Ir a Barcelona es un dolor de muelas y ayer lo fue más de lo normal, porque los nuestros se metieron hasta cinco tiros en el pie.

Sancet se auto expulsa (Foto: EFE)
Uno les debió parecer poco e incidieron en machacarse a sí mismos. Sin tiempo ni para entrar en el partido y tras dos oportunidades de ellos, Berenguer, uno de los mejores jugadores de esta temporada, se durmió y regaló un balón, cerca del área propia, que llegó a Lewandowski, que fusiló a Unai, que tocó pero no pudo parar. Minuto 4 y 1 a 0. En fin. A partir de ahí, el equipo se pudo ir poco a poco rehaciendo, y aunque se seguían perdiendo balones absurdos, propiciando oportunidades culés, se llegó a los últimos minutos del primer tiempo, en los que los rojiblancos tuvieron hasta 3 oportunidades. Dos de Unai Gómez, que jugó como delantero centro, y una de Nico Williams. Pero nada. Y ahí que llegaron al descuento de dos minutos, con el balón en posesión del Athletic. Le llega a Yuri, y en el minuto 46 y 58 segundos, perdió el balón. Se debería haber acabado ahí, y seguro que si hubiese sido al revés, el árbitro Sánchez Martínez, hubiese pitado el final, pero, el robo de balón inicio el contraataque del Barcelona, que por supuesto no detuvo el árbitro. Y gol. 2 a 0. Nadie ha comentado nada. Supongo que estamos tan acostumbrados a que nos hagan esto en Barcelona que ya hasta nos parece normal. Segundo tiro en el pie completado. Se podía haber empatado, pero nosotros no marcamos y ellos te rematan con el 2 a 0.
El tercer tiro en el pie, fue en el minuto 4 del segundo tiempo, regalo está vez de Ruiz de Galarreta, y 3 a 0. Y 3 minutos más tarde, Oihan Sancet se auto expulsa, pegando una patada por detrás a Fermín, incomprensible. Vaya temporadita lleva. Hay que decir que en el primer tiempo no estuvo mal. Fue protagonista en alguna de las jugadas peligrosas, pero que haga lo que hizo es inexplicable. Y a partir de ahí, a intentar que la carnicería no fuese mayor. Y solo en el minuto 89, nos cayó el cuarto. Podía haber sido peor. Pero si no somos capaces de meter nuestras oportunidades y si regalamos tanto y tanto en cada partido, es imposible sacar algo en limpio.
Y ahora a Praga a jugarnos las habichuelas en Champions League con el Slavia. Dificilísimo y más por como estamos, pero… en algún momento habrá que dar la imagen acorde a lo que fuimos el año pasado. Así que… ¡A por el Slavia! Y…
¡Aúpa Athletic!
P.D.: Es ley de vida que nuestros mayores se vayan yendo y en este caso le ha tocado el turno a mi tía Pili, de la que solo tengo buenos recuerdos. Uno es mi primera final de Copa con el Athletic, en Madrid, contra el Betis, siendo una cría, que me llevaron a verla mis tíos, con sus 3 hijos, con más tíos y amigos. El resultado ya lo sabemos, pero lo bien que lo pasamos… bueno, eso ya lo sabéis también todos los que habéis ido a una final. Otro recuerdo es en San Mamés, en la grada, nuestras dos familias sentadas, vosotros, que erais menos, delante y nosotros más, en la fila de atrás. Bendita suerte que podíamos ir todos. Y en el año 84, aquel gol que metió Dani al Real Madrid, al de poco de reaparecer de una lesión larguísima, que casi suponía tener en la mano la Liga del 83-84, y que mientras yo lloraba de alegría, tú te agarrabas de la cabeza, porque de la ilusión se te puso un dolor fortísimo (que no pasó a mayores, pero que no se me ha olvidado). Y ganamos la Liga. Muchos años yendo las dos familias juntas a La Catedral, muchas vivencias. Como eres muy creyente, sé que allá donde vayas, te estarán esperando con los brazos abiertos, tú hermana Charo, y vuestros padres, mientras otro que yo me sé, tú marido, Iñaki, te dirá que cuánto has tardado, eso sí, mientras te prepara el mejor plato y que más te gusta, como buen cocinero que era. Y en una esquina de la mesa estará tu cuñado Valen, mi padre, que para fastidiar a su hermano le dirá sobre el plato: «Está muy rico… pero sabe a corcho». Y tú, Pili te reirás y acabarás sonriendo, con esa sonrisa tuya permanente, con la que siempre te voy a recordar. Estoy segura que el resto te va a recordar también así. Ana Marta, Javi, Iñaki, Cristina, sé que ha sido duro, sé que es duro, pero quedaos con todo lo bueno que os ha dado, que nos ha dado. Mi abrazo más enorme para los 4 y para el resto de la familia y amigos. Adiós tía. Te quiero.



