Ayer una filtración de Hervé Falciani volvió a sacudir la actualidad: el fallecido Emilio Botín, Fernando Alonso, los amigos de la casa real española, Mohammed VI de Marruecos y Abdallá II de Jordania, famosos como Diego Forlán, David Bowie o Tina Turner, entre otros, han sido clientes del Hong Kong Shangai Bank (HSBC) de Ginebra, lo que les ha permitido mantener libres de impuestos capitales por un importe de 78.000 millones de euros, de los que 1.769 correspondían a españoles que no tributaron a hacienda (‘El Confidencial’).
Redefiniendo la “casta”
Comparado con esas fortunas, los 700.000 € que Monedero tiene en España (insisto, en España, no se los ha llevado a Suiza ni a las Caimán, y son absolutamente legales) parecen poca cosa. Pero para comparar bien hay que hacerlo con elementos comparables. Fortuna de Pujol aparte, el dineral de Monedero, ¿no le convierte en parte de la casta? Tener hasta dos empresas pantalla, como le acusan en algunos medios (‘Te Interesa’), ¿no es incompatible con acusar a otros de ser de la mafia?
La releche
De los 700.000 € que tiene ahorrados Monedero, 425.000 vienen de la operación con una empresa pantalla que le permitió facturar de un plumazo y con mayor beneficio fiscal su labor como trabajador autónomo durante dos años. Quien se vende como el paladín de la integridad hace una trampa legal. Vale. Mete una ampliación de su declaración ante una posible investigación fiscal. Vale. Pero, ¿puede que Hacienda encima le devuelva 150.000 €, como sugieren en ‘La Información’? No, no vale: nos mean encima.
¿Algún imputado, su señoría?
No hubo una contabilidad “B” en el PP. Según la hacienda, la policía, y la fiscalía, en el PP hubo varias contabilidades “B”, incluida la del País Vasco, según ‘Vozpópuli’. Pero permítanme que llame su atención sobre un hecho: además de los tesoreros, ¿hay alguien más imputado? ¿Ninguno de los conocedores de este dinero negro, hoy en diferentes gobiernos y direcciones del PP, va a tener alguna responsabilidad en estos hechos?
Quien insulta se retrata
Aunque soy el primero que no puede reprimir un “imbécil” o un “tonto” en Twitter para referirme a algún personaje de la actualidad que, sinceramente, se merece el calificativo a mi juicio, sostengo que quien insulta se retrata. Por ejemplo, Hermann Tertsch, que descalificó en esta red social a Ana Pastor (“enchufada”) y a Jordi Evolé (“garrapata sectaria”, “manipulador ventajista y tramposo”). El tipo de periodismo que hacen ambos, como el que hace Tertsch, no son de mi agrado, pero ya nos insultan desde fuera como para que algunos “compañeros” sean tan agresivos.