poco que aparecen, a su juicio, en los medios públicos? El segundo es un debate mucho más sencillo: el fascismo (el de aquí y el de allí) no tiene que tener ni un segundo más de atención que los obligados por ley. Y el tercero: ¿deben estar representadas todas las opciones políticas en una tertulia, por ejemplo, de igual manera, con una o un representante del partido más votado y otra u otro del grupo más pequeño en la cámara?

Crisis, sí, pero de confianza

Es muy interesante la pieza de La Información sobre el “estancamiento” de las criptomonedas en algunos mercados, como el español y el francés (y por extensión, el vasco) o el alemán o el de Países Bajos, con “caídas del 6%”. En el caso de Rusia fue del 10%. Otros países, sin embargo, han seguido viendo incrementos: “Vietnam (40%), Brasil (37%), México (34%), Indonesia (32%) e India (30%)”. La pieza, insisto, es interesante por desapasionada. Y la caída, vamos a ponerla en contexto, no es mucho mayor que la de cualquier fondo tradicional en el banco o caja de toda la vida que nos sube la hipoteca sin trasladarnos beneficios.

Todos menos Podemos tenemos la culpa

Me parece indiscutible el enorme trabajo que hicieron los fundadores de Podemos y el de quienes están en el grupo morado en el congreso de los diputados y el gobierno español durante esta legislatura. Me parece deshonesto que Yolanda Díaz pretenda abrir los brazos y decir que, “con humildad”, todo eso ahora le pertenece. Y me parecen un desacierto absoluto las declaraciones estas últimas semanas de Pablo Iglesias y el resto de portavoces, como Pablo Fernández que, según El Independiente, “acusa al PSOE de presionar a Yolanda Díaz para impedir un pacto con Belarra”. No, no tiene la culpa cualquiera menos los y las de Podemos.

No han acertado en todo

La vuelta de Yolanda Díaz al grupo parlamentario de Podemos habrá sido un momentazo que solo unas pocas personas habrán vivido en primera línea, y casi ninguna con tranquilidad porque la mitad de las y los parlamentarios del grupo morado decidieron acudir a Magariños. Un grupo partido por la mitad con traslación en el consejo de ministros, por si fuera poco. Pero sus luchas cainitas no son lo importante, no nos desviemos: tienen que gobernar. Y hacerlo bien, porque algunas decisiones no han funcionado: “La rebaja del IVA en los supermercados no ha servido para nada (y los datos lo corroboran)”, según Magnet.

Aquí, sí

Quienes sí han acertado han sido quienes han planteado que la ciudadanía de París debe decidir sobre los patinetes eléctricos de alquiler en sus aceras, y quienes han votado rechazándolos. Así, el neoliberalismo “de base tecnológica” que consiste, básicamente, en invadir derechos ajenos por el morro (como Putin sobre Rusia), se ha encontrado con un tope, para empezar, en París. Pero hay más cuestiones que podemos plantearnos: repartidores que consideran una peatonal como su aparcamiento u hosteleros que ocupan aceras enteras con sus terrazas bien podrían ser los siguientes, en París y mucho más cerca.

Anunciarte entre basura

TikTok es, con diferencia, la red social más perniciosa de todas las que yo he visto. Y ya son unas cuantas desde aquel Facebook inicial, Tuenti, Fotolog, Hi5, Vine, Google+, Twitter, Instagram, Linkedin, Twitch, Flickr, YouTube, Mastodon… Después de conocerla y observarla, de salida no recomendaría invertir publicidad en ella porque la probabilidad de que la marca apareciese entre dos contenidos de mierda es altísima. Y, sí, en mi opinión hay transferencia. Sin embargo, “TikTok arrasa a Instagram, Twitter o Snap tras disparar a 80.000 millones sus ventas” (La Información). Importa el volumen, no la calidad. Está claro.

Twitch tampoco despega

Es evidente que suelo equivocarme: mostraría muchas dudas a la hora de invertir en TikTok y miles de marcas se gastan millones en hacerlo. De la misma manera, pensé que Twitch (y OnlyFans) iba a suponer un punto de inflexión en el entretenimiento por su sistema de pago y suscripción… Y ahora vemos un “estancamiento: alcanzó su pico en la pandemia y desde entonces no crece”, según Xataka. Supongo que en el caso de la red social de contenido para adultos pasará algo parecido y los beneficios no se habrán mantenido. Sin embargo, modelos como YouTube (y supongo que Pornhub) reverdecen. Los viejos seguimos de moda.

Trabajar es malo para la salud

No es un chiste, tampoco lo escribo alegremente: en Magnet han recopilado varias fuentes relevantes (economistas de prestigio), el Financial Times y hasta mutuas españolas, que coinciden en que nuestra salud es cada vez peor y el trabajo es la causa. Es cierto que ya no tenemos los problemas físicos de otras épocas, pero los psicológicos y emocionales se están disparando (y eso sin hablar de los infartos y la incidencia del cáncer por no poder cuidarnos debidamente). Todo esto sucede por el tipo de vida laboral que llevamos, que absorbe toda nuestra vida y para mal, según los indicadores, los expertos y nuestra propia vivencia.

Hay alternativas

Ante la certeza (no solo mía, sino de cada una y de cada uno de nosotros) de lo que nos resulta perjudicial, esta sugerencia en Genbeta: “Trabajar cuatro días a la semana reduce el estrés de los trabajadores y esto da más ingresos a las empresas: eso dice este estudio”. En las empresas en las que hicieron la prueba piloto “bajó el estrés, el agotamiento, la fatiga y los conflictos familiar, mientras que la salud física y mental mejoraron. Los empleados utilizaron su día libre para aficiones, las tareas domésticas y su cuidado personal”. “Se produjo una reducción de 6 horas de trabajo” pero ganaron un día a la semana. Un día de vida.

También ganaron las empresas

No solo las y los trabajadores que participaron en el experimento de la semana laboral de cuatro días obtuvieron beneficios: “Las compañías que optaron por el nuevo modelo horario sin tocar el sueldo aseguran haber crecido en 2022 en volumen de negocio y en empleo, además de sortear los problemas de falta de personal”. El titular es de La Información, donde han preguntado directamente a las y los jefes de empresas, de diferentes sectores y con un modelo de negocio de cara al público (no solo oficinas), y todas y todos coinciden en que es posible crecer con un modelo de cuatro días laborales.

Con esto, ganamos todos y todas

La subida del SMI y de los sueldos, en general (tengo mis dudas cuando sé que con los sueldos de todas y todos seguimos financiando que la diferencia aumente entre el sector público y el privado), es una buena noticia. Muy buena. Para empezar, pone sobra la mesa que en hostelería “un salario mínimo de 1.082 euros sería prácticamente igual que el sueldo medio” (El Economista). Pero no se trata solo de sectores (“el salario medio en la agricultura, ganadería o pesca se sitúa en los 1.352 euros brutos”): “El SMI superará el 68% del sueldo medio en Extremadura y casi toda Andalucía”.

Sí, somos pobres

 “En 2022 han aumentado de forma notable quienes se ubican como ‘clase baja’ o ‘pobre’ en el CIS, un movimiento que señala a un factor clave: la inflación y el daño que está causando en los más precarios”. Esto en El Diario me ha gustado porque creo que es un despertar. No pertenecemos a una clase media porque, por comparación, vivamos mejor que mucha gente. La verdadera clase media, de hecho, vive mucho mejor que nosotras y nosotros, con vacaciones y coche propio. Nos han hecho creer que lo básico nos convierte en clase media para que consumamos sin remordimientos, pero la realidad es que no podemos permitírnoslo.

El verdadero hecho diferencial

Vascas y vascos, de todos los territorios del sur de los Pirineos, junto a madrileñas y madrileños, somos las y los trabajadores mejor pagados de esa España que no quiere liberarnos. Lógico, porque sin la CAV, Nafarroa ni Catalunya, ¿cuál sería el motor económico más allá de Madrid? ¿Valencia, Baleares, Andalucía? La de El Independiente es una buena noticia y tenemos que remar todos para mantener este liderazgo (a poder ser, sin tantas diferencias entre funcionariado, empresa privada y autónomos), reflexionando también sobre si esos sueldos y nuestro poder adquisitivo van igual de proporcionados.

¡Claro que insisto en lo mío!

A nivel laboral me gustaría que mi país también fuera diferente en el trato que dispensa a las y los trabajadores autónomos, señalados como los responsables del agujero en una Seguridad Social a la que aportamos mucho más de lo que gastamos. No se trata solo de que generamos IVA, ni de las cuotas, cada vez más altas sin solución, es que cogemos menos bajas y, directamente, tenemos menos derechos: “Los autónomos que hayan cobrado el cese de actividad no pueden cobrar el subsidio por desempleo de mayor de 52 años” (Pymes y Autónomos). El desamparo hacia esos trabajadores maduros obligados a cerrar es flagrante. Pero parece que da igual.

No estoy solo

No estoy solo en mi reivindicación, como trabajador autónomo, de un trato mejor para mi heterogéneo colectivo. Por medio del sarcasmo, en El Mundo Today denuncian: “Los autónomos tendrán que ir una vez al mes a la oficina de empleo para que un funcionario les abofetee la cara. ¡Búscate un trabajo serio, panoli!’, les gritarán desde la ventanilla”. Esta frase es sangrante, pero pone en evidencia un modo de pensar limitado y, a la vez, extendido: “La idea es ir convenciendo a los trabajadores por cuenta propia de que vayan abandonando su negocio y empiecen a trabajar para una empresa, preferiblemente del IBEX-35”.

Siempre se sale con la suya

El gobierno más progresista de la historia de España tiene un ministro de Seguridad Social que ha endurecido, una tras otra, todas las condiciones a las y los trabajadores autónomos, pero también a los que están por cuenta ajena. Y sigue: “Escrivá acelera la negociación de las pensiones para lograr un pacto en enero” (La Información). Un pacto para alargar el período de cómputo para la pensión, de 25 a 30 años, lo que abaratará todas, pese a que en el paquete quiera meter subidas que se articularan a la baja, sin excepción, con esa base, o incrementos congelados de saque como el de las pensiones más altas. Pese a todo, Escrivá siempre se sale con la suya.

Ya sabemos dónde viven

Pero nuestras cotizaciones y nuestras pensiones son minucias: la civilización de la que formamos parte se va por el desagüe en lo económico, lo climático, lo social y lo moral, y las y los principales culpables de esta degeneración son las y los multimillonarios. Probemos a eliminarnos y a redistribuir la riqueza con verdadera justicia para ver si mejoramos. No tenemos nada que perder. En Magnet, además, nos lo ponen más fácil, con el ranking de ciudades en las que viven estos privilegiados (casi totalmente, descendientes de otras y otros privilegiados): la mayoría, fuera de la UE. Cada vez más, en dictaduras.

No es una inocentada

No es una inocentada: Sortu puso en valor el lunes pasado, vía Twitter, a la jeltzale Elbira Zipitria, una pionera de las ikastolas que sufrió represión y sobre la que han hecho un documental que se estrenó, precisamente, el lunes. Será cosa de la Navidad, pero yo no soy de esos malpensados que creen que la izquierda abertzale ha intentado apropiarse de un personaje histórico que nunca militó ni posiblemente militaría hoy en sus filas. Así que, desde mi fe navideña en los buenos propósitos incluso de quienes han demostrado los peores, bienvenido sea ese reconocimiento a quien colaboró en nuestra construcción nacional.

No vale ni como inocentada

Este titular en Nius no vale como inocentada: “Froilán, implicado en una pelea con navajas en una discoteca madrileña”. Y no lo hace porque a todo el mundo le parece perfectamente plausible que el nieto de Juan Carlos I se vea “envuelto en una pelea callejera con navajas, ocurrida a las puertas de la discoteca Vandido”. Pero aún hay más: “Un suceso en el que, al parecer, también estuvo implicada Isabel Mateos Pérez-Íñigo, la chica conocida por ser amiga de Francisco Nicolás Gómez Iglesias (el Pequeño Nicolás), que saltó a los medios en 2014 con el apodo ‘La Pechotes’”.

¡Ya podría serlo!

Ya podría ser una inocentada que, como dice el chiste, cada día que pasa nos falta más para jubilarnos, pero no lo es. De hecho, “la edad para la jubilación anticipada aumenta 13 meses en la última década”, según La Información. “La edad legal de jubilación ordinaria viene incrementándose año tras año, experimentando durante la última década un aumento bastante notorio”. De esta manera, “la edad estándar para retirarse del mundo laboral será de 67 años”, y parece que, como todo lo que ha planteado el ministro Escrivá, lo de ampliar a 30 años para hacer el cálculo de la cotización también nos lo va a colar con el plácet sindical.

Para inocentada, la del coche eléctrico

La noticia en Híbridos y Eléctricos sobre cómo los coches alemanes con esta última tecnología están dejando un huella ambiental mayor de la esperada es de esas que hay que leer con calma. Porque no es circunstancial que el país germano tire de carbón para producir electricidad: cada país necesitará nuevos recursos para ampliar la producción de este tipo de energía, lo que nos hará depender de nuevos sátrapas, o de los de siempre, en la misma medida, y el impacto ambiental no mejorará tanto como nos cuentan. Alemania y el inicio del coche eléctrico solo señalan el principio de un camino con ese tipo de asfalto.

Parece que no lo es

Hace días que vi esta noticia, así que doy por hecho que no es una inocentada aunque, como muchas de nuestra actualidad, lo parezca: Pentax ha anunciado una nueva cámara… ¡de carrete! Como bien sugieren en Photolari, el anuncio puede responder a la necesidad de la marca de recordarnos que sigue ahí. Prácticamente, la última superviviente al triunvirato de Canon, Nikon y Sony. Hay anuncio pero no hay detalles ni fecha, lo que hace que todo sea un poco gaseoso y nos pongamos en lo peor: una cámara cara y que no dé mucho de sí, más para coleccionistas con dinero que para aficionados a pie de calle. Ojalá me equivoque.