El ministro José Luis Escrivá es, sin duda, el más peligroso de los que forman el gobierno más progresista de la historia de España, según su propia definición. Como ya es habitual en él, el ministro de Seguridad Social está preparando la próxima hostia que nos va a meter. Ahora, con las pensiones y las cotizaciones. A quienes somos autónomos y autónomas, además, nos ha metido las de las cuotas. Golpe tras golpe, pagamos más y recibiremos menos. Todo por seguir parcheando, por no coger el toro por los cuernos y hacer una reforma necesaria del sistema. Y todo con el OK de Podemos, que ya no habla de “los hombres de negro” de Bruselas.
En plata
Por haber estudiado más y por haberme puesto por mi cuenta pagaré más y durante más tiempo, y cobraré menos cuando me llegue el turno de descansar. El último turno, por supuesto. Lorenzo Amor, el presidente de la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos de España apuntaba, lo ve y tuitea así: “La ‘voracidad’ recaudatoria de Escrivá y el Gobierno no tiene límites. Todo apunta que el incremento del coste de pensiones lo cubrirá con un fuerte incremento de las cotizaciones, poniendo en serio riesgo el empleo y la viabilidad de empresas y autónomos, a las que seguirá esquilmando”.
Las mujeres no votan a Podemos
En El Independiente han aislado los datos que ofrece el CIS para ver cuál es el comportamiento de las mujeres: mayoritariamente, votan a PSOE y PP. O lo que es lo mismo: si por ellas fuese en España habría “más bipartidismo”. El dato no me sorprende. Y ahora que se acerca una época de encuestas y sondeos, es un buen momento para revisar indicadores sociológicos y comprobar que, en efecto, las mujeres no votan al partido que más de feminista va, de hecho, que Podemos recibe voto de quien tiene un alto poder adquisitivo, que los pobres votan a PSOE y PP, o que a Bildu le votan los viejos comunistas.
Tampoco departen con el Rey
Todavía seguimos descubriendo noticias y tuits del 8-M, como este de la Casa Real española, en la que Felipe VI “recibe en audiencia militar a un grupo de suboficiales mayores”. Una colección de uniformes militares masculinos que no encontraron otra fecha que la del 8 de marzo para juntarse, celebrar haberse conocido y departir con el rey, también de uniforme (algún día habrá que hablar de su fulgurante carrera militar). Qué manera de comunicar la de la institución más rancia de España (y eso que hay para elegir), qué foto en tan señalado día, qué poca sensibilidad, que ajenos viven al día a día de la ciudadanía.
No, ya no es “nueva” delincuencia
El ciberataque al Hospital Clínic de Barcelona y que quienes lo han perpetrado pidan “4,5 millones de dólares por el rescate de los datos” (El Nacional) ha dejado a la vista este tipo de chantajes que no son tan nuevos. De hecho, hace años que oímos hablar de Anonimous que, en teoría, no extorsionaba pero sí chantajeaba, y que en la práctica usaba metodologías análogas. No digo que sean lo mismo, sino que sin los ataques no habría hoy este tipo de robos virtuales. Unos atracos que no salen a la luz pero que tampoco tienen nada de nuevos para quienes saltamos de web en web. Neo molaba mucho, pero si no ves al ratero no ves el conejo blanco.