Me voy a agarrar al clavo ardiendo de la mejoría que vimos el sábado en Villarreal. Se perdió el partido y los tres puntos fueron para ellos, pero tampoco es para rasgarse las vestiduras porque la plaza no era precisamente la más propicia para comenzar la remontada en la clasificación. Ni por cómo están ellos (llevan sin perder desde noviembre), ni por cómo se nos da a nosotros ese campo (ni sé desde cuando no ganamos en el Madrigal).
El primer tiempo es sobre todo a lo que me aferro. La mejoría con respecto a los partidos anteriores fue evidente. Una de las claves es que desaparecieron de la alineación dos de los jugadores que llevan toda la Liga desaparecidos a pesar de estar en el campo. Iturraspe y Muniain. Se notó su ausencia pero de forma positiva. San José en el puesto de medio centro mejoró lo aportado por Iturraspe, que por decisión técnica se quedó en el banquillo, y así espero que siga los siguientes partidos, hasta que vuelva a ser el que era el año pasado. Muniain fue por sanción, y Borja Viguera también aportó más que Iker. Da otras posibilidades al juego y es rápido moviendo el balón. Aunque si lo que queríamos eran pases desde la banda yo hubiese sacado a Ibai. Unai López volvió a tener su oportunidad y no se escondió. Participa todo lo que puede y con criterio. Tuvo un par de fallos peligrosos que tiene que corregir porque pueden suponer goles pero también seguiría contando con él por lo que aporta. En el primer tiempo se combinó más que en los últimos partidos. Hubo una jugada preciosa por la derecha que no acabó en gol porque el balón llegó a Unai López cuya cualidad principal no es el remate de cabeza. Aduriz también tuvo su oportunidad bastante clara pero tiró al cuerpo del portero. Es evidente que cuando estamos de no es que no, y eso fue lo que pasó. No se aprovechó lo que se tuvo y en una contra letal nos encasquetaron el gol en un momento psicológico, el final del primer tiempo. Mazazo.
El segundo tiempo el Villarreal jugó a lo que mejor domina, controlar el juego con el marcador a favor y salir como flechas al contraataque al menor fallo del rival. Los nuestros se abrieron y ya era más difícil. Salió Williams y fue de lo mejorcito del equipo. Se busca las oportunidades él casi de la nada y abriendo espacios con su velocidad. Pena que Asenjo estuvo muy afortunado en uno de sus remates. Merece más oportunidades.
Y por supuesto, la participación del árbitro. A perro flaco todo son pulgas. Un derribo en el área a San José no es considerado penalti. Urizar Azpitarte en estas mismas páginas del Deia lo confirma, que era penalti, pero añade que el árbitro no influyó en el resultado final. No puedo estar más en desacuerdo. Si se hubiese pitado el Athletic podía haber empatado el partido. Supongo que eso es influir… Encima justo después pitó mano de De Marcos. El balón le da en la mano, sí. Corta la trayectoria, sí. Pero todo, después de darle en el cuerpo. Según el comité de árbitros si es de rebote se supone que no es mano. Que se pongan de acuerdo. Porque…lo que hizo el jugador del Elche que se acomodó el balón con la mano para luego meter gol no fue mano ¿no?. Pues eso, que también la «mala suerte» con los árbitros ya clama al cielo.
Para acabar repetir que me agarro a la mejoría. A saber que lo hicieron mejor y que lo pueden seguir haciendo mejor. Ahora sólo falta que lo lleven a la práctica y que lo hagan contra el Malaga, aunque ellos estén en estado de gracia (¡ya es mala suerte!). Es lo que toca. Además tres veces seguidas porque está también la Copa contra ellos. Cosas del destino.
¡Aúpa Athletic! y ¡a por el Málaga!