A eso está dispuesto Pablo Ruz, a imputar al PP “por las donaciones irregulares que habría recibido en ese ejercicio y que aparecen reflejadas en los célebres ‘papeles’ de Luis Bárcenas” (‘Vozpópuli’). Dicho de otro modo: el juez da total verosimilitud a los apuntes contables al margen de la legalidad que hizo el tesorero. Pero que nadie se ponga nervioso, que ya sabemos que el PP va a librarse porque en el momento de los hechos, 2008, la ley no preveía actuar contra un partido como persona jurídica.
La noticia que ya nace caducada
La decisión del juez Ruz es un varapalo sin contemplaciones para los de Mariano Rajoy y Arantza Quiroga porque vacía de razón cualquier argumento que quieran usar en el PP para atacar a sus adversarios políticos. Por ejemplo, la noticia de que el PP ha dado orden de que en todas sus agrupaciones vigilen las organizaciones territoriales de Podemos por si se levanta la liebre alguna irregularidad económica (‘Te Interesa’) parece un chiste malo. ¿Con qué legitimidad va a actuar ahora el PP contra nadie?
En el PSOE, también
El ex consejero andaluz de Innovación, Ciencia y Empresa, Martín Soler, ya imputado en el caso de los ERE, vuelve a estar imputado, junto a otros tres altos cargos de la Junta, en esta ocasión por las posibles irregularidades en la concesión de ayudas públicas a empresas “bajo el paraguas formal de avales, préstamos y garantía de préstamos” (‘Andaluces.es’). De este modo, la jueza Alaya entra en la precampaña andaluza, en la que el gobierno socialista, señalado desde un montón de frentes, parece que será la primera opción.
Saqueos en lo privado
La sospecha de que en el PP manejaron dinero negro puede convertirse en una nefasta certeza. La financiación de Podemos dará que hablar (de eso estoy bastante seguro cuando empiecen a necesitar inmuebles para las sedes). En Andalucía, lo del PSOE parece un pozo sin fondo. ¿Y en lo privado? Díaz Ferrán se ha convertido en la punta de lanza de una clase de empresarios que hicieron dinero deshaciendo el de los demás. En ‘El Confidencial’ describen “la maquinaria diabólica que construyó para descapitalizar un enjambre de sociedades y dar apariencia de solvencia”.
La Ikurriña como símbolo
Según ‘El Confidencial Digital’, el grupo de EAJ-PNV en el Congreso ha pedido al Gobierno que devuelvan las Ikurriñas y otras pertenencias que los franquistas fueron arrebatando después del golde de Estado, y que siguen en “museos y archivos dependientes del Estado como ‘botín de guerra’, sin que sus legítimos dueños sepan en la mayoría de las ocasiones de su existencia”. En concreto, en el Museo del Ejército de Ceuta hay una Ikurriña con la expresión “JEL” bordada que perteneció a uno de los batallones del “Euzko Gudarostea”.