En la semana del estereotipo, un concejal socialista de Madrid no tuvo duda en imitar el acento andaluz para referirse al “PEZOE ganadó” que estaría formando Susana Díaz. Algunos dentro del partido quieren quitar hierro (porque bastante tienen ya) a la chanza de Ramón Silva, pero otros, fieles a la tradición socialista, no dudan en usarla como arma arrojadiza, y señalan a Sánchez como instigador de este sentimiento de cierto desprecio de un compañero de Madrid a los del sur.
¿Saludar en valenciano es ofensivo?
Cristina Villanueva, presentadora de La Sexta Noticias se vio obligada a disculparse al finalizar su informativo del mediodía porque había saludado durante la emisión a un compañero, que iba a hacer un directo desde Valencia, en valenciano. Villanueva llegó a decir que esperaba hacerlo mejor en el de la tarde, supongo que se referiría a concentrarse especialmente para saludar en español. Como se preguntaba el periodista Pablo Machuca: ¿quién se ofender por eso?
Un tuit que define Twitter
“Álex el capo” es otro youtuber con éxito en Twitter (más de 531.000 seguidores) que normalmente disfruta de los “social” y “digital” pero el pasado fin de semana fue el objeto de casi todas las burlas de la chavalada. Su pecado: encajar un mando de una consola nueva en la base al revés. A partir de ahí, chistes gráficos y montones de menciones solo para ridiculizar su error. Señalar lo reprochable en otros y esconderte para que no lo vean en uno: eso es Twitter hoy.
Y el tuit que lo resume
Solo tiene cinco retuits, pero para mí resume no solo la disposición de la mayoría de personas que ocupan Twitter, también de las que están presentes en Facebook, otras redes sociales, los comentarios de las noticias on-line e incluso la mayoría de los digitales: “La generación más ofendida de la historia”, así nos define @pppirri y, qué quieren que les diga, no le falta razón. Y quien no se ofende y se suma y alienta la ofensa generalizada (que los hay) lo hace para sacar algún beneficio.
Eskerrik asko, Zaporeak!
Necesitamos proyectos como el de Zaporeak, que se ha dedicado a dar de comer durante un año entero en un campo de refugiados de Grecia a las personas que allí se encontraban. Sí, Grecia. Y sí, personas. “Europa” y “seres humanos que no son europeos” son conceptos que últimamente chocan y eso nos produce rabia, frustración y tristeza. Pero quienes integraban Zaporeak han actuado, han dado de comer, han regalado alegría y, lo más importante, nos tienen que inspirar para que haya más como ellos.