Siempre igual en el Wanda, derrota del Athletic

Que está temporada de los dos partidos jugados contra el Atlético ellos se hayan llevado los 6 puntos es de no creer. En San Mamés, si mal no recuerdo, solo tiraron una vez entre los 3 palos, y fue gol de Correa, que salió de refresco del banquillo.

Imposible (Foto: EFE)

Está vez, en el Riyadh Air Metropolitano (ya no se llama Wanda) no ha sido tan descarado, pero saliendo del banquillo, Julián Álvarez, metió el gol del triunfo, en un partido, que ni por el forro mereció perder el único Athletic. Pero… los goles son los que cuentan y ese lo metieron ellos, y nosotros, el montón de oportunidades, fuimos una a una malgastándolas todas. Una pena, pero también la diferencia de calidad cuenta. Julián tiene una y la mete. Nosotros necesitamos un montón para hacer gol, y a veces, como ayer, ni así. De todas formas el equipo hizo un partidazo. No se amilanó en ningún momento frente al, ahora mismo líder, a expensas de lo que haga el Barcelona, hoy. Un equipo el Atlético que es muy fuerte, correoso, difícil de doblegar y que si te mete un gol te suele matar. Dicho y hecho. Golito y 3 puntos para ellos. Se rompe la magnífica racha de quince partidos sin perder en Liga. Una barbaridad que es dificilísimo de lograr. Sin perder desde el 6 de octubre. Casi 5 meses. Y se rompe tras un partido en el que los jugadores han estado francamente bien, pero… repito, sin gol no hay paraíso.

Empezó pudiendo marcar Iñaki, que tras recibir un soberbio pase entre líneas de Vivian, se encontró con Oblack. Porque es Iñaki y le perdonamos todo, pero la cantidad de unos contra unos que no marca, es desesperante. Encima ayer tuvo otra doble mala suerte, porque una vez que íbamos ya con el marcador en contra, tuvo dos travesaños. Dos. Uno de ellos encima, para más recochineo, seguido de otro palo, tras remate de cabeza de Prados. Un palo y dos travesaños en menos de 6 minutos. De no creer. Y oportunidades de todos los colores. Otra con el pie de Prados (suplente), una de Guruzeta (otra vez suplente), una doble de Ruiz de Galarreta, dos de Berenguer, al cual, por cierto, yo no hubiese retirado del campo. El que sí jugó todo el partido fue Nico, aunque estuvo bastante desafortunado en todo lo que hizo. Valverde, siempre prefiere mantenerle en el campo, supongo que por si acaso. Pero está temporada, no está siendo la de Nico, por mucho que la semana pasada metiera dos golazos. Maroan también ha salido del banquillo, pero sin tener incidencia. Curiosamente, hoy Ernesto nos ha sorprendido sin alinear de inicio a ningún delantero centro específico. Ha alternado ahí a Álex y a Unai Gómez. Recordamos que Oihan está, lesionado. Sabemos que es un jugador insustituible, y que encima esta temporada se está saliendo con el tema gol, a pesar de lo poco que está jugando. Las lesiones no le respetan. Lo cual es un problema. Unai ha aportado un trabajo incansable y dentro de lo más destacable de su trabajo queda una jugada, en la que ha recuperado un balón y le ha hecho un pase atrás muy bueno a Álex, pero su tiro ha salido suave, y sin problemas para el cancerbero colchonero. Ambos fueron sustituidos. El asedio final de Athletic no fue suficiente ni siquiera para empatar. Una pena, pero nos quedamos con el juego del equipo.

Y ahora, el jueves nos toca Europa League y la Roma allí, por cierto, banderón enorme de la Roma, que han sacado los del Frente Atlético, frente al Athletic. Los radicales de ambos equipos (madrileños y romanos) deben ser colegas. Dios los crea y ellos se juntan. En fin. Muchísimo cuidado a los hinchas de aquí que vayan a ver el partido a Italia. Solo se han vendido 800 entradas de las 3.000 que había. Dato que indica a las claras el miedo que se ha extendido entre los aficionados, por el tema de la bengala que los de Herri Norte tiraron al público romano en el campo, en el partido de la fase de grupos, y por pensar que puede haber represalias. Gente así (por no decir otra cosa) hay en todos los lados y, por desgracia, nosotros también tenemos los nuestros, los cuales perjudican, muy mucho, a todos los demás, por lo que no estaría nada mal que se hiciese algo, a nivel oficial, para que desapareciesen del fútbol, y por supuesto de San Mamés. Está semana (Herri Norte Taldea) ha sacado un comunicado que da mucha pena leerlo. Van de víctimas, pero nada dicen de la bengala, ni tampoco de los bates y otro instrumental, igual de edificante, que les requisaron el otro día antes del partido contra el Valladolid en La Catedral. Las víctimas somos el resto que los tenemos que soportar. A lo que iba… el jueves nos la jugamos en la ida. Tienen tiempo para descansar, cargar pilas y llegar a tope. ¡A por la Roma! Y…

¡Aúpa Athletic!

El sinsentido de la violencia en el fútbol

La estupidez en su grado mas alto nos ha llevado a una nueva tragedia relacionada con el fútbol. Ha fallecido, mejor dicho, han asesinado a un aficionado del Deportivo. Toda disculpa es buena para cometer auténticas barbaridades. En este caso la disculpa es un partido de fútbol, el deseo es la violencia por la violencia y el resultado es una nueva muerte.

Otra muerte absurda
Otra muerte absurda
Bien, repito lo dicho. La estupidez en su grado más alto. ¿Quién puede entender que con motivo de un partido se haga una quedada entre las aficiones para pegarse, saldar cuentas pendientes (no sabemos ni qué cuentas, ni contra quiénes son, ni por qué), e intentar «matarse», sólo por el hecho de animar a distintos equipos? Supongo que ellos lo entenderán, los que lo han hecho. Pero… ¿estarán contentos del resultado?, ¿es lo que querían? No sé. Quizá mi entendimiento es muy limitado para poder comprender la sinrazón de la violencia por la violencia. No es la primera vez que ocurre, ni por desgracia va a ser la última que va a ocurrir.
Según parece los aficionados del Deportivo, del grupo Riazor Blues y los del Atlético de Madrid, del Frente Atlético, habían quedado antes del partido para… ¿matarse? Muy bien. Pues lo han conseguido. Quedan una viuda y dos hijos, uno de ellos de 4 años. Una familia rota y más odios y más disculpas para poder volverse a matar en cuanto tengan media oportunidad. Las imágenes que circulan por las redes y por los medios son impresionantes. Una auténtica batalla campal. ¿Y la culpa? Pues evidentemente de unos y de otros. Del Frente Atlético y de Riazor Blues. De todos aquellos que se amparan en cualquier cosa para pegar a alguien. De hecho, en A Coruña durante el partido 6 «valientes» encapuchados han agredido a dos aficionados del Atlético que estaban viendo el partido en un bar. Seguro que ni les conocían pero ya tenían disculpa… Violencia y más violencia sin sentido.
Por supuesto que no me olvido que hace 16 años estos personajes del Frente Atlético también mataron a otro aficionado. En aquel caso le tocó a Aitor Zabaleta, seguidor de la Real, porque pasaba por allí. Como nos podía haber pasado a cualquiera. Hoy le ha tocado a otro que según parece iba ya predispuesto a pegarse, pero el resultado ha sido el mismo. Unos grupos son más violentos que otros pero todos tienen culpa, más o menos, pero culpa.
Eso sí. La responsabilidad de los dirigentes del fútbol está ahí por mucho que no lo quieran ver. Gil Marín asegura que «no es quién para disolver el Frente Atlético». Perdona, más bien deberías decir que no quieres. Que no te interesa. Que no te atreves. Cualquiera me vale o todas me sirven. Lo sabe él y lo sabemos todos. Queda muy bien tener un grupo que anima mucho, que da mucho ambiente en el campo. El precio que hay que pagar por aguantar que animen es demasiado alto pero los clubes lo pagan… Para el Atlético de Madrid sería tan sencillo como coger todos los nombres de los detenidos ayer, de los que han sido identificados y no volverlos a dejer entrar en su campo. Y en A Coruña podían hacer lo mismo. Y si ha habido detenidos del Rayo como se dice, igual, que no vuelvan a entrar en un recinto deportivo. Sin más. Y eso lo pueden hacer los presidentes o las Juntas Directivas.
Por supuesto también meto en el mismo grupo a Herri Norte o a los violentos que tienen dentro. Que ellos también han quedado o han ido a esperar a alguien, si mal no recuerdo el año pasado o el anterior a los Riazor Blues, dándose otra batalla campal en las calles de Bilbao. Que salvajes también tenemos aquí. No estamos libres, ni mucho menos. ¿Y nuestro club también podría hacer algo más para evitarlo? Yo creo que sí. Pero… es que animan mucho. Ya. Y también insultan mucho incluyendo a los aficionados de su mismo equipo. Con que no piensen como ellos ya les insultan. La violencia por la violencia. Se mete como disculpa la política o … aquella vez en que uno del Atlético de Madrid hizo algo, o que otro de los Ligallos dijo…, o del Sporting, o del Alcorcón,… que más da, cualquier disculpa es buena.
Y repito, muchos dirigentes de clubs les apoyan. Les bajan los precios, les proporcionan entradas, les guardan las banderas,… Como animan tanto… como no quieren líos,… ¡Qué pena!
Y con todo ¿adónde vamos? A dónde estamos ya. A la imposibilidad de poder ir a ver un partido de tu equipo a otra ciudad porque igual te parten la cara, o peor. Incluso en tu misma ciudad te puede salpicar si estás en mal momento en el sitio inadecuado. Nos ha llevado a no poder llevar la bufanda de tu equipo. A no pasar por determinadas zonas o a ir, si tienes valor, cagada o escondiéndote. Eso ni es futbol ni es nada. Ni es deporte ni es nada. Ni es deportividad ni es nada.
Así mismo en Mestalla han dado un botellazo a Messi durante la celebración del gol del Barça. Otro impresentable que amparado en el anonimato tira una botella al campo sin pensar en las consecuencias o peor, queriendo tener consecuencias. ¿Dónde queda el deporte? Muy lejos de la imagen que debería dar. Muy lejos de eso bueno que me gustaría poder transmitir a mis hijos.
Pero buscando lo positivo, como siempre me gusta, he de decir que estamos, como siempre que ocurre una desgracia, ante una magnífica oportunidad de poner las medidas necesarias para que no se vuelva a repetir. Ahora es el momento. Los clubes, la Federación, la LFP, la AFE, los aficionados, todos podemos hacer algo. Si no lo hacemos la culpa será de todos aunque no queramos verlo. Y mientras a sobrellevar la vergüenza de lo ocurrido.
Descansa en paz, Francisco José Romero.