El atentado en Orlando nos pone de un espejo en el que vemos reflejada la miseria humana: cincuenta personas han sido asesinadas solo porque su condición sexual no gustaba ni a su extremismo, literalmente, cavernícola. Pero destapa, al mismo tiempo, una realidad incómoda: ser gay significa estar en riesgo de ataque de islamistas, pero también de neonazis, entre otros. En EE.UU., como leemos en Magnet, “tan sólo la raza implica un mayor riesgo de sufrir acciones violentas que la orientación sexual”. Lo que no dice nada bueno de nuestra civilización.
El PSOE, en su peor momento
Escribo esta columna sin haber visto el debate electoral, y puede que durante el mismo Pedro Sánchez haya brillado, vencido y recuperado su pulso, pero es bastante difícil. El PSOE está en su peor momento, y no solo por sus malas expectativas electorales: es un partido humillado al que han destrozado desde la izquierda, el espacio en el que se ubicaba. Nacho Cardero expone en El Confidencial una radiografía espeluznante de un partido en encrucijada constante y con salidas que solo son malas.
Los amigos de Pablo Casado
Lo que no acabo de entender es que no sea el PP el que esté en la piel del PSOE, sinceramente, con los casos de corrupción, los recortes, la desidia que ha exhibido Mariano Rajoy y las malas amistades que, en general, practican los “populares”. Son tan poco recomendables algunos amigos del PP que a Pablo Casado se la jugaron bien: le pasaron imágenes de supuestos enfrentamientos en Venezuela… ¡Que en realidad eran del Congo! Es cierto que Casado ha rectificado en Twitter, pero con eso solo reconoce en las amistades peligrosas del PP.
¿Me lo creo o no me lo creo?
El reciente “error” de Pablo Casado y los miles de imágenes falsas difundidas con plena intención de engañar al espectador que pululan por Internet han provocado que dude a la hora de creerme el vídeo de Ciudadanos Madrid en el que se ve a un vallecano tirarles la mesa electoral y amenazarles con “reventarles”. El hecho, que tiene pinta de cierto, es grave: por supuesto que Ciudadanos puede pedir el voto en Vallecas, como Podemos lo puede hacer en Neguri. Lo que hay que tener en cuenta es que “la gente” que cree lo contrario también vota.
Podemos y el derecho a decidir
Llevo varios días viendo el tuit de Sergi Castañé. De vez en cuando, reaparece en mi timeline relanzado por otro usuario. El tuit forma parte de un hilo en el que este politólogo explica la idea de “derecho a decidir” de Podemos según su propio programa: primero, los catalanes podrán votar. Después, la decisión conllevará una modificación constitucional que tendrá que ser votada… Por todos los españoles. O lo que es lo mismo: los catalanes serán lo que quieran los españoles. En eso los cuatro partidos españoles también coinciden.