«Putas» para «altos cargos»

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Según leemos en ‘Post Digital’, Francisco Correa, al que señalan como cerebro de la trama Gürtel, solía pedir “chicas altas, rubias y que sean putas para relacionarse con gente muy importante y, en concreto, con altos cargos”. La explicación la da Maica Jiménez, que fue secretaria de Correa de 2001 a 2003, y ya está en manos del juez. Además, Jiménez aporta otro dato mucho más importante: “Bárcenas, tras despachar con Correa, salía con sobres”.

Un mensaje a quienes viven bien

En ‘La Voz Libre’ nos hemos encontrado con esta joyita sobre el “toro de la Vega” y la presentadora de ‘La1’: “Mariló Montero ha hecho hincapié en denominarlo ‘torneo’ y ha destacado la ‘buena vida’ que ha llevado el toro, Rompesuelas, hasta su trágico final. No olvidemos que es un toro para carnicería, que todos comemos carne”. Es decir: a un animal bien cuidado se le puede perseguir y lancear hasta la muerte porque todos comemos carne.

1, 2, 3, BlackBerry

En la noticia de ‘El Confidencial’ se juntan, posiblemente, la mejor (BlackBerry) y la peor (Banco Santander) experiencia de usuario que he vivido en primera persona con una marca. Al parecer, Ana Patricia Botín (como Obama, por cierto) es una usuaria satisfecha de su BlackBerry, hasta el punto de que la ha puesto de moda entre los grandes directivos: “’The name of the game’ de la relevancia en el banco es la Blackberry con su sugerente icono circular”.

Vivir con miedo

Hacía tiempo que no veía un ejemplo más claro del pánico con el que viven los estadounidenses que el sufrimiento que un menor de 14 años ha tenido que vivir el tiempo que estuvo detenido y acusado de terrorismo. ¿El motivo? Que había construido un reloj con sus propias manos y piezas, y al ver el artilugio, la policía de Texas decidió detenerle pensando que se trataba de una bomba. El menor, según la BBC, está libre sin cargos y Obama ha prometido recibirle en la Casa Blanca.

Las fotos hay que pagarlas

Juan Ramos alucinaría cuando entro en Leroy Merlín y vio una foto suya a la venta… sin que nadie se la hubiera comprado antes. La historia la hemos leído en ‘Qué Sabes De’: en el centro comercial le remitieron a su propio proveedor que aseguró a Ramos que cuando encontraron la foto buscaron a su autor (en la web del fotógrafo, imagen y nombre están bien juntos) y no le encontraron. Al principio le ofrecieron los 70 €, el precio por copia de Ramos, y al final han acordado que serán 1.000.