Empiezo a creer que los consejeros de Caja Madrid que estafaron miles de euros con las tarjetas opacas y, sobre todo, a quienes promovieron su uso, se les debería de reclamar algo más que lo gastado. Porque si uno revisa ahora la imagen de la institución por cuyos intereses velaron como consejeros se encuentra con una marca triturada. Que ahora se llame Bankia no resta responsabilidad. Y si todo lo malgastado con las tarjetas es un abuso, una golfería y un robo, cada euro sacado con esas tarjetas de los cajeros es un atraco. ¿Qué altura moral demuestra quien extrae 1.000 € hoy, y otros 1.000 mañana, para “sus cositas” del dinero de los clientes?
Y más ‘marca España’
Hoy nos preocupamos por lo urgente. En concreto, por las urgencias hospitalarias que van sucediéndose relacionadas con la infección del ébola. Pero luego llegará lo importante, cuando todo se pase, cuando el ébola sea como la gripe aviar: ¿dónde están los turistas? A España en el exterior le está machacando la imagen el asunto del ébola, y eso tendrá su “vuelta” cuando lleguen (o no lo hagan, mejor dicho) los turistas. La recopilación que han hecho en ‘Radio Cable’ con las noticias de la prensa extranjera no invita a ser optimistas con la famosa (y no para bien) ‘marca España’.
Si no estás preparado…
Juan Ignacio Pérez Iglesias tiene un gran efecto sobre mí: cuando dice algo con lo que no estoy de acuerdo pongo en duda mis propios planteamientos. Así, cuando defiende la repatriación de los dos afectados por ébola creo que tengo que revisar mi seguridad sobre que no tenían que haberlo hecho. Pero en esta ocasión la información que leemos en ‘InfoLibre’ me refuerza: “El Gobierno de Aguirre desmanteló dos organismos clave para el control de crisis como la del ébola”. Es decir: era más que evidente que España no estaba preparada para controlar una pandemia así.
De aquellos polvos…
Pero la ineptitud en la gestión le puede pasar al PP factura interior además de exterior. Esta semana en ‘Vozpópuli’ nos hemos encontrado dos noticias significativas: “El PP en Cataluña corre el riesgo de convertirse en un elemento residual. Las últimas encuestas anuncian un espectacular desplome. La estrategia de «firmeza serena» de Rajoy frente a Mas le pasa una seria factura a Alicia Sánchez-Camacho”, y “el PP perdería 23 escaños en las Cortes valencianas, pasando de los 55 obtenidos en 2011 a 32 si las elecciones a la Presidencia de la Generalitat se celebraran ahora, mientras que el PSOE perdería cuatro, de 33 a 29, y Podemos irrumpiría como tercera fuerza de la Cámara, con 17 escaños”.
Trabajar no es “casta”
No deja de sorprenderme que en nombre del progresismo se desprecie el logro de la izquierda para que la política no fuese de ricos, y para que se cobrara el trabajo realizado en este sector. De ahí se pasó a la profesionalización, no de los políticos, sino de los asesores, formadores, sociólogos, periodistas, diseñadores… Porque, ¿en qué creen que se gasta el dinero de las campañas? Desde cocineros a cámaras de vídeo, pasando por community managers. Por eso me parece negativo que en Podemos confíen en colaboradores gratuitos mientras Pablo Iglesias ingresa más de 2.000 € al mes (según ‘Libertad Digital’). Los pocos trabajadores con los que cuentan tienen sueldos de 800 a 1.200 €, ¿esto es empleo de calidad?