No es la inmigración

Pocas exposiciones más claras sobre el relato político que este tuit de César Calderón: “Estos son los datos de la emigración en Alemania. Como pueden ver, Turingia y Sajonia son dos de los estados con menor porcentaje de todo el país. Es decir, el resultado de la AfD no se debe a la emigración en sí, sino a que han ganado el relato sobre la misma”. El problema no es la inmigración, el problema es que mientras buscábamos lo políticamente correcto hemos dejado la puerta abierta a los populismos de base fascista. Y así nos va: en Alemania pero también en Euskadi, donde el relato actualizado (en este caso, lo mal que está todo) tapa al pasado.

No ha funcionado

Sobre el triunfo de la AfD en Alemania, Antoni Gutiérrez aporta un dato muy llamativo, también en X: “La extrema derecha gana unas elecciones en Alemania por primera vez desde la II Guerra Mundial. Fue en Turingia. Entre la Generación Z, consiguieron 5 puntos más de apoyo. Fue el grupo que más los respaldó”. Es decir: entre los 18 y los 24, entre quienes votaban por primera vez, la ultra fue la opción más elegida. Coincide con la generación más desinformada por TikTok, Instagram, WhatsApp y Telegram, y por supuesto esto no es casualidad. No llamar “nazi” a los nazis y llamar “fascista” a cualquiera no ha funcionado.

No informan

Si no queremos acabar viendo a los populistas que esconden su pasado fascista gobernar Euskadi, tenemos que empezar a avisar seriamente de la desinformación. No solo la hacen los Alvise y Negre en España, aunque estos la subliman, como expone el ministro Óscar Puente en X: “El año pasado acudí al festival Mad Cool con mi hija, entonces menor de edad. Negre y Alvise difundieron fotos mías con ella insinuando que era mi amante o algo peor. Hoy la Agencia Española de Protección de Datos ha condenado a Negre a pagar 5.000€ de multa”. “Este año su medio ha vuelto a hacer lo mismo difundiendo un vídeo. La respuesta llegará”.

Viajarán las y los ricos

En el manual del buen populista vasco de base fascista, antes que el de la inmigración, sobre la que posturean (manteros, refugiados) pero en campaña no dicen nada, aparece el capítulo del turismo. Lo puto peor que le ha pasado a Euskadi, según estos lobos con piel de cordero. Sí creo que Airbnb es uno de los principales problemas de nuestra sociedad, de mucho más calado de lo que parece, pero también soy consciente de que si regulamos el turismo solo viajarán las y los ricos, como va a pasar en Italia, donde van a imponer “tasas más altas y en más lugares para los viajeros” (Xataka). “Hasta los 25 euros” por noche y turista.

Ni Barça, ni Madrid…

Pablo Fornals se ha convertido en la voz de quienes estamos hartos de que en la prensa deportiva o las secciones deportivas de los medios generalistas, hasta cuando mencionan a nuestros equipos, acaben hablando de Real Madrid y FC Barcelona. Hasta los balones hemos acabado en Bilbao de Laporta, Deco y Flick. Y ahora parece que toca hablar de Mbappé, marque o no marque. Si por algo nos gusta el fútbol es por las miles de historias que guardan aficiones, equipos y jugadores. Si solo hablan de un futbolista y de dos clubes, las y los compañeros se estarán equivocando.

¿Se cree el «Patriota» de ‘The Boys’?

Ojo a este tuit y su respuesta: “La compra de Twitter por parte de Elon Musk se convierte en el peor negocio para la banca desde la gran crisis de 2008. Las pérdidas potenciales de la red social ya superan los 2.000 millones de dólares”, según Al Descubierto. Pero Miguel García Álvarez respondía con otra clave: “La compra de Twitter no fue una compra para logar beneficios directos, fue una compra para influir y controlar la narrativa y la conversación en Internet. Fue una forma de intervenir para imponer una visión del mundo. Un coste del 1% del patrimonio de Musk es una ganga”. ¿Acaso Elon Musk se cree el “Patriota” de ‘The Boys’?

No lo hizo solo

En Wired hemos leído esto otro sobre X, también, interesantísimo: “Un tribunal californiano ordenó la publicación de la lista de inversionistas que apoyaron la adquisición de Twitter”. “Entre los nombres más conocidos está el de Jack Dorsey, cofundador y ex CEO de Twitter, quien anteriormente había criticado duramente las acciones de Musk. También figuran en la lista el príncipe Alwaleed bin Talal al Saud, de la familia real saudí, e importantes empresas de inversión como Baron Opportunity Fund y Andreessen Horowitz. También hay exponentes del star system como el rapero Sean ‘Diddy’ Combs”.

Son responsables

¿Sabían Dorsey, el príncipe saudí, los inversores y el rapero que el plan de Musk no era ganar dinero sino favorecer una ideología ultraconservadora y friki? Ahora que todas y todos lo sabemos y que el negocio parece ruinoso, ¿van a desinvertir o reclamar algún tipo de compensación a Musk? Si no lo hacen seguirán siendo responsables de noticias como la que tuiteaba John O’Brennan en una respuesta, precisamente, a Elon Musk: El 83% de las reclamaciones de gobiernos autoritarios para censurar cuentas en X han sido admitidas. Yo lo que veo son motivos de sobra para abandonar esta red social.

El gran negocio de Musk

El gran negocio de Elon Musk, el que le reporta beneficios millonarios con los que sufragar sus cruzadas ideológicas, no es X, evidentemente, tampoco Tesla, sino Space X. Su empresa de cohetes va como eso, un cohete: “La decisión está tomada: Space X rescatará a los astronautas de la NASA y la nave de Boeing volverá vacía” (Xataka). La empresa aeroespacial es ya un proveedor habitual de la NASA y, además, posee una tecnología única que le permite recuperar y reutilizar las diferentes partes de las naves varias veces. En la NASA, que es pública, también saben a quién enriquecen, ¿debería de importarles?

Qué inteligencia artificial buscamos

Resulta muy interesante observar el ranking que hace Andreessen Horowitz con las 50 inteligencias artificiales más usadas, y que recogen en Microsiervos. Parece que buscamos “herramientas creativas para fines específicos, como la generación y edición de contenido: imagen, video, música, etc.”. A las otras IA, esas con las que podemos conversar, empezamos a darles un uso significativo “reemplazando con sus consultas a la tradicional pregunta a Google”. Esta es la tercera vez que Horowitz publica este ranking, en el que se ha mantenido al frente todo el tiempo ChatGPT. Por detrás se sitúan Perplexity y Claude, y sube Copilot, de Bing.

El mundo se abrasa

Sé que escribir esto cuando estamos un poco cansados de este junio gris puede resultar extraño, pero lo cierto es que el mundo se abrasa, y que todas y todos somos conscientes de que la verdadera rareza es un día despejado pero fresco: en cuanto se van las nubes las temperaturas suben como llamas. Y en algunas partes del planeta, como India, ya no es noticia llegar a los 50 grados durante el día. 50 grados centígrados, sí, no se trata de una confusión o una traducción errónea. La pieza en Reuters y el vídeo que han publicado en X, de los bomberos que en Delhi combaten esta nueva realidad, son muy recomendables.

Y nos afectará

Ese verano abrasador acabará por llegar a Euskadi y echaremos de menos estos días grises. No solo vendrá, es que será cada vez peor, y nos afectará local y globalmente: cambios en los cultivos y las cosechas, encarecimiento de los productos… Y por supuesto, en algunas latitudes habrá una afección directa a su economía: “El turismo masivo tiene los días contados en España gracias a un fenómeno fuera de su control: el calor extremo” (Xataka). Es tan sencillo como esta conclusión del estudio que recogen: “A medida que en España se suceden las olas de calor, con temperaturas tórridas, los turistas pierden interés en visitar el país”.

¿Queremos pagar el precio?

Para no aumentar la temperatura del planeta tenemos que cambiar nuestro modo de devorar los recursos naturales. Y eso pasa por viajar menos. ¿Estamos dispuestas y dispuestos? Yo, sí. A lo que haga falta para bajar mi impacto sobre el planeta y, sobre todo, el nivel de hipocresía social. Por ejemplo: no queremos un Airbnb en nuestro edificio ni nuestra ciudad, pero sí lo buscamos cuando salimos a turistear. Mi posición es clara: cerrojazo al piso turístico, incluso siendo consciente de esto que alzan al titular en El Blog Salmón: “Ganan los residentes, los hoteles (mucho) y pierden los propietarios y los viajeros (muchísimo)”.

Venga, hablemos de política

Todo es política, lo sé, también los nuevos modelos de consumo o el límite (mejor la prohibición) de los apartamentos turísticos. Pero en el titular del párrafo me refiero a esto de El Nacional: “Illa solo ve viable un acuerdo con ERC y Comuns: ‘O pacto progresista o repetición electoral’”. Esta semana que en Euskadi el lehendakari presentaba su gobierno, en Catalunya ponían en marcha la cuenta atrás de dos meses para una repetición electoral si los partidos no se ponen de acuerdo: Illa o Puigdemont a la primera, o Illa o Puigdemont a la segunda. Solo queda saber qué hará ERC y cuándo lo hará.

Y hablemos de humanidad

Esto que denuncia la Fundación Fernando Buesa no es política, es humanidad: “Otro año más vuelve a suceder en las fiestas del barrio de Judimendi en Vitoria-Gasteiz: carteles en apoyo a los presos de ETA, entre ellos, a Diego Ugarte, condenado por asesinar a Fernando Buesa y Jorge Díez. Esta la realidad en algunas calles y fiestas populares: empatía hacia los victimarios y olvido y humillación para las víctimas”. Y ya sabemos, porque todos los actores de aquel conflicto con GKS lo dijeron alto y claro, y porque llevamos décadas viéndolo, que Bildu tiene mando en plaza directo en el control de las txosnas de las fiestas. Y lo ejerce.

Pues eso: «Fuga»

Cada persona hace con su carrera lo que quiere pero, por favor, que las y los médicos que han preferido ir al extranjero para ganar más dinero después de hacer sus carreras en universidades públicas, no me vengan luego con lo de la “vocación”: “Fuga de médicos: 1.200 se han marchado de España en apenas tres años” (The Objective). No podemos competir con las libras ni con los dólares, pero pagamos con nuestros euros facultades y hospitales universitarios. La mayoría se queda pero una minoría decide irse solo por más dinero, porque la suya es una profesión bien pagada. Hablémonos como personas adultas para variar.

Es una puta guerra

Ucrania ha sido invadida por Rusia por la cara. Ni siquiera en esto estamos de acuerdo: quienes beben de las fuentes del Kremlin argumentan no sé qué de la historia y la defensa ucraniana. Una defensa militar que no tiene que ver con la rusa, completada con legionarios y escoria violenta carcelaria. Para hacerles frente “Ucrania recluta a la fuerza a más soldados” (DW) que no deben ser armadas para defenderse, según algunos partidos y sus líderes, que no se cortan en darnos lecciones. ¿Quién está de acuerdo con dejarles sin balas, sin drones explosivos y sin tanques? Si no te hierve la sangre con la respuesta no tienes nada de antifascista.

Y esto es política

¿Quién ha pagado los gastos derivados de la estancia obligada de Carles Puigdemont en Waterloo? No lo pregunto para conocer los nombres, sino para dejar claro que esas personas merecen especialmente la batalla que está plantando el president: tanto esfuerzo, también económico, ¿para nada? El de Junts debe a sus votantes y, en mayor medida incluso, a quien le ha sostenido estos años, luchar con uñas y dientes por volver al Palacio de la Generalitat y por revivir un proceso independentista que la justicia española rebanó con penas de cárcel injustas. He sido muy crítico con Puigdemont, pero esta lucha le legitima.

Debemos proteger lo público

Para mí, “debemos proteger lo público” es algo más que una pancarta o un hashtag que forma parte de una estrategia: “Proteger lo público” no es gastar como si las instituciones tuvieran una máquina de hacer billetes, sino preservar lo que posibilitamos con nuestros impuestos y nuestra actividad económica. Y pongo un ejemplo lejano porque siempre se entienden mejor, esto de Vozpópuli: “La nueva obsesión de los ladrones en Madrid: roban puertas de contenedores de ropa que valen 350 euros”. Madrid tiene que hacer todo lo posible para que a nadie le salga rentable robar, vender y comprar lo que pagan sus contribuyentes.

No es ninguna tontería

Entiendo la tentación que han tenido en Xataka de presentar a Elon Musk como un tipo impulsivo y caprichoso: “Elon Musk ha descubierto que si despides a todo el equipo de supercargadores de Tesla se para su desarrollo: los ha vuelto a contratar”. Pero creo que en el cuerpo de la noticia hay un detalle revelador: “Las acciones de Tesla recuperaron algunos enteros en su cotización” después de los despidos, ya que habían bajado por el descenso de ventas. Y esta es mi lectura: Musk sabía perfectamente que deshacer y recuperar “una de las divisiones con mayor proyección de crecimiento de Tesla” era bueno para las y los inversores.

Se me acaban los calificativos

Se me acaban las palabras para describir de modo crudo y llamativo, para que no lo pasemos por alto, lo que está haciendo el gobierno ultraderechista de Israel sobre la población palestina: “‘Miles’ de camiones de alimentos quedan varados en Egipto tras el cierre de cruce de Rafah” (Infobae). Nada justifica la masacre, ni Hamás, con todo lo reprobable y grave que ha hecho, que es muchísimo, ni los juicios pendientes por corrupción de Netanyahu, ni la ideología sionista y ultra de su gobierno, ni la presión a Biden, nada justifica esta salvajada sobre población civil machacada sin piedad ni motivo.

Evidentemente

Estamos en pleno mayo, mes de las comuniones (aunque cada vez, menos) y de sus respectivos banquetes y regalos. En Pantallas Amigas también lo han tenido en cuenta y por eso han escrito un muy oportuno post: “Seis razones para no regalar un móvil en la primera comunión”. A saber: no es la edad adecuada (de hecho, sugieren que sea a partir de los 12 años), no es necesario, dificulta el desarrollo pleno, no parece que el móvil como regalo sea un buen punto de partida porque conlleva nuevas responsabilidades para la o el menor, y además añade un nuevo trabajo a los habituales de la crianza. A mí me han convencido.

La gran hipocresía

La de la energía es la gran hipocresía de nuestro tiempo: no queremos explorar el subsuelo ni poner placas o aerogeneradores en el entorno, pero sí queremos traer gas o lo que haga falta de donde sea. Otra hipocresía (porque superan con creces la contradicción): “La gente dice que le preocupa el cambio climático pero el turismo está batiendo todos los récords en España y el mundo” (El Blog Salmón). Viajamos por encima de nuestras posibilidades, no ya económicas, sino planetarias: el mundo que difícilmente nos sostiene con nuestro consumo diario va a llevarse ración y media de gasto de recursos solo para que veamos tres ciudades más.

Y que venga a mi ciudad

Es evidente que tiene menos impacto ecológico que se traslade un equipo a varias ciudades, que miles de personas lo hagan para ver a su ídolo. Pero ya no se trata de la típica furgoneta o autobús con la estrella y el camión con el escenario detrás: “La última gira mundial de Taylor Swift se ha cobrado una víctima y es la Tierra: 286.000 km en jet privado” (Xataka). “La exitosa gira The Eras Tour ha convertido en milmillonaria” a la cantante, por lo que sí debería de ser exigible una parte de sus beneficios ayuden a reparar su impacto. Taylor Swift es el ejemplo, pero también puede ser la palanca para proyectar una conciencia global necesaria.

Ya sé que no está de moda

Dejo para el final una cuestión que, para mí, debería de abrir esta columna. Pero es un tema que parece que nos importa cada vez a menos personas, que no está de moda, que mencionarlo es incluso negativo para mantener viva la memoria. Nuestra memoria. La memoria del sufrimiento, la desazón y la rabia: “La abstención de EH Bildu frustra un texto de condena de todos los atentados de ETA y, en especial, del asesinato de Tomás Caballero”, leo en la cuenta en X del Parlamento de Nafarroa, y pienso que algunos no han avanzado nada pero han logrado que la sociedad involucione hasta la glaciación. Qué pena.