El fin de la impunidad

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En contra de lo que pudiera parecer, estoy seguro de que las redes sociales digitales serán más interesantes y para más gente cuando el acceso se haga por medio de nombres e identidades reales o nicks de toda la vida, de esos que se corresponden claramente con una persona. Así evitaremos, también, situaciones como la de Felipe González, que hasta ha llevado a juicio a quien está detrás de una cuenta que usa su nombre para lanzar mensajes haciéndose pasar por el expresidente español.

Pues será el único…

Confronto deliberadamente la muestra de libertad absoluta en Twitter que permite que alguien suplante la identidad de un político con las palabras del músico conocido como “Loquillo”. La verdad es que su música me gusta tanto como el personaje me desagrada. Un personaje que suele equivocarse como cuando afirma: “Ahora mismo vivimos en una situación en la que cada vez es más difícil decir lo que piensas, pero no porque haya censura, sino porque nosotros mismos nos censuramos”. Pues después de ver Twitter solo cabe pensar que será el único que lo hace.

Las bajadas de impuestos del PP

Cuando oigan a alguien del PP anunciar que bajarán los impuestos échense a temblar, porque ya sabemos a quién ha beneficiado en mayor medida lo que ha decidido este gobierno de mayoría y soledad absolutas: “Hacienda devolvió al grupo Santander 1.236 millones de euros en 2013 y 2014 por el impuesto de sociedades. El banco presidido por Ana Patricia Botín sumó unos beneficios de 10.186 millones esos dos ejercicios”. Como ven, algunos no necesitan ir hasta Panamá para que la jugada fiscal les salga redonda y blanqueada.

También se beneficia la iglesia

Pero no solo el Banco Santander se beneficia de unas medidas de gracia estupendas para hacer negocios millonarios: en El Boletín recogen la denuncia de Europa Laica sobre los beneficios que obtiene la iglesia en suelo español. Además de la aportación de 240 €/año de cada contribuyente, “la Iglesia recibe alrededor de 250 millones de euros de la asignación vía IRPF, y otros 80 millones por la segunda casilla, de fines sociales. Disfruta de excenciones y bonificaciones tributarias por valor de 2.000 millones anuales y recibe unos 4.900 para enseñanza”.

YouTube, un modelo generacional

Relativicemos: antes que nosotros, la televisión; en nuestra época fueron las consolas; en la posterior, seguramente, los ordenadores; tal vez hubo una generación para la que la conexión a Internet era ya casi adictiva; finalmente y haciendo un camino lógico, visto en perspectiva, es YouTube lo que acapara, casi absorbe la atención del público más joven. Esta plataforma no solo gana al resto de webs, también a la propia televisión: la juventud quiere consumir contenido audiovisual con este formato y las agencias de publicidad van detrás.