Si algo diferencia a los partidos españoles (a todos) de los vascos (los dos) es que los primeros buscan el interés de España, tomando a Euskadi como otra comunidad autónoma pequeña (y minimizando intencionadamente que es uno de los motores económicos), y que los segundos buscan, primero, el interés de los vascos. Así, desde PP hasta Podemos pasando por Ciudadanos y PSOE, quieren mantener la caja de las pensiones… para vaciarla, y que la llenemos los vascos, por supuesto. Otros 8.700 millones menos después de las elecciones.
Ni nada que negociar
En el PP son muy hábiles, eso es innegable: con la lluvia constante de casos de corrupción que les caen, los hachazos que nos pegan, y sus líderes entre la indolencia de Rajoy y la soberbia de Alonso, ganan las elecciones y suben en votos. Pero la estrategia para conseguir que el PNV negocie aunque no quiera, lejos de ser hábil parece un despropósito: el interlocutor de los “populares” en Madrid, Aitor Esteban, denunciaba en Twitter: “El gobierno español ha anunciado hoy su intención de recurrir la ley municipal y la ley de adicciones. ¿De verdad quieren negociar?”.
¿Gobierno sin Rajoy o Rajoy sin gobierno?
Un gobierno del PP solo puede ser malo. A los hechos me remito. Que no haya gobierno también lo es porque la única solución serán unas terceras elecciones… Que volvería a ganar el propio PP, claro. Pero parece que Pedro Sánchez está dispuesto a obtener, por tercera vez consecutiva, los peores resultados del PSOE en unas generales, llevándonos a una nueva repetición: en República.com y Vozpópuli plantean que el plan de Sánchez es forzar que el PP prescinda de Rajoy, algo que no parece una posibilidad hoy.
Una encuesta como solución
La situación me parecía absolutamente ridícula, así que celebro que Esteban Hernández sea contundente en El Confidencial ante la solución de Podemos, de hacer una encuesta entre sus votantes para saber cuál ha sido el motivo del fracaso. ¿Un montón de tipos listos que se ganan sus buenos sueldos como profesores e investigadores en Ciencia Política van a recurrir al comodín del público de un modo tan simplista? ¿No tratan a los suyos y a todos como a analfabetos intentando colarnos la supuesta utilidad de esa encuesta?
Las vacaciones no se negocian
La activista de izquierdas Anita Botwin (evidentemente, es un pseudónimo) lanzó un tuit que, se ponga como se ponga, da pie al comentario: pedía que la izquierda se volviese a movilizar… Eso sí, después del verano. Las chanzas fueron muchas ante la evidente metedura de pata de anteponer las vacaciones al activismo, y sus respuestas en Twitter (donde tiene más de 30.000 seguidores) llamando “caverna” a todos los que le criticaban, sonaban huecas: si tan segura está de que no tiene que avergonzarse de este tuit, ¿por qué lo ha borrado?