¡Moción de censura!

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Podemos se iba yendo por su propio sumidero, envuelto en luchas internas, en autobuses de la vergüenza ajena, en vetos radiofónicos, en relaciones de pareja que se consuman en portavocías conjuntas, en Coca-Colas para la foto, y en los chistes de Pablo Echennique, y necesitaba un golpe de efecto, otra foto con caras graves, serias, como si lo importante lo hubieran descubierto solo ellos, y anunciaron una moción de censura. Sin negociar, sin candidatos y para la tele.

Pero en Podemos solo piensan en sí mismos

¿Acaso se creen que la moción de censura es por España o por “la gente”? No, ha sido por ellos, por los de Podemos, por los que venden libros, cobran conferencias y producen programas de televisión. Además, esta moción de censura no persigue derrocar al PP sino al PSOE. Si no, que expliquen desde Podemos de una vez por qué dinamitaron la posibilidad de que Pedro Sánchez (al que ahora alientan, ¿por el bien del PSOE?) con aquella propuesta envenenada de gobierno de coalición.

La política es difícil

Suelo repetir esta frase de Emilio Olabarria: “Gobernar es fácil, hacerlo bien es difícil”, de la que me he acordado leyendo la nota de Reuters con declaraciones de Donald Trump en las que reconocía, 100 días después de ser elegido, que pensaba que ser presidente de EE.UU. iba a ser más fácil y que le encantaba su vida antes del mandato. Y eso que, de momento, no podemos decir (desde la distancia) que esté gobernando bien, precisamente. Cada vez es más importante (y fácil) conocer la política antes de ejercerla.

El nazi del Betis que vino a Bilbao

Imbéciles hay en todas las familias, no podemos evitarlo. Y por supuesto no sería justo señalar al Betis por culpa del nazi que vino a Bilbao (porque jugaba el Betis, eso es innegable) y se grabó golpeando gratuitamente a un ciudadano. Pero los clubes tienen que actuar por su propio bien, para que no se vean mezclados con estos personajes, por ejemplo, prohibiéndoles la entrada. En este caso, si el sujeto está perfectamente identificado y vuelve al Benito Villamarín, el tuit de condena del club será papel mojado.

La otra cara de Internet

La cara mala de Internet empieza en los buscadores. No solo por lo fácil que resulta encontrar lo peor que es capaz de concebir el ser humano. También porque nuestra reputación on-line está permanentemente en riesgo, incluso cuando pagas. Eso es lo que denuncian algunas empresas en El Confidencial: la llegada de paracaidistas que no solo no hacen bien su trabajo, también llegan a chantajear al cliente con nuevas referencias negativas sobre él.