Aitor Esteban leyó el lunes pasado en clave interna la convocatoria de elecciones apresurada, más que adelantada, de Pedro Sánchez: las y los pesos pesados del PSOE que habían perdido gobiernos podrían ir (en algunos casos, regresar) a Congreso y Senado. Mejor eso que tenerles en fila afilando a la guadaña en la puerta Ferraz (esto es mío, no del diputado). Pues parece que algunas y algunos han elegido la guadaña: según El Confidencial, la mayoría renuncian (por lo menos, de momento) a integrarse en esas listas (sí, se lo habían ofrecido). Lo que indica que Esteban sigue conociendo muy bien la cohorte y que en el PSOE anticipan otra derrota.
¡No tiene ni idea!
Macarena Olona no tiene ni idea de política. Lo ha demostrado sobradamente desde el atril del Congreso, nada menos, y lo ha vuelto a hacer registrando un partido para las próximas elecciones generales. Después de ver cómo lo hizo en Andalucía es fácil pensar que ella cree que la campaña es posar para las fotos, sin pensar en quién prepara esas fotos, quién las saca y quién paga al fotógrafo. Igual lo que busca es que alguien le haga una oferta para regresar: tal vez Vox, tal vez el PP. Creo que Macarena Olona no se ha enterado de que Ciudadanos ha cerrado por deceso ni del número de votos que necesita para ser diputada.
¿Debe Podemos disolverse?
Javier Pérez Royo es muy, muy duro en su columna en El Diario: “Tras lo ocurrido el 28-M, Unidas Podemos no tiene otra opción que disolverse. Los resultados electorales ponen de manifiesto un rechazo de tal magnitud que no admite rectificación posible”. Ha hecho cálculos y concluye: “Ha pasado a ser un partido extraparlamentario”. Esto es lo que, en mi opinión, más ha pesado en la decisión de Pedro Sánchez junto a la evidencia de que Yolanda Díaz tenía mucho “hipe” y mucho “flow”, pero poco lerele: no ha sumado nada. Y ahora, ¿qué? ¿Podemos se disolverá en Sumar? ¿El PSOE pescará el voto útil de izquierdas?
Una izquierda con gafas
En Euskadi, es innegable, Bildu ha sabido reunir a la izquierda. Y parte con muy buenas cartas para el 23-J: Oskar Matute o Mertxe Aizupura tienen presencia en Madrid y audiencia en sus circunscripciones. No solo les conocen, también les valoran. A eso hay que sumar que la sociedad vasca siempre ha premiado largamente a la izquierda abertzale cuando ha hecho solo política. Pero la izquierda, en su conjunto, tiene un problema: su miopía para reconocer el fascismo, una dictadura y a un pueblo verdaderamente oprimido. Por ejemplo: “Cuba intenta atraer inversiones y turistas de Rusia en medio de su peor crisis en décadas”, leemos en EPE.
¿Nos extinguimos? Por supuesto
Hace unos meses leí y traje a esta columna la reflexión de Umair Haque sobre cómo la expresión “cambio climático” es solo un eufemismo para evitar que hablemos de nuestra extinción. La semana pasada vimos cómo Nature publicaba una investigación en la que sus autoras y autores demostraban que, según varios indicadores, ya es inviable nuestra presencia en la tierra. A eso hay que sumar la amenaza de la inteligencia artificial sobre la que alertan sus propios creadores. Pero yo no necesito más demostraciones: vamos a consumir recursos solo por ocio. Si lo pensamos fríamente, no hay nada que nos defina mejor y peor a la vez.