La campaña del PP en Euskadi es muy sencilla: que las matemáticas y su buena posición donde el escaño sale más barato les regalen los resultados. Por extensión, en Internet no hacen esfuerzo alguno (más que el económico), y el PP está desaparecido como siempre. Solo cuando Javier Maroto contaba con un asesor que iba a los encuentros digitales con su propia “cla”, el PP proponía algo diferente en Euskadi. Antes y después, el PP vasco es a Internet lo mismo que es a Euskadi.
Ya he deslizado en alguna columna anterior que su campaña de spots me parece reseñable. Hoy me explicaré: la ejecución es estupenda, pero el planteamiento y el cierre lo único que muestran es su propio cavernicolismo. Es el PP el que acaba de descubrir que los nacionalistas vascos son exactamente iguales que quienes no son nacionalistas vascos. La conclusión a la que han llegado, décadas más tarde que el resto (como otros con otras cosas), les parece tan brillante (y lo es) que deciden gastar mucho, mucho dinero en publicidad on-line. Y ahí se acaba la campaña: anuncios en YouTube, en Facebook y en Twitter, además de en las versiones digitales de algunos medios. Más allá: tuits de Rajoy y mentiras gruesas.
Alfonso Alonso está usando los espacios en redes sociales que engordó como ministro para hacer la campaña pero, ¿qué va a hacer el hombre si Mariano Rajoy usa los que tiene como presidente para hacer campaña, ayer por Galiza, antes de ayer por Euskadi? El timeline del máximo responsable del poder ejecutivo en España, en funciones, es el de cualquier candidato en campaña. Porque a falta de gobierno en Madrid buenas son unas las tortas de Mondoñedo o unas piparras vascas. Aunque en el PP, claro, las llaman “gildas”, que el vascuence es una lengua impuesta por “la” ETA a los funcionarios.
Bonito “zasca”, como dicen los de Internet, pegó al respecto Jon Arrizabalaga a su ex alcalde hace solo un par de días: no es cierto que el euskera valga más que un doctorado en unas oposiciones a medicina. Y para ser forense, ser capaz de hablar en alemán a una familia que reclama una explicación que entiendan, vale más que un posgrado. Pero de eso, como el propio Arrizabalaga denuncia, no dicen nada ni Alonso… Ni Mendia. La irresponsabilidad política tiene precio y se paga en las urnas los domingos electorales.
Pero al PP la realidad en Euskadi le da igual. Llevamos años comprobándolo, y el fin de la injustificable presión de ETA ha rasgado el velo que impedía hablar de lo ridículos que eran y son algunos de sus argumentos. ¡Claro que Euskadi crece más lentamente que España! Simplemente, porque el punto de partida económico español es mucho más bajo. Añado un dato: el PIB español crece el doble que el alemán. ¿Está por eso mejor la economía de España que la de Alemania? Pues eso.
No se crean que en Twitter, por eso de que se queda todo por escrito, tienen más cuidado: Alonso apelaba ayer mismo a la importancia de la representación de las ideas en el Parlamento Vasco… Y se tirará toda la legislatura actuando como si su partido no fuera la última opción política de los vascos, prácticamente residual en la CAV y Nafarroa. Si conservas tu campaña en vinagre el problema es tuyo, no es de los demás.