A tope con la dictadura

Hace poco que Arkaitz Rodríguez ha estado en La Habana. Lo sé porque lo contó él en X. Y ahora también sabemos que “Sortu y el Partido Comunista de Cuba firman un acuerdo de intercambio y cooperación” (Naiz, en X). Ante esta noticia yo me planteo dos posibilidades: la primera, que Arkaitz Rodríguez y la dirección de Sortu, en la que estuvo Pello Otxandiano, al que además relevó el último jefe de ETA, no distingan a un dictador de un demócrata. La segunda, que aunque sí lo distingan les dé igual y consideren que el sufrimiento de la población cubana no es importante. En cualquier caso, el autorretrato ya se lo han hecho.

Euskadi necesita otra huelga general

Quienes llevan la voz cantante en la coalición que crece en cada elección demuestran que de sensibilidad con los pueblos oprimidos van escasitos, en las tertulias de radio y televisión vascas las y los invitados pueden decir sin que nadie les rectifique que en Euskadi se recortan servicios sociales, y va el Eustat y saca un tuit impopular (después de la campaña, por supuesto, no vaya a ser que haga alguna interferencia): “La valoración de la vida propia (8,0), las Relaciones personales (7,5) y la Satisfacción con la vivienda y el entorno (7,2) superan la nota del 7”. Está claro que lo que necesita Euskadi es otra huelga general.

Al monstruo lo alimenta el PSOE

Es evidente que Pedro Sánchez vive mejor políticamente contra Abascal que contra Feijóo o Casado. Y que va a vivir todavía mejor contra Abascal y Alvise, a la vez. Lo que quiero decir lo expresa Fernando Garea mucho mejor que yo en su tuit: “El presidente del Gobierno juega al corto plazo de dividir a derecha y a ultraderecha pero comete un error grave del que nos acordaremos dentro de un tiempo al dar oxígeno a Alvise mencionándolo reiteradamente en el pleno del Congreso y antes en mítines. Hincha un globo peligroso”. Sí, el PSOE es el que alimenta al monstruo de la ultraderecha. Y sí, es una irresponsabilidad.

Siempre lo fue

Dice Juanma Lamet en X que “es de todo punto intolerable” que Vito Quiles, que ha ido en las listas de Alvise Pérez y que, por lo que cuentan, ejerce de jefe de prensa del ultra populista, siga acreditado como periodista en el Congreso. Tiene razón. En realidad, siempre fue intolerable que este agitador pudiera hacer preguntas a las y los diputados. ¿Quién lo consintió? La presidenta, Francina Armengol. ¿Por qué? Pues porque la extrema derecha es para el PSOE una oportunidad y la responsabilidad, algo que deben tener siempre los demás.

Lo inclusivo. Lo exclusivo

El comunicado de las y los periodistas parlamentarios ayer convivió con otro que lleva moviéndose en X desde el lunes, de “los periodistas de RNE”. Una carta “a quien corresponda” de la que me llaman poderosamente la atención las formas. El fondo ya nos lo sabemos de memoria a estas alturas: el funcionariado tira del carro mientras las y los gestores hunden el servicio. Si al funcionariado le sigue valiendo, dale, ¿no? Vuelvo a las formas: además de poner el aspersor, la carta renuncia al lenguaje inclusivo en la parte de “los profesionales” y en la de “los ciudadanos” con una facilidad que forma parte (o debería) ya de otro tiempo.

¿Perdón?

Sí, “perdón”, de eso habla Pedro Sánchez en su tuit después de que el congreso haya aprobado la ley de amnistía: “En política, como en la vida, el perdón es más poderoso que el rencor. Hoy España es más próspera y está más unida que en 2017. La convivencia se abre camino”. No creo que lo que pasó ayer en la cámara baja fuera de perdón, sino de justicia: es el reconocimiento del estado de que las penas impuestas fueron injustas y excesivas. Si Sánchez no lo tiene claro, ¿qué ha aprobado? ¿Cómo no va a echársele encima la oposición en el Congreso y también dentro de su propio partido?

La voz del PP

También después de la votación y aprobación en el congreso de esa amnistía, Isabel Díaz Ayuso se erigió en la voz de su partido, vía X: “La Amnistía es un engaño masivo, pura corrupción en favor de los que quieren romper España y llevar los males de la política catalana a todos. Frentismo, impunidad, atentado contra el Estado de Derecho, la división de poderes, supremacismo, abuso…”. ¿Esa es la opinión del PP? También anunció recursos de Madrid y todas las comunidades autónomas con presidentes de su partido. ¿Es decisión del PP? ¿Quién manda en el partido de Núñez Feijóo e Iturgaiz? ¿Y qué manda?

Y por supuesto, la campaña

La aprobación de la ley de amnistía durante una campaña electoral, por supuesto, ha servido a los diferentes partidos para manipular el sufrimiento de las personas que pueden ser amnistiadas: Vox, con su numerito. El PP, con sus pataletas. Pedro Sánchez, con su visión de la realidad impuesta a los demás. Y por supuesto, ERC, con un músculo independentistas que no levanta ningún peso: fue tal su torpeza en el Procés que, aun escondiéndose detrás de la figura de Puigdemont, los suyos acabaron saciando con cárcel la sed de venganza española. Ahora, Rufián anuncia un referéndum. Solo es un acto de campaña y más suya que de su partido.

Un poquito de vergüenza

Ahora que ha pasado un tiempo, estoy bastante seguro que la peor fase de la política española coincidió con Pablo Iglesias y Albert Rivera en activo. Nunca fue mayor la hipocresía y la mala educación. De hecho, las chiquilladas de Vox, intentando reventar la votación de la ley de amnistía, que denunciaba Aitor Esteban casi en directo en X, parecen cosa menor. Menor pero que suma: suma a una política española que no alza el vuelo después de aquel momento negrísimo en el que Podemos y Ciudadanos estaban en lo mejor. Una política española en la que urge una reflexión y una acción compartida para elevarla y revalorizarla.

Viva la madre que parió a Mendilibar

Si alguien no ha visto aún el vídeo en el que Mendilibar grita, en la celebración del título de su Olympiakos, “viva la madre que parió a todos los griegos”, antes de que su traductora lo pase a aquel idioma, que lo pida a su alrededor, que seguro que lo recibe rápidamente en algún grupo de WahstApp. José Luis Mendilibar se ha ganado decir lo que le dé la gana después de conseguir el primer trofeo continental de un club griego, y ser el sexto entrenador de toda la historia que logra dos títulos europeos seguidos. El de “Mendi” es el éxito de todas esas personas silenciosas, trabajadoras, buenas, que, por fin, ganan y sueltan un “¡joder!”.

No podemos infantilizar a la sociedad

Podemos y debemos hablar a la ciudadanía con claridad, desde los atriles durante la campaña y desde los medios cada día: si queremos la mejor sanidad y la mejor educación públicas, la Ertzaintza y las y los conductores de autobús mejor pagados, y viviendas de alquiler social como si no costaran, de algún sitio tendremos que sacar el dinero. Y no, la cotización del funcionariado y la espalda de las y los autónomos, no es la respuesta. Tampoco la deuda pública, que “supera por primera vez en la historia los 1,6 billones de euros” en España, según Vozpópuli. Necesitamos generar riqueza y mantener a las grandes empresas vascas.

No todo el mundo votó “cambio”

Me he quedado pasmado ante algunos análisis en Euskadi de los resultados electorales del domingo pasado: según interlocutores validados por los medios, hasta quienes votaron al PNV votaron por un cambio. ¿Seguro? Hay gente que sí sabe lo que cuestan las cosas, que las promesas al aire se las lleva el viento, y que tiene memoria y conciencia. Y son la mayoría: “El resultado en el País Vasco consolida la alianza entre el PSOE y el PNV”, escribía Mikel Segovia en El Independiente, destacando la perogrullada porque era necesario hacerlo en medio de un runrún que, incluso después del resultado electoral, sigue sonando.

La prepotencia

Después de conocer los resultados del 21-A, Aitor Esteban no pudo reprimirse en X… E hizo bien: “Podemos se pasó la campaña diciéndole a la ciudadanía vasca que ‘había que echar al PNV’.  Parece que al pueblo vasco le ha parecido mejor echar a Podemos de su parlamento: cero escaños”. La prepotencia de Pablo Iglesias y Pilar Garrido (Miren Gorrotxategi bastante ha tenido con defenderse) ha sido castigada por la sociedad vasca. Su ínfimo nivel político que les ha llevado de ganar las elecciones generales en 2016 a desaparecer del Parlamento en 2024, no es ya una opinión: es un hecho probado. Las lecciones se han acabado.

Cuatro años dan para mucho

Si Imanol Pradales consigue la lehendakaritza finalmente tendrá cuatro años por delante para consolidarse como lehendakari. Cuatro años en los que pueden pasar muchas cosas en política. Según el ritmo actual, podremos vivir dos o tres elecciones generales, además de unas municipales y forales, y las europeas de junio, por supuesto. Cristina Hernández recordaba el lunes que ese día se cumplían cinco años del debate electoral con Pablo Casado, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias. Solo han pasado cinco años y únicamente Sánchez sigue en política. Así es la democracia hoy: ritmo alto y ninguna certeza… Salvo que el PNV estará ahí.

El día de las librerías

Suelo coincidir con las opiniones de Juan Ignacio Pérez Iglesias (¿y quién no?), pero lo que tuiteó ayer me pareció especialmente acertado: “En el Día del Libro, salvo que no te quede más remedio, no compres en línea y, menos aún, en Amazon y similares. Que el Día del Libro sea también día de las librerías. Las librerías son focos de cultura, lugares de encuentro, espacios para la vida. Mantén vivas las librerías”. Desde que en casa leemos tres en vez de dos (y espero que dentro de poco lo hagamos cuatro), visitamos más librerías de segunda y primera mano. Un pequeño lujo (porque lo es) que no renunciamos a seguir dándonos.

Secretos oficiales  y sin caducidad

PP y PSOE, este último con Podemos y, ahora, Sumar, como socios, se han negado consecutivamente a reformar la Ley de Secretos Oficiales que en España sigue vigente desde el franquismo, reforma que persigue con perseverancia Aitor Esteban desde hace varias legislaturas. Pero, ¿por qué lo hacen? En el Huffington Post explican que esa ley permite que el gobierno evite dar explicaciones sobre actuaciones policiales, por ejemplo. La ley vigente, la franquista, no marca plazos para levantar esos secretos, y eso evita que la ciudadanía no tenga acceso a información sobre actuaciones del Estado que nunca verán la luz.

Y ahora, ¿qué?

No estoy de acuerdo con que los estados español y francés mantengan una frontera dentro de mi país, y estoy a favor de facilitar la vida a las personas emigrantes que llegan a Europa buscando un futuro mejor y ayudando en el reemplazo generacional. Pero creo que Aek, en su alocada cesión de “la carrera del euskera” a causas políticas (que no sociales), ha patinado con la “acción de desobediencia” que permitió cruzar de Irun a Hendaia a 36 personas migrantes. La celebración por esta acción me gustaría verla también en Sopuerta, donde un pueblo que ha elegido un alcalde de Bildu rechaza un centro de menores no acompañados.

Más bien, la política le ha dejado a ella

Hay un aforismo en mi gremio que dice que cuando alguien anuncia que deja la política, lo más probable es que la política le haya dejado antes a ella. Creo que esta sentencia es perfectamente aplicable a Maite Pagazartundua, el último vestigio de UPyD en activo (sin contar a Toni Cantó, que puede volver a en cualquier momento), y también de Ciudadanos. La eurodiputada, que empezó en el Parlamento Vasco con el PSE, volverá, según The Objective, a su puesto de “empleada pública” en Logroño y, según “citadas fuentes”, “tiene muchas ganas de seguir escribiendo”. No se me ocurre nada más bonito que hacer en la vida.

Piensa que el único listo es él

Solo el hecho de que el hijo de que José María Enríquez Negreira comente las actuaciones arbitrales resulta insultante. Él, que según el informe judicial se llevó 6.000 y 7.000 euros por del Barça por dos informes arbitrales y que hacía de chófer de árbitros y evaluadores de árbitros, ahora ha lanzado un vídeo chulesco en el que sentencia: “Soy el hijo de Negreira, ¿y?”, después de hacer algunos intentos de chistes sobre su aspecto y filias deportivas. Cuando lo vi solo pude pensar una cosa: de verdad cree que todas y todos somos tontos menos él. Lo cierto es que viendo cómo actuaba su padre, igual tiene motivos para pensarlo.

La verdad tozuda

La verdad tozuda para el hijo de Negreira, su padre, el Barça y el fútbol, es que lo del FC Barcelona tiene muy mala pinta: ahora el juez “amplía la investigación a los auditores de FC Barcelona” (Palco 23), en un movimiento lógico. Porque, ¿qué hacían las y los auditores, que no vieron esos pagos a las empresas de Negreria, presidente tras presidente? ¿Hacia dónde miraban? Y solo estamos hablando de la posible compra de arbitrajes, porque esas y esos auditores también tenían que ver la ingeniería contable, la bancarrota inminente, y ahora tienen que ver los cambalaches. La verdad tozuda es que nos tratan como si fuéramos tontas y tontos.

¿Prefieren negociarlo antes de una votación?

En España pueden cabrearse todo lo que quieran, pero las y los culpables de que los partidos nacionalistas más pragmáticos arranquen, antes de las votaciones, transferencias y avances para su reconocimiento nacional son quienes han integrado los diferentes gobiernos de España: el PSOE podía haber acogido esta semana las enmiendas del PNV y haber aprovechado su mayoría integradora, pero ha preferido “tumbar”, por ejemplo, su petición para “incluir la autodeterminación en la Constitución” (El Nacional). ¿Prefiere el PSOE que se la arranquen las y los de Esteban antes de una votación? ¿Quién promueve este mercadeo?

Los 10 años de Podemos

He esperado pacientemente al editorial en Diario Red, el digital que dirige Pablo Iglesias, para poder trasladar a esta columna su visión del décimo aniversario de Podemos. Lo he leído con mis mejores intenciones, y he acabado frustrado porque una cosa es edulcorar la historia (que lo esperaba, y otra escribir líneas como estas (hay más) sin sonrojarse (al leerlo sí da rubor): “Esto sí es una innovación que ha traído Podemos a buena parte de la izquierda española —nos atreveríamos a decir que al conjunto del sistema de partidos—, el otorgar todo el poder a las bases en las decisiones políticas más importantes”.

No, no cambió el mundo

Por mucho que se empeñe en demostrarnos que cree que todos menos él somos tontos, respeto profundamente a Pablo Iglesias porque cuando todo el mundo le decía después de aquel 15-M: “Pues si no te gusta, funda un partido”, lo hizo. Podemos agitó el tablero político, pero va a disolverse como un azucarillo y Sumar ocupará el puesto residual de Izquierda Unida. Esa es la verdad. No cambió el mundo, ni la juventud: personajes como el youtuber TheGrefg, que “compró un bloque de pisos en Andorra” y “ahora amenaza con desahuciar a una inquilina de 80 años” (Xataka), son el ejemplo de que España sigue siendo así.

Es un problema europeo

La dependencia de Europa hacia Rusia como principal proveedor, junto a las petrodictaduras de Oriente Medio, era un plan sin dudas: solo podía salir mal. Y así está saliendo. La dependencia de Europa hacia EE.UU. después de la invasión de Rusia sobre Ucrania lleva el mismo camino: solo puede salir mal. Y así va a salir a menos que “el núcleo duro” (El Independiente) decida sustituir el apoyo militar americano por apoyo militar, logístico y diplomático europeos en dosis todavía mayores. Hará falta un relato para justificarlo, y este pasa por decir la verdad: el avance de Rusia es un problema europeo que debemos resolver, y no disolver.

La revolución a ratos

Primero fue el sistema de apertura: el de los Tesla fallaba a bajas temperaturas. Ojo, no a bajas temperaturas extremas, sino a las muy bajas temperaturas habituales en amplias zonas de EE.UU., uno de sus principales mercados. Después comprobaron que el frío hace que “que se reduzca la autonomía de las baterías y se ralenticen los tiempos de carga” (Motorpasión). Y por si todo esto no fuera suficiente (si consigues abrir el coche tienes que llevarlo a cargar), “los cargadores de Tesla, que son el estándar ya para casi todos los vehículos eléctricos en EE.UU., no funcionan bien con temperaturas tan bajas, generando cierto caos”.