Para saber qué es hoy Podemos no hay mejor visita que la que se puede hacer al Twitter de Juan Carlos Monedero: mensajes pomposos, lecciones de criterio, orgullo “de profesor” que se le escapa por los poros ante las intervenciones de Irene Montero y Pablo Iglesias (si le va ese rollo gritón y prepotente, allá él), y apoyo ciego a una iniciativa que es una filfa, una puesta en escena aburrida e innecesaria, hecha pensando en los tuits de Monedero y en quien los retuitea.
Cagada de Rajoy
Si Mariano Rajoy o alguno de sus colaboradores no se dio cuenta de que Pablo Iglesias dijo aquello de que pide disculpas por no romper la cara a los fachas con los que discute en televisión como un ejemplo de barbaridad, no a modo de afirmación, mal. Si lo sabían pero lo llevaron al estrado del Congreso, peor. El atril en el que se expresa la voluntad democrática no es el lugar para algunas formas ni fondos, ni de Podemos, ni del PP, ni de cualquier otro partido.
“Nueva política” de bajo nivel, la del PP
Pero la miembro del PP que hizo el ridículo más gigantesco o la acusación falsa más inexcusable no fue Rajoy, fue Irene Moreno. La exdiputada pidió cuentas en Twitter a Manuela Carmena porque, según ella, en una factura aparecía un gasto de 12.000 euros en servicios de “escort” que, además de como sinónimo de prostituta, puede ser traducido como “escolta” en inglés. En unos segundos y gracias a Google podemos comprobar que la empresa emisora, Corsan, se dedica a “actividades de seguridad privada”.
¿España corrupta?
Algo va mal cuando un trilero que no pasa de ser un niñato con aires de grandeza (“el pequeño Nicolás”) puede corromper a dos agentes de policía que le ayudaban a identificar matrículas a cambio de dinero. Por ello, por hacerse pasar por un alto cargo del Estado y por intercambiar información a cambio de dinero, la fiscalía pide nueve años de prisión para Francisco Nicolás Gómez Iglesias que, o supo identificar a los más corruptibles o, realmente, España puede tener un problema.
Ese jugador del que usted me habla…
Mariano Rajoy pronunció aquella fase tan “graciosa”: “Ese señor del que usted me habla”, para referirse a Luis Bárcenas. Pues bien, en el Real Madrid, “ese jugador del que usted me habla” ha sido esta semana Cristiano Ronaldo, acusado de defraudar conscientemente 14,7 millones de euros. Pero el Real Madrid hizo los deberes, según El Confidencial, y llamó a los medios para que ilustrasen la noticia con fotos del jugador con la equipación de Portugal y no la del club blanco.