La política es compleja. Llevo años observándola y he acabado por definirla como hacer varios malabarismos a la vez mientras caminas por un alambre. Hay que buscar acuerdos mientras buscas financiación, y todo esto al mismo tiempo que buscas votos, y las oportunidades de que se vaya todo al garete se multiplican. Eso es lo que ha pasado a Alberto Garzón: no consiguió concurrir con Pablo Iglesias, y ahora su alternativa de izquierdas se desmorona porque no consiguen ponerse definir cómo repartir el endeudamiento por la campaña.
No, nunca fueron “afiliados”
La burbuja de Podemos se pincha. Como muestra, un botón: ¿cuántas de esas miles de personas que a las que llamaban “afiliados” y que simplemente se habían dado de alta en una web se acuerdan ahora la contraseña que utilizaron para hacerlo? Supongo que muy pocos la recordaran porque solo el 4% de los que entonces suponían una marea han enviado propuestas para el programa electoral de Podemos. El mejor momento de Pablo Iglesias ya pasó.
“Mi hijo hace cosas con el ordenador”
Este texto es, en cierto modo, un pequeño homenaje a mi padre que, con total seguridad, formaba parte del siguiente colectivo: “El 64% de los padres no sabe explicar a qué se dedica su hijo si trabaja en Social Media” (‘Estrella Digital’). Efectivamente, aita no sabía qué era exactamente lo que hacía tantas horas delante del ordenador además de escribir esta columna, porque el trabajo en redes sociales digitales es solitario, callado y no siempre reconfortante, ya que ni aquellos a quien más quieres lo pueden entender.
Essena, este es tu problema
Puede que suene duro, pero la “desgracia” de Essena O’Neill es solo suya… Y ella se la ha buscado. Esta ex-estrella de Instagram tenía 700.000 seguidores con solo 18 años, cobraba 350 € por contar en sus redes sociales que estaba bebiendo determinado zumo, y en su momento álgido llegaba a ganar miles de euros con una solo foto. Ahora rompe con todo y denuncia la gran mentira de Internet. Pero las mentiras eran solo las suyas, que no dejaba claro que estaba haciendo publicidad y engañando a sus seguidores con improvisaciones ensayadas.
Esta columna solo tiene cuatro párrafos por necesidades de maquetación en las páginas de opinión del periódico del día.