¿Cómo?

Vox es solo el síntoma de una enfermedad persistente en la sociedad española: ¿cómo han llegado a 2022 tan fuertes y bien alimentados los herederos de los franquistas en España? Y si Vox es la fiebre, el millón de euros trincado, supuestamente, por Luis Medina, es el estornudo: “La familia Medina: de terratenientes que recaudaron y ‘limpiaron rojos’ para Franco a comisionistas con Almeida. El abuelo de Luis Medina tomó las armas, acompañó a la sublevación militar y formó parte de una de las más funestas organizaciones, la Guardia Cívica, una unidad experta en la represión” (Eldiario.es).

Ella estuvo allí

Esta semana ha fallecido Letizia Battaglia, conocida, sobre todo, por ser “la fotógrafa de la mafia”. Una cronista en blanco y negro no solo de los atentados de la organización violenta italiana, también de quienes tenían que convivir con ella: sus capturas costumbristas se enfrentan a su arte para captar el drama del asesinato a sangre fría. Battaglia empezó a principios de los 70 como fotógrafa de un periódico local en Palermo, lo que le obligó a convivir con la muerte. Pero su sensibilidad convirtió aquel trabajo desesperanzador en una crónica negra excepcional, de esas que tenemos que ver aunque nos duela para no repetirla.

Así están

La democracia es cara, muy cara. Mucho más barato es un emirato, dónde va a parar, o una dictadura bananera. Pero si queremos ser nosotras y nosotros quienes tomemos las decisiones tendremos que contar con este como un gasto necesario. Y sacudirnos los complejos para evitar situaciones poco recomendables: “El agujero económico del PP obliga a Feijóo a rodearse de cargos con sueldos públicos” (Vozpópuli). ¿Qué significa eso? Que alguien va a robar tiempo de donde cobra para dedicárselo al PP. Con honestidad, ¿no sería mejor garantizar que los partidos contasen con personal con dedicación completa?

La OTAN da las gracias a Rusia

No creo que en Francia vaya a ser tan escasa la diferencia entre Macron y Le Pen, y menos si la ultraderechista sigue haciendo declaraciones en las que muestra su proximidad a Putin y su rechazo a la OTAN. Porque nadie ha hecho más por la alianza militar en los últimos cincuenta años que el dictador ruso: “La OTAN siempre fue un asunto tabú en Suecia y Finlandia. Hasta que llegó Vladimir Putin” (Magnet). La ha revivido, la ha justificado y hasta puede ampliarla. No solo eso: ¿qué van a decir los “anti OTAN” de las amenazas gratuitas del Kremlin a los países que hacen frontera con Rusia? ¿Van a seguir justificando a Rusia?

“Yo acepto”

Suelo decir en mis presentaciones que la gran mentira de Internet es “yo acepto”. Todas y todos damos a ese botón sin leer condiciones que no aceptaríamos si repasásemos la literalidad del texto. Lucía Velasco ha compartido en Twitter un gráfico sobre el tiempo necesario para leer esos contratos con las plataformas que resolvemos sin pensar, en uno o dos segundos: tardaríamos más de una hora en leer el de Microsoft, media hora los de TikTok, Zoom, Apple o Spotify, en torno a 20 minutos, el de Twitter, y más de 15 los de Facebook o Linkedin. Algo menos, los de YouTube, Amazon, Netflix e Instagram.

¿Esto es bueno o es malo?

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La City londinenses, ese espacio particular en el que aterrizaban grandes bancos y empresas, tiembla desde el “sí” al Brexit. Al mismo tiempo, otros estados o regiones pugnan por convertirse en esos nuevos espacios atractivos, y De Guindos habría ofrecido privilegios impositivos a los bancos que cambien Londres por Madrid. ¿Está bien eso, atraer capitales a cambio de bajos impuestos? ¿Es mejor mantener tus niveles fiscales aunque sean otros los que se lleven el gato al agua? ¿Qué nos parecería si nuestros territorios lo hicieran?

Trump, ¿enviado del Diablo?

Nadav Kander ha sacado una foto estupenda de Donald Trump: el nuevo presidente de EE.UU. es el hombre del año para la revista Time que ha publicado en su portada, como es normal, ese retrato. Peeerooo… en el diseño final de la primera plana la “M” forma unos curiosos cuernos sobre la cabeza de Trump, algo en lo que han reparado, entre otros, en Photolari. ¿Hay intencionalidad? Me cuesta creer que en una revista como Time se les haya pasado ese “detalle”, sinceramente.

Estar allí para contarlo

Sigo con historias de fotógrafos: “Battaglia cuenta que para su trabajo siempre utilizaba lentes grandes angulares, ‘lo que significa que para tomar una buena foto tenías que estar muy, muy cerca’. A veces, demasiado cerca”. Estas líneas de Julian Miglierini sobre Letizia Battaglia, “la autora de algunas de las fotografías más conocidas del aumento de la violencia mafiosa en Sicilia entre la década de 1970 y la de 1990”, creo que son las que mejor definen un trabajo tan valiente como extraordinario.

¡Necesito reconciliarme!

Tengo muy claro cuándo empezó la deriva del fútbol moderno: cuando Florentino Pérez fichó a Luis Figo después de ganar unas elecciones. Hay un antes y un después de aquella traición urdida por un hombre de negocios que arribaba a un mundo dispuesto a ser vaciado, empezando por un agente que, entre el honor y el dinero, lo segundo fue primero. Hoy, las historias de abusos sexuales, partidos amañados por apuestas y despachos que hacen ingeniería fiscal, vuelven a asquearnos. Relatos como el de Esto es Premier, sobre el fútbol en Londres, nos ayudan a reconciliarnos con el deporte.

¿Mi nombre o un nombre comercial?

Yo mismo me enfrenté a esta duda y abusé de mi amistad con uno de los mejores publicistas de Euskadi para resolverla: cuando me di de alta como autónomo, ¿tenía que potenciar mi marca personal o crear una comercial? Y sé que muchos trabajadores por su propia cuenta se han enfrentado al dilema. Laura López, en su muy recomendable blog para freelances ha puesto en una balanza las dos opciones. Imprescindible para quien esté en esta eterna duda.