Alucino

Alucino con que unas y otras, unos y otros, estén intentando colocarnos su discurso en vez de averiguar cómo se puede evitar que se repita al apagón del pasado lunes. Visto lo visto, ojalá hubiese sido un ataque de Corea del Norte y Rusia. Las y los que van de progres, empezando por Sánchez y acabando por los medios del rojerío español (aquí también lo vasco es españolazo, lo hemos visto), dicen que fue todo culpa de las nucleares y las empresas privadas. A la derecha nos dicen que no, que precisamente necesitamos nucleares y la culpa fue de las renovables. Y en medio, la ciudadanía que no se cree nada.

¿Quiénes son los “operadores privados”?

Aunque desde la izquierda y la derecha nos traten como si hubiésemos nacido ayer, no lo hemos hecho y sabemos quiénes son esos “operadores privados” a los que Sánchez, como líder de la izquierda española y vasca (sí, se pongan como se pongan) echa la culpa. En Xataka han hecho una buena recopilación de hechos, fuentes y empresas: Iberdrola, Endesa, Naturgy, EDP y Acciona Energía. A alguno lo conocemos por aquí porque es uno de los grandes aportadores a la hacienda de Bizkaia. Esto también habrá que contarlo, ¿no? Quien crea que son empresas de santos o demonios tiene una tarea pendiente: madurar.

El Josep Maria de cada casa

Cuenta Montserrat Dameson en El Nacional que “en Catalunya tenemos a una especie de cuñado propio, nuestro Josep Maria. Es alguien que siempre aprovecha la mala gestión política e institucional para girarlas contra la política y la institucionalidad”. En su columna, Dameson da con la diestra y la zurda a quienes intentan “infantilizarnos”, “populistas y mediocres, pero con las propuestas de su marco ideológico”. Si queremos evitarlo necesitaremos hacer un “esfuerzo para distanciarse del populismo y la mediocridad de la política sentimental que no da nunca respuestas”. Qué envidia me da no haber escrito yo esto.

Sí, Pablo

Pablo Iglesias tiene que ser un peñazo de tío. El típico que dice que se va pero siempre está ahí, que asegura que confía en ti pero te observa detenidamente, que te jura que no se inmiscuirá pero luego publica en su medio un editorial diciendo qué es lo que tiene que hacer Podemos. Resumo lo obvio: superar a Sumar, que ha sido un bluf, con la palanca del rearme. Podemos, según ese mismo editorial, estaría pensando en volver al gobierno para a PP y Vox, aunque no dice cómo. Lo que sí expresa es su desprecio por a algunos socios, como el PNV, que le hicieron vicepresidente. Seguro que Iglesias se tiene a sí mismo por un tipo humilde.

¿De dónde salió todo el dinero todo el tiempo?

Leo en Vozpópuli que “el Tribunal de Cuentas multa a Vox con 862.000 euros por recibir donaciones irregulares”. Se trata de una infracción “muy grave” y los hechos van de 2018 a 2020. “Más de 330.000 euros” los recibió Vox “en cajeros automáticos como ‘actividades promocionales’”. En total casi un millón de euros que, vaya, es muchísimo dinero. Yo lo que sigo esperando es a saber quién financió el chiringuito durante los años anteriores, en los que Abascal vivía muy bien aunque parecía un friki, y su banda de apandadores iba formándose en sigilo. Ese vivir, esos acercamientos, costaban dinero, ¿de dónde salió, visto lo visto?

Cuánta maldad junta

He estado tentado a escribir una columna de asueto, pasar de la actualidad perversa que cada día tenemos que soportar desde diferentes frentes. Pero no puedo hacerlo y menos en el día en el que una gran parte de la maldad del planeta se ha concentrado en el mismo despacho: la reunión entre Trump y Netanyahu es el encuentro de dos seres a los que las y los humanos les damos igual. El titular que han destacado en Público del evento me parece un gran ejemplo: “Trump dice que Gaza ‘es un terreno inmobiliario increíblemente importante’ e insiste en que Estados Unidos asuma el control de la Franja”. Lo dijo, sí, delante de un genocida.

Ha terminado

En poco más de un minuto, el nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney, explica con claridad que, sencillamente, “ha terminado” el mundo tal y como lo conocíamos, con EE.UU. como colaborador comercial y en materia de defensa. Su intervención, que Davor Mimica ha llevado a Bluesky con subtítulos en castellano, sirve para abrir los ojos y mirar de frente una nueva realidad. Una realidad en la que vamos a sufrir una subida de precios injusta y una quita en nuestros ahorros que no hemos decidido, y en la que la sombra de la guerra total va a planear sobre nosotras y nosotros recurrentemente. Este es el mundo de hoy. Afrontémoslo.

Primera protesta

No soy muy optimista con la reacción del pueblo americano antes la sociopatía de Trump. El presidente estadounidense cuenta con muchos medios a su favor: desde la Fox a X pasando por todos los digitales ultras y conservadores, en pantalla, en podcast o en vídeo, y dentro de nada, TikTok, por supuesto, que esa nacionalización forzada implicará que quien se quede con la mina de oro le deberá un favor. Además, los republicanos acaban de barrer en las elecciones, hace solo tres meses. Pese a ello, en la web de la BBC informan de que “miles de personas protestan en EE.UU. en la primera movilización masiva contra el gobierno de Trump”.

Otro ridículo

Al que tampoco le va mal en las encuestas, para mi sorpresa, es a Santiago Abascal. Vox resiste los empellones de Trump mejor que la economía mundial. Todas y todos esperamos, empezando por las y los del PP, que esto se corrija y que el presidente estadounidense del color de los Risketos sea un submarino para la ultraderecha del mundo, pero de momento, los ultras españoles están envalentonados: “Vox se ofrece a mediar con Estados Unidos por los aranceles en nombre de España ‘si dimite Gobierno y convoca elecciones’” (Electomanía). Es una gilipollez, sí, sin duda, pero a ellos les vale.

Es el momento

“Suspendidos los pedidos anticipados de Switch 2 en Estados Unidos por los aranceles de Trump”, este en El Plural es un ejemplo estupendo de las oportunidades que se nos plantean en Europa: aprovechar la situación del mercado para mejorar precios y suministros, e impulsar nuevos sectores. Necesitamos crear alternativas a Apple, Google y Microsoft, a Amazon y Netflix, a X y Meta, pero también a Levis, Johnson & Johnson. Y sobre todo necesitamos aprovechar las que ya tenemos: nuestro whisky es mejor, nuestro vino es mejor, nuestros cereales son mejores y, por supuesto, nuestras hamburguesas son mucho mejores.

El honor

Arnaldo Otegi acudió al 45 aniversario del primer pleno del Parlamento Vasco como líder del principal partido de la oposición. Publicó en Facebook una foto amable junto a Aitor Esteban y, según sus propias palabras, fue “un honor” para él compartir el acto con los primeros parlamentarios de Herri Batasuna en la cámara. Por supuesto, no dijo lo que hicieron: ningunear a la institución (no recogían sus actas, lo hacían pero no acudían, lo llamaban “vascongado”, etc.) y presentar a Juan Carlos Yoldi como candidato a Lehendakari, en prisión preventiva, y antes de pasar 16 años en la cárcel por pertenecer a ETA. Menudo “honor”.

No es verdad

“Los sindicatos de Educación aseguran que ‘está claro que si no hay huelgas, no hay voluntad de negociar’”. Ese es el titular en la web de EITB me parece muy representativo de la situación que vivimos en Euskadi. No es cierto, hay que decirlo con claridad. De hecho, la huelga sustituye a la voluntad de negociar porque hablamos de una huelga política (lo saben todas y todos los docentes, quienes están a favor y quienes están en contra). Y de paso, es capcioso hablar de los convenios sin actualizar como si no hubiese incrementos salariales (la primera reivindicación) o inversiones para adaptar los centros a las necesidades.

¡Claro!

El máximo responsable del blanqueamiento exprés de la izquierda abertzale (luego Pedro Sánchez ha recogido las nueces, como popularizaron socialistas y populares vascos en la época del pensamiento único en Euskadi), Pablo Iglesias, “da por ‘muerto’ a Sumar y se niega a que Podemos lo salve” (Vozpópuli). ¡Claro! Yolanda Díaz es ya una zombie política, y los que abandonaron Podemos con ínfulas (como entraron, no vamos a engañarnos), ¿cómo van a regresar? ¿A dónde? Iglesias, en RNE (¿el tertuliano VIP nace o se hace?), también vaticina que veremos traspasos de Sumar al PSOE. Pocas dudas tengo yo al respecto.

De Trump a Putin, pasando por Salvini

Hasta Abascal ha mostrado su apoyo a Marine Le Pen, no falta ninguno: desde Trump a Putin, pasando por Salvini u Orban. Toda la extrema derecha del mundo, todos los totalitaristas de moda (solo echamos de menos a Netanyahu) están con ella. Su inhabilitación es una “declaración de guerra” (France 24). Un buen punto de partida para su argumentario de llantina y dignidad impostadas: si algo se le da bien a los populismos de base fascista, lo sabemos en Euskadi, es la victimización. Es la carta que va a jugar Le Pen mientras ceba a Jordan Bardella: mucho más joven y urbano que la hijísima.

Hablando del Risketos

A las horas a las que se están imprimiendo estas líneas (sigo pensando en el periódico en papel, soy así… de viejo), ya sabremos qué aranceles ha impuesto Trump al mundo. Yo lo veo de otra manera: Trump ya nos habrá dado lo que espero que sea un impulso definitivo al nacionalismo europeo. Menos Ford, menos Coca-Cola, menos Google, menos X… Este dato que hemos leído en El Economista es muy interesante: “Wall Street sufre el peor trimestre desde la era Reagan frente al resto de bolsas”. Tenemos las alternativas y ahora tenemos el deseo de buscarlas y usarlas. Hagámoslo, cambiar algunos hábitos es realmente fácil.

Lo que diga Elon

“Musk da por amortizada su injerencia en Alemania y mira a España: ‘Le interesa que Abascal gobierne’”, leemos en Público. Parece que a la AfD no le ha ido tan bien como esperaban (pero no le ha ido mal, no lo olvidemos) por lo que su interés ahora por España puede ser hasta bien recibido por los rivales de Vox. Aunque los resultados de Alice Weidel han sido buenos, insisto, la injerencia de Musk activó el voto que ha permitido una opción de gobierno que deja al margen a los ultras. Por desgracia, aquí Núñez Feijóo lo tiene mucho más claro y sumará sus escaños a los que consiga Abascal sin dudarlo para llegar a Moncloa.

El personaje

Esta columna va sobre Elon Musk porque el personaje lo merece. No para bien, pero lo merece. La mano derecha de Donald Trump, el encargado de laminar la estructura funcionarial en EE.UU., “hizo su imperio con la ayuda del gobierno de EEUU: 38.000 millones de dólares para levantar Tesla y SpaceX” (Xataka). Pero no es solo una cosa del pasado, de cuando arrancó: Hoy, “a pesar de su discurso libertario, Musk sigue beneficiándose de contratos gubernamentales multimillonarios y de acceso preferencial a programas” públicos. Hablamos de “al menos 38.000 millones de dólares en contratos” para las empresas de Musk.

La persona

No es una contradicción que quien se ha hecho y se hace cada vez más rico con el dinero público vaya a recortar servicios a la ciudadanía: es hipocresía. Da la medida del personaje, insisto. La persona parece aún peor: “Elon Musk llama retrasado a un astronauta de la Agencia Espacial Europea y luego pide el fin de la Estación Espacial Internacional en dos años” (Microsiervos). La discusión subió de tono cuando el danés Andreas Mogensen negó que los astronautas que va a rescatar Musk con sus naves (otra misión pagada con dinero público) estuvieran abandonados. Entonces el millonario le llamó “completamente retrasado”.

Lo más ultraliberal

A menudo oímos hablar, desde posiciones que se tienen a sí mismas como progresistas, de que las y los políticos no deberían cobrar. Eso es justo lo que hace Musk, y Trump lo dice siempre que puede. Pero el responsable de DOGE (que corresponde al acrónimo en inglés del Departamento de Eficiencia Gubernamental) quiere que su ejemplo cunda: según El Debate, “Elon Musk propone que los trabajadores con un coeficiente intelectual muy alto no cobren por su trabajo” para el Estado en el citado departamento. Esto es ultraliberal, esto supone que solo los ricos podrán dedicarse a gobernar, y ya vemos qué decisiones toman.

“Róbame el Tesla”

La semana pasada vimos a Donald Trump vendiendo coches Tesla en la Casa Blanca (otra vez, recursos públicos en beneficio de Elon Musk) después de que las acciones de la compañía se desplomasen: nadie quiere un Tesla y quien ya lo tiene, al parecer, intenta deshacerse de él. Pero la marca se ha devaluado tanto que hasta resulta cómica la idea de vender uno de segunda mano, por imposible. Así que la marca de ropa Van Highs ha creado la web (disfrutémosla mientras sea visible): stealmytesla.com. Es decir: “Róbame el Tesla”, en la que puedes contratar que ese vehículo del que tanto te avergüenzas, simplemente, desaparezca.

La fiscalía, sí

Es “la fiscalía”, esa que Pedro Sánchez sugería que controlaba, o “el Ministerio Público”, para que nos entendamos mejor, la que “pide el archivo de la querella que presentaron exjueces contra el rey emérito” (The Objective). Para hacerlo tiene en cuenta, “básicamente, la insuficiencia de indicios incriminatorios, la prescripción del delito, la inviolabilidad del Jefe del Estado o la regularización fiscal”. Vamos, que toda excusa es buena para dejar a Juan Carlos I ya tranquilo de una vez. Por cierto, que el Borbón exiliado tiene planeado volver a su España en breve, y lo hará por riéndose de todo, de todas y de todos. Como siempre, vamos.

¿Por qué ahora?

Por supuesto, es una buena noticia que las empresas que cambiaron su sede social para abandonar Catalunya e instalarse en Madrid, mayoritariamente, vayan a regresar ahora a su lugar de origen. Pero, por supuesto, estamos ante la última maniobra de los partidos españoles para ahogar los anhelos nacionalistas con dinero: “Cuerpo espera el retorno de más empresas a Catalunya tras La Caixa: ‘Es la decisión racional’” (El Nacional). Un retorno que se posibilita ahora que Illa lidera el Govern pero que el ministerio español no quiso abordar cuando lo lideraban Quim Torra o Pere Aragonès. ¿Por qué?

No, no es Abascal

Santiago Abascal no se juega nada, como sugieren también en El Independiente, no tiene que decidir nada, no debe sentirse presionado por apoyar a un Trump imprevisible salvo en el tema arancelario que va a costar mucho dinero a los productores españoles. A quien hay que preguntar qué piensa hacer es a Alberto Núñez Feijóo, que gobierna con ese Vox trumpista y que no ha renunciado a apoyarse en el mismo Abascal que se saca fotos con Milei y Musk para llegar a la Moncloa. Es el PP el que tiene el papelón, la presión y el que debe tomar una decisión, no la extrema derecha española seguidista, acrítica y un tanto tontorrona.

Si todo el mundo lo ve…

Reconozco que me tomo de otra manera a Trump desde su discurso ante el Congreso en el que se limitó a repasar sus 10 puntos con los que nos ha abrumado durante este inicio de mandato. También me congratuló ver a un partido demócrata plantado y me alivia observar cómo Tesla se hunde lastrado por la crisis reputacional generada por Musk. Como diría Trump, “y solo acaba de empezar” porque “la presidenta de Tesla se hace ‘de oro’ vendiendo acciones de la marca, y la abandona a su suerte con las decisiones de Elon Musk” (Híbridos y Electricos). Si todo el mundo lo ve y actúa, como Robyn Denholm, hay esperanza.

La economía es verdaderamente global

Esto que escribe Pedro Vallín en Bluesky lo tengo yo también bastante claro: “Al final a EE.UU. esto les va a salir como el rosario de la aurora por una razón obvia: el mundo no es global de forma discrecional e ideológica, es global de forma evolutiva e irreversible, por el progreso de transportes y comunicaciones. El nacionalismo económico es una paletada y una antigualla”. Dicho de otra manera: lo que no compremos o vendamos a EE.UU. lo compraremos o venderemos a otros países. El mundo es mucho más global de lo que se piensa Trump y demostrárselo se ha convertido en una obligación.