Me ha hecho mucha gracia el relato de Patxi Txungur sobre cómo Martín Garitano dejó apartados, por lo menos durante un rato, sus ideales revolucionarios para ir a visitar a Montoro, junto a José Luis Bilbao, y recoger su premio: 36 millones de euros que pagarán, en forma de impuestos a las arcas forales de Gipuzkoa, los agraciados con el gordo de la lotería de Navidad. Si hay que ir a Madrid, se va. Si hay que saludar a un ministro, se le saluda. Si hay que hacerlo con el PNV, se hace. Y si hay que imponer diezmos impositivos a los trabajadores y parados de la revolucionaria Gipuzkoa, Garitano se impone.
Mintegi y la neolengua
Lean con atención, por favor, la frase que ha dejado escrita Laura Mintegi en su Twitter: “Para elaborar un discurso propio tendremos que inventar un lenguaje propio”. ¿No detectan nada sospechoso? ¿No les parece curioso, cuando menos, que una profesora de universidad confunda relato con lenguaje, y que exija cambios en el segundo para incidir en el primero? ¿No llevamos ya unas cuantas décadas quejándonos de eufemismos y tonterías para evitar llamar a las cosas por su nombre, ya sea en el conflicto vasco, los internacionales o la cuestión de género?
Primer ejemplo
Por desgracia para Mintegi, y para todos nosotros, ejemplos de “neolengua” para pervertir los mensajes los tenemos a patadas. Sin ir más lejos, ayer mismo a unos pocos clics: cuando tu opción tiene la mayoría en el Parlamento se llama “democracia”, cuando son tus adversarios los que suman más votos en el hemiciclo, se llama “rodillo”. Lo han hecho en ‘El Imparcial’ (curioso nombre): “El rodillo de CiU y ERC aprueba llevar al Congreso su consulta secesionista y hace añicos al PSC”. Eso es neolengua, en eso consiste inventarse un lenguaje para legitimar su discurso, esas son las tonterías que aguantamos día sí, y día también.
Segundo y tercer ejemplos
De golpe, dos ejemplos de nuevos lenguajes para conseguir nuevos discursos: lo que hace Vox y lo que vemos en Twitter. El partido de Abascal y Ortega Lara, entre otros y otras, se suma a la moda de “si tengo followers en Twitter puedo decir que hay muchas adhesiones a mi movimiento”. Pues no. Más bien, todo lo contrario: ¿cuántos de los que siguen la cuenta en Twitter de Vox lo harán para estar atentos a sus esperados derrapes para coger las curvas por la derecha? Pero eso les da igual, como a todos los que inventan lenguas y reinventan discursos. Lo importante es la superioridad moral autoatribuida.
Sí habrá primarias
Ayer traje a esta columna la intención del PSM de no organizar las primarias que proponía Alfredo Pérez Rubalcaba para todo el partido porque su líder, Tomás Gómez, estaba muy consolidado, e ironizaba sobre la oportunidad que abría ante el PSE para emularles y evitarse esas primarias. Pues bien, hoy les traigo a esta columna que Gómez recula y acepta pasar, otra vez, por un proceso de primarias, como cuentan en ‘El Confidencial’. Habrá que ver qué sucede, por lo tanto, en otras organizaciones clave para el socialismo español, como las de Euskadi, Catalunya o Andalucía.