Venezuela

Soy pesimista respecto al futuro de Venezuela. Lo soy porque es evidente que Maduro sigue al frente del país con el apoyo del ejército, con el respaldo de países como Cuba, China, Rusia y Corea del Norte, y con todas las dudas sobre el resultado de las elecciones (sigue sin hacer públicas las actas de las votaciones). Y lo soy porque la oposición hace un juego extraño, proclamando a Edmundo González sin efectos prácticos y con compañeros de viaje muy poco recomendables (lo más ultra del PP y los ultras de Vox). Hablamos de una dictadura de facto y de una oposición cuyas acciones que despistan. Y hablamos de un pueblo que sufre.

Hablan para tontos

Vamos a hablar claro porque es jodidamente necesario: si te cuelan esto es porque eres tonto. Me refiero a lo que dijo Alice Weidel a Elon Musk: “Hitler era socialista y antisemita. Alternativa para Alemania es lo contrario” (El Independiente). Hay más: “Cuando los inmigrantes entran en este país tan raro, tiran sus pasaportes, y así se pueden quedar, y eso lo permiten los gobiernos”. La líder de la AfD también arremetía contra los impuestos (se declara “conservadora libertaria”), las energías verdes y la burocracia. Por supuesto, remó a favor de Rusia tras su invasión sobre Ucrania. Y todo con el archimillonario asintiendo.

El ejército español cuenta con Elon Musk

Esta semana he leído algunas crónicas sobre cómo Musk, además de dar un altavoz a la extrema derecha alemana, hace negocios con el gobierno de extrema derecha (blanqueado) italiano. En España hemos visto golpes en el pecho y vestiduras rasgadas, pero nadie ha comentado esto que hemos descubierto en El Debate: “Space X pondrá en órbita el satélite de defensa español SpainSat NG I”. Así que este gobierno español tan progre, tan chahi, tan digno y tan antifascista, cuenta con la empresa espacial de Elon Musk para lanzar el satélite que “proporcionará comunicaciones más seguras a las Fuerzas Armadas españolas”.

Sobran

Esto no hay quien se lo meriende: “El Rey concede el Toisón de Oro a la Reina Sofía por su entrega y dedicación a España”. Por pequeño que sea el gasto (que un collar de oro así, gordote, muy barato no parece a menos que sea chapado), considero un exceso por quién lo genera (el que lo impone) y por quién lo recibe (su madre). Además, ¿cuáles son los méritos reales de Sofía de Grecia? ¿Acceder a un matrimonio y a tener un hijo (no le valieron las hijas) para asegurar el modo de vida de dos familias reales (la española y la griega), y ser “discreta” (aquel eufemismo) ante las correrías de Juan Carlos I?

Pero Piqué tiene su dinero

Me han sorprendido las declaraciones de esta semana sobre la supercopa de España y cómo parece inevitable que se celebre en Arabia Saudí. ¿Quién necesita esos millones que dice generar y que se reparten de manera desigual sistemáticamente beneficiando, otra vez, a FC Barcelona o Real Madrid? ¿Qué tiene que pasar para que nuestros futbolistas entretengan a jeques millonarios y machistas? Porque parece que esto no es suficiente: “La afición del Mallorca denuncia acoso y tocamientos en Arabia Saudí” (El Nacional). ¿O todas y todos tenemos que aguantarnos para que Piqué cobre su prima anual “de éxito” de cuatro millones?

Pero el problema es que Ucrania pide armas

Me ha indignado leer en algunos medios progres, de esos en los que los políticos (en masculino) nos enseñan a hacer nuestro trabajo a las y los periodistas, que Ucrania es “belicista” porque pide a Europa y EE.UU. más armas para defenderse de la invasión rusa. En esos medios progres, esos políticos y periodistas progres, no son capaces de ver lo que Putin hace: invadir militarmente un país apoyándose en una dictadura, Corea del Norte, y devolver el favor con animales del zoo de Moscú y un millón de barriles de petróleo que permitirán a Kim Jong-un seguir fabricando armas y machacar a su pueblo. Pero el belicismo es el de los otros.

Tenemos que formatearnos

Mientras la izquierda que puedo leer obvia la realidad, la derecha del mundo obvia la humanidad: “Estados Unidos veta por cuarta vez una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pide un alto el fuego en Gaza” (Público). Esto es sencillamente intolerable. Y no lo hace Trump, sino Biden. Porque con Trump todo va a ser peor (por desgracia veremos cómo podrá ser peor en Gaza o Líbano, porque yo no puedo imaginármelo). De hecho, estoy seguro de que si la administración Biden hubiera sido más valiente igual Harris estaría en la Casa Blanca. Pero qué sabré yo. Solo sé lo que siento.

El pensamiento crítico

He encontrado en Yorokobu un texto muy interesante sobre el pensamiento crítico: “Pensamiento crítico no es protestar. No es llevar la contraria. Ni es hablar más alto que el de enfrente”, escribe Enrique Tellechea, que sugiere cosas muy interesantes: “Creer es fácil”, “saber es más trabajoso. Requiere interés verdadero y no dejarse llevar por los sesgos”. Como buena reflexión, hace una buena pregunta: “¿Cuantas veces has dicho: ‘No tengo una opinión formada sobre esto’?”, pero me quedo con esta frase: “El espíritu crítico empieza por cuestionarse a uno mismo, no al prójimo”. Mejor dicho, imposible.

Somos gilipollas

No lo he hecho, no lo haría nunca, pero me incluyo, sí, porque soy de los que va al campo cada quince días, porque hincho la burbuja futbolística y porque formo parte de esta sociedad enferma: “Obligan a un niño de cinco años a quitarse la camiseta de su equipo para entrar a Montilivi” (20 Minutos). Solo espero que quien ha forzado a ese niño a quitarse su camiseta ahora mismo lo esté pasando mal, con una vergüenza y una culpa que tarde en superar. Aunque me temo que no va a ser así, que quien no tiene corazón, ni moral, ni ética, ni nada, no va a verse afectado por un señalamiento que debería ser más expreso.

Triangulando

“Aldama se sintió traicionado por Rubiales en plena negociación de la Supercopa: ascendió al Andorra de Piqué y no al Zamora”. Esto es precioso, joder. Da para chiste: ¿cuál es el colmo de la España de los favores pagados? Que el Andorra de Piqué subiese inmerecidamente antes que el Zamora de Aldama. Porque hablamos, de base, de una decisión que se ha revelado como arbitraria por parte del presidente de la RFEF, y que viendo cómo funcionan todos los mencionados en el elocuente titular en El Periódico de España, esa arbitrariedad seguro que se apellidaba Subasta. Por supuesto, el que consiguió la reunión fue un tal Koldo.

No merecen ni un voto vasco

El PP, por unirse a la extrema derecha sin ruborizarse en España y en Europa. Y el PSOE, porque Pedro Sánchez solo pretende entretenernos y despistarnos con el único objetivo para seguir en Moncloa. Ni uno de los dos grandes partidos españoles se merecen el voto. Lo tengo aún más claro después de la “nueva carta a la ciudadanía” del presidente, de la que hablaremos aunque no queramos en la recta final de la campaña; de la certeza clara ya de que Begoña Gómez, cuando menos, pidió favores sabiendo que podía beneficiarse de ser la cónyuge de Sánchez; y de la intervención de un sistema judicial que convive con el PP mucho más de lo soportable.

Aguantavelas y chupacirios

Los partidos en los que se divide la izquierda española tampoco merecen un solo voto vasco: vemos su soberbia injustificable en los debates y vemos lo poco que les importa todo salvo su lucha cainita. En Sumar, además, vemos su campaña horrorosa que ahora pasa por el seguidismo al Sánchez más victimista. Y hemos visto a qué va a Bruselas la izquierda vasca: Pernando Barrena solo estuvo la mitad de la legislatura como eurodiputado, hasta que cedió su escaño a la candidata del BNG y él pasó a ser su asesor. Y en todo momento trabajó para Bildu, no para Euskadi. De esto va lo del domingo, de nada más. Que no nos despisten.

En todo momento y en todo lugar

De la extrema derecha española que articula en Vox no voy a hablar. Y de Alvise Pérez ya he hablado, mucho más de lo que merece su limitadísima propuesta. Prefiero hablar de nosotras y nosotros, la prensa y la ciudadanía, que hemos comprado las mierdas fascistas sin desearlo (como compramos tantas otras mierdas): la televisión pública alemana ha preguntado “a su audiencia si le gustaría ver más jugadores blancos en la selección nacional” (Público). Este es el ejemplo de cómo todo esto empezó con programas en la televisión para paradas y parados cabreados, y ha acabado con los ultras dictando argumentarios.

Y con sexo

Mientras buscaba noticias sobre la campaña europea en Euronews (era fácil pensar que ahí encontraría alguna) me topé con esta otra: “Musk’s X actualiza su política para permitir oficialmente a los usuarios publicar contenido pornográfico”. Ojo, que el debate es interesante: en Internet hay porno. Mucho. Muchísimo. Algunas redes sociales luchan por mantenerse al margen, otras simplemente no toman una decisión (pero de facto lo acogen), y ahora X, que era de esas que dejaban hacer, ha dado un paso novedoso e interesante: acogerlo siempre que esté “distribuido de forma consentida” y “debidamente etiquetado”.

El mundo es para ellos

Uso el masculino porque es evidente que la mayoría de los chulos millonarios son hombres y que esto no puede ser una casualidad. Esta vez me refiero a Gerard Piqué y Luis Rubiales, de nuevo, que según The Objective, “negociaron con la UEFA montar una Eurocopa de clubes cuatrienal”. Por partes: es lícito que uno tenga una idea que cree magnífica y utilice sus contactos y recursos para venderla y sacar un beneficio. Está claro que estos dos personajes tienen una sed de dinero desmedida y que sus ideas no son tan buenas como rentables (para ellos, por supuesto). Necesitamos que el fútbol que beneficia a estos tipejos implosione.

Primera

La invención: Isabel Díaz Ayuso es una señora de setenta años que lleva oyendo la COPE, leyendo el Abc y viendo los informativos de Antena 3 toda la vida: “Quiere que las democracias hagan con Hamás lo mismo que con ETA. Tú mata, que yo te daré una comunidad autónoma” (El Independiente), dice sobre Pedro Sánchez. La realidad: no me gusta el presidente español y la utilización que hace del Estado para su propio sostenimiento, y no me gusta una presidenta autonómica imitadora de Trump o Milei. Ni uno, ni la otra, son hoy opciones políticas atractivas ni cuando compiten entre sí, y menos aún en la campaña en la que estamos ahora.

Segunda

La invención: Santiago Abascal es ese amigo de uno de la cuadrilla que aparece de vez en cuando, un sábado por la noche, se cree muy gracioso, hace ruidos a los grupos de chicas como si fueran ganado, y cuando lleva dos gintónics empieza a mezclar su machismo con la política: “Pedro Sánchez es un títere de su mujer. ¿Va a declararle la guerra a la Argentina?” (El Cronista). Ahí queda eso del artista, el máquina, el jefe. La realidad: la consistencia de Abascal (y la de Vox) es tan baja que ha quedado desdibujado siendo el que recibió al presidente argentino y regaló al español el enésimo golpe de catapulta antes de una campaña.

Tercera

La invención: Jesús Albiol, el concejal de Cultura de Vox en Borriana, es ese compañero que trabaja en la delegación del Mediterráneo al que ves en Teams una vez al trimestre y que va a los toros, a misa, come el arroz al horno que le hace su mujer los miércoles y la paella valenciana que le hace su madre los domingos, va perfectamente planchado aunque no plancha y, por supuesto, sabe que la cultura es el intento de la izquierda para acabar con los valores tradicionales. La realidad: el alcalde, Jorge Monferrer Daudí, del PP, le ha corregido y ha adquirido finalmente para la biblioteca del municipio ‘20.000 especies de abejas’.

Cuarta

La invención: Luis Rubiales es ese padre separado cuyo hijo va al mismo equipo de fútbol que el tuyo, y que siempre está hablando de los planes que hay que hacer, que parece que ya ha estado en todos los sitios, que cambia de coche casi cada año, que no tienes muy claro en qué trabaja pero siempre tiene tiempo y dinero, y que conoce a los jugadores del Athletic de montar cosas en sus casas: “Rubiales ofreció a Piqué y Messi ‘30 kilos’ de la UEFA por sus pérdidas salariales en pandemia”. La realidad: a veces podemos resumir personalidades o situaciones que se dan durante años en titulares. Este en The Objective es uno de ellos.

Quinta

La invención: José Bordalás es el compañero de trabajo tóxico, que trata bien a las y jefas y los jefes, y mal a sus iguales, ese que algún día se equivocará de persona a la que fastidia y se llevará un merecido empujón. En la cuenta en X de Dazn muestran “el enganchón de Bordalás y un miembro del cuerpo técnico del Alavés al final del partido”. La realidad: el entrenador del Getafe no ha mejorado a casi ningún jugador que ha pasado por sus manos, ha hecho que los fuertes se tiren por los suelos en cada roce, provoca al público y a los rivales, y cuando le haces frente se victimiza cobardemente. Es lo que no queremos en el deporte.

El gran milagro bancario

¿En qué manos vas a dejar tu dinero si no es en las de quien lo multiplica? “La gran banca”, como la llaman en The Objective, es la que obra el milagro de los panes y los peces pero con billetitos (y no del Monopoly): “Obtuvo 6.600 millones en beneficios en el primer trimestre, un 17,2% más”. Si pudiese poner un meme en esta columna, sería el de Leonardo DiCaprio lanzando dinero: les daría mi dinero si lo tuviese. ¿Quién no lo haría ante estas cifras, ante estas ganancias, ante esta magia? Porque es magia: mientras la mayoría contamos euros de cabeza en el supermercado, los bancos cuentan millones en un Excel. Quién pudiera.

Pablo (Motos), guíanos

Un poco más preocupado que la gran y milagrosa banca española, está Pablo Motos. No por dinero, por lo que parece, sino por los contenidos: “Van a cambiar las leyes y no vamos a poder hacer esta tertulia?”, clamaba en El Hormiguero, ese programa que tanto hace por la cosmovisión cuñada (y por eso Sánchez está empeñado en que Broncano le haga frente). Por supuesto, Motos se refería a las medidas que había anunciado pero no concretado Pedro Sánchez en su ya famoso discurso: “Me quedo”. Se queda Sánchez y deja a Motos preocupado. La España de derechas sufre. Pero la de izquierdas, que nadie lo obvie, sufre más.

Pablo (Iglesias), guíanos

En el medio on-line de Pablo Iglesias han publicado un editorial en el que, no puede ser de otra manera, nos dicen a las vascas y a los vascos qué tenemos que hacer. Como si Podemos no hubiese sido barrido por la ciudadanía, con todo el morro, hace la típica lectura madridcentrista de quien cree que su órgano reproductor masculino cree que es el centro del mundo. Y este no es un comentario machista, machista es la actitud de Pablo Iglesias (le vemos ningunear a Ione Belarra cada semana), como soberbio es su discurso y aburridos por repetitivos son sus textos y argumentos que no convencen a nadie, literalmente.

Unos caballeros

Gerard Piqué tiene dos cosas que no tiene Luis Rubiales: es guapo y de cuna alta. Solo por eso va a librarse de lo de la Supercopa: ¿quién puede decirle a un figurín de buena familia que no puede ganar demasiado dinero? Pero Rubiales se la va a jamar por mucho que intente librarse echando ahora balones fuera, como los defensas sin recursos: “Fue Piqué el que le propuso el traslado de la Supercopa a Arabia Saudí. A cambio el exjugador del Fútbol Club Barcelona habría percibido una comisión de 24 millones de euros”. Eso aseguró el expresidente de la RFEF en su interrogatorio ante el juez.

Andorra, dales duro

He perdido la pista de Piqué y su Andorra: no sé si habrá consumado su amenaza y dejará al club después de haberlo ascendido gracias, precisamente, al favor de Luis Rubiales. Lo que sí sé es que si se mantiene no tendrá problema en acreditar el conocimiento del idioma (y eso solo habla bien de él, por supuesto). Problema que sí van a tener los youtubers que emigraron al país de los Pirineos en busca de una fiscalidad más amable: “El Gobierno de Andorra exigirá un nivel A2 de catalán a quienes soliciten o renueven su permiso de residencia a partir de 2026” (Xataka). Ahora tendrán que demostrar qué les jode más. Qué maravilla.