A veces, Euskadi va por delante de otros países de su entorno y otras veces, va por detrás, como cualquier otro país evolucionado que intentan mejorar pese a las dificultades. Hoy nos toca estar orgullosos porque el Gobierno Vasco contempla en sus presupuestos una partida para las víctimas de abusos policiales, siguiendo con su política de reconocimiento a todas las personas que han sufrido la violencia sin observar su origen. Es de justicia, no hay más. Y este acto de justicia no es incompatible con el respeto a las fuerzas de seguridad, digan lo que digan los oportunistas (e injustos).
Otegi comete una injusticia
A igual vulneración de derechos, igual reparación. Pero algunos no han vulnerado los mismos derechos, por eso Arnaldo Otegi es profundamente injusto cuando afirma que “hay 250 presos de ETA y habrá 250 recibimientos en sus pueblos” (El Independiente), para empezar, porque los 250 presos de ETA no han cometido los mismos delitos. De hecho, no es lo mismo recibir con una fiesta a quien mantuvo secuestrado a Ortega Lara que a él mismo por el caso Bateragune. Para entenderlo solo hay que abrir un poco la ventana y dejar que la sensibilidad ilumine el discurso de filas prietas.
Lo que es Twitter
El texto de David Bollero en Público sobre cómo Twitter le ha cerrado el acceso a su cuenta es de los que hay que leer, no por el caso particular, sino para refrescar lo que son las redes sociales, en general: un negocio, sí, en el que el contenido lo regalamos los usuarios para generar la atención de otros usuarios en una web en la que, entre tuit y tuit, post y post, foto y foto, los propietarios meten publicidad. Ese contenido, claro, hay que regularlo (pero por lo que dirán los anunciantes, no por lo que dicen los usuarios), y los mecanismos que activan las empresas son arbitrarios e injustos.
Los dueños del fútbol
En las asociaciones anónimas deportivas es más fácil saber quién es el propietario en función del accionariado. En los clubes, el tema se complica. Pero ni con un formato ni con otro las directivas parecen controlar el futuro inmediato de los equipos: los horarios de los partidos los dicta una entidad y puede corregirla otra diferente en base a la decisión de una jueza. Todo esto, para que a diez mil kilómetros de distancia alguien vea un Athletic-Osasuna (porque Barça y Madrid apenas juegan los domingos a las 12:00). En medio de este embrollo, solo el Real Madrid accede a no jugar en lunes y viernes.
Las intrahistorias
No recordaba su nombre pero sí su rol: Martin Selmayr, la mano derecha de Juncker en Bruselas, parece que cae en desgracia para alborozo de los muchos enemigos que se ha ganado en sus años como hombre duro de la política comunitaria. En El Confidencial hacen un interesante relato sobre el personaje, su trayectoria y su final, que sirve también para retratar lo que es ese monstruo político, la Unión Europea, tan fascinante como necesaria, tan maquiavélica como importante. Ya saben que estas “intrahistorias” me resultan irresistibles, también como lectura de verano.