¿Y si cuentan la verdad?

La política es compleja y el gobierno, muy difícil. Así que cada vez que veo un debate complicado reducido a puro maniqueísmo sé que el que quiere simplificar intenta engañarme. Pasa, por ejemplo, con la Educación Concertada que la autoproclamada izquierda ataca siempre pero que sigue subvencionada. ¿Por qué? Porque los gobiernos prefieren mantenerla que construir todos los colegios necesarios y sacar todas las plazas precisas de funcionarios, sobre todo, en tiempos de contracción de la natalidad. Así que, sí, la Concertada hace un servicio educativo pero también a la gestión de lo público.

También sobre los impuestos

Por supuesto, me parece estupendo que la presión fiscal sea progresiva y que se tribute por tramos, como en la actualidad. Con esos impuestos se van a pagar las facturas de la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus, pero parece que no son suficientes. Gravar más a quien más tiene, insisto, es adecuado: sucede cuando la presión fiscal crece en todos los tramos, esto es, nos toca a todos. En El Confidencial explican que el margen para incrementar los tributos está, precisamente, en el lado bonificado: el de los trabajadores. Si alguien creía lo contrario, que vaya haciéndose mayor.

Pongamos el precio de todo

No me gustó el capítulo final de El Ministerio del Tiempo. De hecho, me parece que desmerecía a toda la temporada y todo lo que habíamos visto. Pero celebro que un ente público apueste por producir y grabar ciencia ficción, dinamizando la industria. Lo que tiene que hacer. Pero para el diputado de Vox, Manuel Mariscal, que cada capítulo cueste más de medio millón de euros (que va a trabajadores) es motivo de crítica cuando sirve para hacer chistes como que Bertín Osborne llega a presidente de España. La chanza era mala por fácil, pero la crítica es mala por perversa: todo lo que no les gusta es un chringuito.

Más barato, en Lidl

El acierto de Lidl es indiscutible: ha sabido producir unas zapatillas con sus colores corporativos que se han agotado en Finlandia, Alemania y Bélgica, algunos de los países donde se han comercializado. En otros, como Irlanda, los clientes las reclaman. Pero pueden encontrarse en las aplicaciones de compra-venta entre particulares con un notable incremento: de los 14,99 € que costaba el par en el supermercado hasta los 500 que piden los más atrevidos. Esto me invita a hacer dos reflexiones: nos estamos volviendo tontos, sin duda. Y el “marquismo” está cambiando: la moda hoy es igualmente absurda pero ya no manda el precio.

Ya puede empezar el fútbol femenino

Por fin, en España, hay fútbol femenino. Por fin, en España, es posible aficionarse a este deporte. Por fin, en España, hay mercado de jugadoras, litigios entre padres-representantes y clubes, y hasta debate. El Real Madrid ya ha llegado al fútbol femenino, ahora, sí, las chicas saben pegarla con efecto, como Beckham. Es lo que trasciende del aluvión de noticias porque el Tacón ya no es el Tacón, ahora es el Real Madrid, con jugadoras que abandonan sus clubes atrapadas por los cantos de sirenas blancas, como en el fútbol masculino. Ojo, puede que la igualdad real pase por eso, por hacer las cosas también mal.

Contra qué no debes estar

En El Independiente querían hacer un reportaje enumerando los 14 errores que ha cometido Podemos durante el procés y que, al parecer, ha hecho que la imagen de este partido se resienta… Y les ha quedado un catálogo de piezas de propaganda contra el independentismo sobre las que solo puedes estar a favor. Y si estás en contra, como en el caso de Podemos, palo: no dudar, no acercarse al nacionalismo, no estar en contra del referéndum, aplaudir a los presos…

Todos contra Trump, ¿y qué?

La mayoría de la prensa estadounidense no deja de vapulear a Donald Trump. La portada del Newsweek de esta semana es lapidaria: caricaturas del presidente y sus colaboradores sobre el famosos “Air Force One”, el titular: “Serpientes en el avión”, y un subtítulo lapidario: “La jet-set de la Casa Blanca de Trump puede ser la más corrupta en la historia de EE.UU.”. Vale, me sumo. ¿Y qué? Al presidente le eligió la ciudadanía y su populismo sigue siendo valorado por parte de ella.

Pudo hacer trampa, ¿y qué?

Queda mucho trabajo para aclarar cómo funcionó la trama que, esto parece claro, salió de la Europa más oriental y fue dirigida a EE.UU. durante la campaña contra la candidata Hillary Clinton. ¿Fue un modelo de negocio rápido para un grupo de avispados hackers? ¿Fue una injerencia de Putin al que el enfrentamiento contra un populista la beneficia? ¿Hubo conocimiento, connivencia e incluso colaboración o contratación por parte del equipo de campaña de Trump?

El “nuevo” Facebook

Para los que vivimos de aconsejar sobre cómo disponer marcas en Internet la noticia que adelantan en El Confidencial no es buena: al parecer, Facebook está probando una nueva disposición en varios países (ellos han explorado lo que sucede en Gautemala) que discrimina entre el contenido de los usuarios y el de las marcas, precisamente. Esto es alterable, al parecer, si la marca paga para ser vista en el “muro” bueno, el de los usuarios. ¿Es ese el Facebook que viene?

Buen viaje

Carlos Pando, uno de los guionistas de “El Ministerio del Tiempo” dejaba claro en Twitter que, en efecto, habían decidido despedir la serie a lo grande: “Distopía, género, serie B, viajes al futuro… Al final se va con todo, o no se va”. Para los aficionados a la ciencia ficción la despedida de esta serie es una lástima, y para todos, porque nos quedamos sin este género que, sorpresivamente, emitía la televisión pública española. Un género menos, una tele más pobre.