
Me costó creer lo que estaba leyendo en The Objective, por eso volví a hacerlo, entré en los links que propone la noticia y comprobé que era verdad: una serie de colectivos feministas se han unido para evitar que se celebre el encuentro de la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero. Han impulsado “una denuncia pública” (on-line, por supuesto) y van a concentrarse durante el evento grupos como Garenak Emakume Feministak, la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, la Agrupación de Madres de Adolescentes y Niñas con Disforia Acelerada, la Asociación Mujeres por la Paz o varias asociaciones “Feministas Radicales”.
No solo es Trump
La verdad es que cuando leí este titular en Euronews: “¿Qué presidente de Estados Unidos ha deportado a más inmigrantes? Trump, de los que menos”, me esperaba la respuesta. Barack Obama tiene el récord: tres millones de inmigrantes fueron deportados bajo su presidencia. George W. Bush expulsó a dos millones de seres humanos, y durante su primera legislatura, el actual presidente de EE.UU. deportó a 1,19 millones de personas. Así que tiene por delante 4 años para batir todos los récords, a menos que quiera dejar al demócrata a la cabeza de este inhumano ranking. El populismo es así.
El futuro tecnológico
Mientras Trump tira de populismo, su principal rival por el liderazgo económico en el mundo va a lo suyo: la aparición de DeepSeek fue un gol por la escuadra del comunismo capitalista a su populismo de base tecnológica. Y mientras Trump busca rehacer su táctica para empatar el partido, el equipo contrario sigue enlazando jugadas sin sufrir en defensa: “La IA no está arrancando en los teléfonos occidentales. China tiene planes muy distintos con DeepSeek y sus marcas” (Xataka). Las empresas “no quieren crear un mero acceso a directo al chatbot, sino adaptarlo dentro del sistema y lograr que cale por completo en el sistema operativo”.
Y el social
En Applesfera recuerdan lo duro que era trabajar con Steve Jobs (era capaz de despedir a alguien que no le deslumbrase en lo que dura un trayecto en el ascensor) y cómo desde hace años, ya con Tim Cook al frente, Apple ha flexibilizado las condiciones de trabajo para retener el talento de la Generación Zeta (las personas nacidas desde mediados de los 90 hasta 2010). Una generación que ve el trabajo de otra manera: “El 34% sale antes del trabajo sin remordimientos, el 27% finge estar enfermo para tomarse días libres, el 11% infla sus horas en el registro de jornada y el 40% ficha solo para tomar café”, según el blog.
¿Es posible?
Precisamente de la Generación Zeta es la que protagoniza el movimiento “desinfluencer”. Según leemos en la versión en castellano de la web de la BBC, está creciendo la “conciencia de lo que realmente hacen los influencers” y las líderes (mujeres, sí) buscan “adoptar un enfoque más consciente a la hora de gastar”. Lo reclaman ex influencers pero también de expertas en moda y belleza (que confirman que encontrar un estilo personal es incompatible con la cantidad de estímulos recibidos y las compras rápidas), y de investigadoras que proponen una actuación en todos los niveles, también fuera de Internet.