Lo que hubo fue voluntad electoral

Me sorprende, porque siento que están intentando colármela, que intenten hablar ahora de “falta de voluntad política” para explicar el fracaso de la aplicación de la ley española de Vivienda. Lo que sucede es que es una ley mala que se aprobó por una cuestión de voluntad, sí, pero electoral: PSOE, Sumar, Bildu y ERC (que luego la denunció por invasión competencial, porque la cara dura de algunos es pasmosa) quisieron marcarse un tanto antes de las elecciones municipales y forales, y lo consiguieron. Luego vino el desastre, a todas luces, y ahora llega la excusa: falta voluntad política. Lo que sobran son sus lecciones.

En el fondo, somos igual de pobres

Quien tiene dos viviendas, por herencia o porque ha podido comprar la segunda con cierta alegría, en el fondo, es igual de pobre que sus inquilinos e inquilinas. El problema no somos las y los pares, el problema son las y los primus: “El 1% de los multimillonarios acumula más riqueza que el 95% de la población mundial” (Infobae). Los tenemos identificados, ¿no? Pues actuemos contra ellos tan pronto como nos sea posible, redistribuyamos su avaricia (porque no es ambición) y, sobre todo, asegurémonos de que nuestra civilización tiene futuro: porque podemos estar seguros de que las y los ultrarricos son la mayor amenaza.

¿Podemos permitírnoslo?

Si electrificamos de golpe la mitad del parque móvil de nuestras ciudades lo más probable es que colapsemos: no hay electricidad para tanto coche y, al mismo tiempo, el consumo habitual. Entonces, ¿cómo lo han hecho en China? Con las pruebas que acumulamos de los pocos remilgos que tiene la dictadura ya podemos imaginarnos algo. Pero lo cierto es que el mercado del petróleo se estrecha. A mí lo que me preocupa es: ¿qué le sustituirá? ¿Qué otra fuente o tecnología (presumiblemente, china) se convertirá en el termómetro económico y bursátil del mundo y que, por supuesto, enriquecerá extraordinariamente a ricos avariciosos?

Vox acierta

Con la mitad de China ya electrificada y la demanda de petróleo en caída, es posible que la gasolina no sea tan cara. Entre eso, las dudas que genera el futuro completamente eléctrico y lo mal que va el mercado europeo (tanto en la producción como en la compra), creo que Vox acierta cuando “pide oficialmente a Bruselas que no prohíba los coches gasolina y diésel” (El Debate). No estamos preparados para el cambio en Europa sin depender de China (hay que empezar a hablar claramente), y Bruselas tendrá que repensárselo, con lo que Vox podrá decir que ha doblegado a la Unión y sus pretensiones, y ha dado certidumbre a la ciudadanía.

Pero es solo una casualidad

Por supuesto, no puedo dejar el reconocimiento a algo que hace bien Vox sin contexto: hablamos de un partido capaz de decir esto: “La inmigración ilegal no se gestiona, se combate” (Vozpópuli) y en el que han decidido que van a dejar sin presupuesto a las comunidades autónomas en las que tienen un acuerdo con el PP porque los pactos son para romperlos haciendo ruido. Ahora son las y los de Núñez Feijóo, empezando por él, claro quienes tienen que mover ficha: ¿van a seguir al lado de Vox? ¿Van a contar con los ultras para su bloque de derechas en el Congreso? Veremos qué demuestran.

Ya nadie lo duda, ¿no?

Esto de Mikel I. Sanz en X tiene su miga: “Ya prácticamente toda España ha admitido que expolia a Cataluña. Ya solo falta que se enteren los catalanes que votan partidos españolistas”. Lo que la financiación singular de Catalunya ha dejado claro, como bien dice el tuitero, y lo ratifican los más beligerantes en su contra (empezando por García-Page, cuyas declaraciones resultarán bochornosas en el PSOE), es que España necesita el dinero de aquella nación. Como necesita lo que aportamos los vascos, vía Cupo de la CAV y Nafarroa. Y necesita lo que “levanta” Madrid por medio del paraíso fiscal que ha creado el PP, por decirlo todo.

¿No lo saben?

Pedro Sánchez no tiene ninguna necesidad de convocar elecciones, ni siquiera aunque no tenga los presupuestos generales aprobados, porque tiene lo que Aitor Esteban llama “el maná que cae del cielo”, es decir, los miles de millones de los fondos europeos que gasta y reparte como si fueran la gracia del propio ejecutivo. Así que cuando en Podemos amenazan: “Si no hay Presupuestos, habrá elecciones en 2025” (EPE), cabe preguntarse si de verdad no saben cómo funciona esto. ¿Qué interés tienen en quedar como políticas y políticos ignorantes? El pulso por el pulso no es útil en política, ya lo hemos visto.

Será culpa de la OTAN, claro

“Por primera vez en 30 años, Rusia ha desplegado su descomunal flota de guerra en cinco mares. China le está acompañando”. Confieso que cuando leí este titular en Xataka me hice un chiste sarcástico a mí mismo: “Será culpa de la OTAN”. Luego vinieron las preguntas que, una vez más, quedarán sin respuesta: ¿cómo va a justificar ahora “un despliegue en el mar que no se recuerda” quien tiene por costumbre justificar la tiranía rusa y la dictadura china? ¿En este caso el imperialismo y, lo que es más evidente, el militarismo está más justificado que en otros? ¿Qué lo justifica? ¿Van a seguir tomándonos por tontos mucho más tiempo?

Fíate y no corras

Me alegré cuando supe que las y los propios estadounidenses creen que Kamala Harris ganó el debate televisivo a Donald Trump. Pero después de leer las crónicas con alivio, me quedé con dos ideas: EE.UU. es un país en el que hay gente capaz de creer que los demócratas tienen leyes que les permiten asesinar a las y los recién nacidos (esto me parece mucho más escandaloso que el bulo de que las y los inmigrantes se comen a las mascotas), y hasta la candidata demócrata reconoce sin problemas que tiene un arma y que no va a hacer nada por quitar las pistolas a quienes las poseen. Saberlo, la verdad, no me deja muy tranquilo.

“Empezó en el garaje de su casa”

Hemos hablado mucho estos días de Victoria Federica de Marichalar por su intervención cortesana en El Hormiguero. Pero lo cierto es que la semana empezó con otra imagen, la de la portada de Pronto, esa histórica revista, con Leonor de Borbón y un sugerente titular: “Los secretos de su éxito”. El secreto de su éxito, por supuesto, es sobradamente reconocido: las gónadas de su padre y de su madre, y un sistema monárquico extemporáneo que, como ha quedado clarísimo, ha fomentado “el trinque”. Pero el titular resultaba sugerente para los chistes: “Empezó en el garaje de su casa”, tuiteaba Santi Liébana con retranca.

Cuando lo llamábamos «judicialización de la política»

Tiran con bala en El Independiente cuando titulan: “El independentismo pasa al ataque ante un Sánchez dispuesto a robarles la bandera del lawfare”, como si la judicialización innecesaria de la política, solo para asegurar la pena del Telediario o el Teleberri, fuera un recurso victimista. Estos procesos mediáticos existen y alejan de la política a las personas más valiosas. Y además, no solo están impulsados por “las cloacas” del Estado: en Euskadi es Bildu quien ha impulsado denuncias y ha perseguido casos que han acabado sin condenas prácticamente en su totalidad. Pero eso no importa si difamación y la sospecha calan.

La política consiste en negociar

No seré yo quien intente explicar la política catalana, llena de particularidades y explicaciones que requieren, más que conocer, vivir en el marco de la nación. Pero sí creo que, en términos generales, la política consiste en llegar a acuerdos entre diferentes y hacer, juntas y juntos, que un país avance. Y aunque entiendo el órdago electoral y emocional del president Puigdemont, que “cierra la puerta a pactar con el PSOE catalán y e insta a ERC a definir sus apoyos” (El Cronista), creo que la estrategia del bloqueo nunca es buena. Ni por concepto ni porque algún partido de todos los que niegan pactos ahora mismo está mintiendo y lo sabe.

Europa sí importa

Las elecciones europeas importan mucho porque las directivas que salen de Bruselas y Estrasburgo nos afectan directamente, generando los marcos legislativos de los parlamentos más cercanos. Y porque en lo ideológico estamos en un momento crucial: la extrema derecha avanza más reforzada que nunca y las voces propias y distintas pueden marcar la diferencia, más allá de los grandes grupos que, como explica muy bien Juan Ignacio Pérez Iglesias en una de sus conjeturas, están siendo permeables a las nuevas estrategias del viejo fascismo: Meloni lidera a los ultras pragmáticos que quieren asentarse en las instituciones continentales.

China amenaza hasta a Tesla

El futuro de Europa también importa porque el continente está viejo y se queda sin recursos ante los nuevos gigantes: ni siquiera Elon Musk, con todos sus millones que permiten pagar a las y los mejores asesores, logra hacer frente al monstruo chino que amenaza el sector automovilístico mundial: “Tesla no puede competir en precio con los coches chinos: se la juega todo al taxi autónomo” (El Blog Salmón). Y quien dice “precio” dice también “calidad”, porque los vídeos de fallos en los Tesla son un género en sí mismo en Internet. Lo más gracioso de la pieza es que Musk pida ahora “medidas proteccionistas adecuadas”.

¿Quién no es turista?

Sí, creo que hay que regular el turismo. Y sí, me encantaría que mi país fuese el primero que vetase por completo a Airbnb y similares, que son los que descontrolan el número de turistas y alteran el mercado de la vivienda. Pero creo que este debate, como el de la energía, está lleno de trampas y de hipocresía: ¿solo son turistas quienes nos visitan y alquilan pisos en esa página web? ¿No lo somos nosotras y nosotros cuando nos trasladamos? ¿Qué vamos a ser dentro de un par de meses, “viajeras” y “viajeros” o simples “turistas”? ¿Dónde vamos a comer? ¿Qué vamos a comprar? Ya sé que la coherencia hoy no es un valor, precisamente.

Abascal es el que menos importa

Leo en Público que “Abascal blinda su poder en Vox en una huida hacia adelante para capear la oposición interna. Su férreo control del aparato del partido es también un síntoma de las dificultades para dirigir una formación en declive”. Y realmente me importa poco: entiendo que Abascal quiera seguir viviendo bien, como hizo cuando Vox era una banda de frikis a la que todavía no conocía nadie, no tenía ingresos pero sí tenía sueldo y, por lo que parece, generoso. Lo importante es quién está detrás, quién pagaba, quién manda, quién permite a Abascal liderar la formación, quién maneja los hilos de la extrema derecha en España.

Un partido es el futuro

Si algo trajo lo que conocimos como “nueva política” es la falta de explicaciones: las y los representantes o los partidos no tienen que justificar cambios de opinión que en algunos casos son de 180 grados. Por ejemplo: la formación que aseguró que la fórmula de los partidos estaba demodé y que iba a lidera una transformación, puso el pasado fin de semana fecha para su constitución como partido político, de los de toda la vida. Yolanda Díaz eclipsó así el décimo aniversario de Podemos (que sí acertó creando un partido), anunciando una especie de congreso fundacional en marzo. Eso, sí, no se desdijo de sus aseveraciones previas.

Más decretos que leyes

Por supuesto, soy plenamente consciente de que Pedro Sánchez le tocó gobernar durante la pandemia, y que buena parte de esos decretos que suma son de aquella época. Pero ni eso justifica el dato que ha puesto encima de la mesa The Objective: “Sánchez es el único presidente del Gobierno que ha aprobado más decretos que leyes. El 54% de las iniciativas legislativas aprobadas desde verano de 2018 son imposiciones del Ejecutivo del PSOE”. Ni siquiera Rajoy, que fue el que convirtió el decreto ley en una herramienta de uso habitual, firmó esos números que muestran a un Sánchez muy inseguro.

Para qué sirve Europa

“Microsoft no transferirá datos personales fuera de la Unión Europea para evitar multas”. Solo este titular de Hipertextual explica mucho mejor qué hace Europa y las bondades de la Unión, que muchas crónicas farragosas. No echo la culpa a las y los cronistas, por supuesto: la información que damos de la Unión siempre es compleja y parece lejana. Pero a veces la aplicación de sus políticas nos regala titulares como el referido. Titulares que son mucho más: la garantía de que una gran tecnológica cumplirá una normativa que protege a la ciudadanía europea. Ahora, que cumplan las demás que, además, son más peligrosas.

Pero también llega tarde

Europa hace cosas bien pero las hace con cierta lentitud. Eso es indiscutible. Esto que hemos encontrado en El Independiente es, como la noticia en Hipertextual del párrafo anterior, muy elocuente y explicativo: “China lleva 20 años invirtiendo en minerales críticos y, por eso, construyen prácticamente todas las baterías del mundo”. “Lo que ha hecho Europa y también Estados Unidos es darse cuenta de la necesidad que tienen y lo han puesto en su legislación, pero no han incentivado de la misma forma a sus industrias y a los inversores, porque tienen prejuicios con respecto a la minería”.

¡Pero si son nuestras!

Creo que los partidos españoles solo se han dado cuenta parcialmente de que el nacionalismo vasco ha cambiado: la izquierda abertzale ha llegado, por fin, al posibilismo, pero EAJ-PNV ha dado un paso más. Ya no vale con apalabrar concesiones. Noticias como esta en El Nacional suenan a la década pasada: “El PP podría ceder 3 competencias al PNV para conseguir su apoyo en la investidura de Feijóo”. No es una cesión, es nuestro derecho. No puede formar ya parte de una negociación y, si lo hace, ni PSOE ni PP pueden dilatar la transferencia de turno para ofrecer su ejecución en la siguiente votación.

La idiocia nazionalista

Román Cendoya es de esos que se alegran de poder decir que nacieron en “San Sebastián” y no dirán nunca “Donostia”, de esos que sienten orgullo del vínculo de la ciudad tanto “con la monarquía como con el veraneo de la dictadura”, de esos que escriben “nazionalista” con “zeta” porque así los nacionalistas parecemos “nazis”, y de esos que creen que nacionalistas son siempre los otros. En resumen, es de esos que insultan con satisfacción un sentimiento que no entienden y cuyo sentido de estado es tan reducido que demuestra que los partidos nacionalistas pueden tener más sentido de estado que él y no se da ni cuenta.

“Los pagafantas”

No podemos negar que del Ebro para arriba y del Ebro par abajo, los más necesitados de poner en cajones a los demás han ganado la partida, especialmente, a EAJ-PNV: ha funcionado su empeño en meter a este partido en el cajón de la derecha, pese a las políticas sociales que ha desarrollado junto a los partidos progresistas con los que ha gobernado o ha apoyado en la CAV, Nafarroa y España (de Bildu a IU pasando por EA, PSOE, Podemos y, seguramente, en breve, Sumar). Y todavía hoy José Luis Roig sigue hablando en La Información de que los de Esteban y Ortuzar serán los “pagafantas” de la izquierda.

Se trata de gobernar

Hace muchos años, en una tertulia en la que yo estaba presente, Emilio Olabarria dijo, como si nada, una frase que sirve para explica la política española de los últimos años: “Gobernar es fácil. Gobernar bien es muy difícil”. Me acordé de su frase tras leer este titular: “Los intereses de la deuda pública española superan los 31.000 millones, más que el gasto en prestaciones por desempleo (… y subiendo)”. Gastar como si no costase, como si el dinero de todas y todos no fuese de nadie, o como si no fuera a acabarse nunca, es imposible. Y como electoras y electoras lo que debemos pedir es responsabilidad, y no soluciones mágicas.

Sigue la pista de la pobreza

Encontrar la pista del dinero parece fácil: solo es necesario que sigamos la pista de la pobreza. “Los jóvenes chinos y asiáticos ya no quieren trabajar en las manufacturas”, nos cuentan en Xataka. Así, las grandes compañías trasnacionales (esas que compran en un país, producen en otro, facturan en un tercero y venden en la mitad del planeta) buscarán nuevos nichos de pobreza. Siempre habrá personas dispuestas a trabajar como esclavas y esclavos y que, cuando mejoren, se convertirán en consumidores, como nosotras y nosotros, y la segunda generación de trabajadoras y trabajadores orientales que popularizaron el “made in China”.