Rafael Hernando es un echado para delante. En su caso no es algo positivo porque combina ese arrojo con soberbia. El resultado son declaraciones preocupantes: “El Gobierno y el Senado siguen siendo la única y más sólida garantía frente al independentismo”, tuiteó después de conocer los resultados del 21-D. En plata: que el decreto-ley y su mayoría en el Senado sirven al PP para pasarse por el forro los más de dos millones de votos a partidos nacionalistas catalanes.
Qué pereza, oiga
No acabo yo de contagiarme del espíritu navideño esta semana. Más bien, ando desganado y quejica por culpa de las tonterías que me veo obligado a leer y escuchar. Uno de los “subdebates” que llevo peor cada proceso electoral que vivo es el del eje izquierda-derecha. ¡Qué pereza! Así que hago mías las palabras del usuario Xaxibenputa en Twitter (casi 20.000 seguidores) y termino ya este párrafo: “Habláis de la derrota de la izquierda como si fuese algo trágico o inmerecido”.
“Gentuza”, dice
Miguel Ángel Rodríguez me tiene bloqueado en Twitter. No tengo ni idea de por qué, pero si tiene que andar buscando y banenado a todos los que criticamos sus resbalones mentales, ya tiene trabajo el hombre. Pese a las dificultades, no me quedo sin trasladarse una de sus últimas cagarrutas en esta red social: “En Cataluña hay más gentuza por metro cuadrado que en ningún otro lugar de España. Ellos sabrán”. Es más fácil echar la culpa a un país que a un partido que hace mal las cosas.
Volvamos a lo nuestro
La actualidad que viene de Catalunya nos puede, lo sé, pero seríamos muy injustos si no atendemos a lo que pasa también en nuestro país, y más cuando es tan escandaloso como denuncia Bakartxo Ruiz. Agárrense. Carlos Gimeno, del PSN, llegó a decir esta barbaridad en el parlamento navarro: “No es justo que una plaza de castellano sea ocupada por un euskaldun”. Este es el nivel de rendición ante UPN que gastan los socialistas navarros en aquel territorio. Imperdonable.
Una Nochebuena, buena
Cuando el Inicitatus tuiteó: “El móvil, ¿se pone a la derecha o a la izquierda del plato?”, pensé que no pasa nada porque cenemos hoy con los móviles encima de la mesa, como no pasa nada porque lo hagamos con juguetes para apaciguar a los niños hasta que venga Olentzero, y no pasa nada porque saquemos fotos a ese cochinillo que hay que ver cómo ha quedado, ni porque lo enseñemos en Instagram o WhatsApp a los amigos. Yo solo quiero para usted y para mí que esta Nochebuena sea verdaderamente buena.