Los partidos autoproclamados de izquierda y portadores de la voz de las personas trabajadoras (como si no hubiera suficientes muestras sociológicas de que al PP también le han votado en “barrios obreros” y que en Vox no solo confiaron los señoritos andaluces) hoy están de reivindicación: es uno de mayo y estamos a la puerta de otras elecciones, así que toca foto. Pero más nos valdría a todos que se pusieran con los problemas derivados del empleo y las cotizaciones, de una vez: en El Blog Salmón alertan de la gravedad real del problema de las pensiones que los partidos, especialmente los de izquierda, eluden.
Robots que controlan a las personas
Este primero de mayo también podemos celebrar, o no, que estamos en el siglo XXI y las condiciones laborales son como las soñábamos en el siglo XX, o casi: esclavos que te traen en una bici lo que quieras de la calle, empresas que organizan a taxistas sin licencia, o robots que califican a trabajadores en función de su productividad en una empresa maravillosamente bien valorada por los usuarios como es Amazon. Una mierda pinchada en un palo. Pero ya se lo he dicho en el párrafo anterior: hoy toca hacer política vía foto y vía tuit, y no meter mano a la derivada más perversa que nos ha traído la tecnología.
La derechita victimista
Santiago Abascal o alguno de los pensadores de la extrema derecha (ya sé que acabo de escribir una contradicción como la copa de un pino) pusieron de moda la idea de “la derechita cobarde” para referirse al PP y a Ciudadanos. Estos partidos señalados hoy podrían devolvérsela hablando de “la derechita victimista” después de que el de Amurrio insista que los medios les tratamos mal. ¿Igual se queja de que hablamos poco de ellos? En cualquier caso, no es una buena idea la que trasladan: el lamento continuo, como en el caso de Podemos (que tardó casi 10 días en darse cuente) no suma, más bien genera rechazo.
Una buena semana para leer a OK Diario
Habrá pocos días en el año en el que esté justificado hacer clic en un digital asqueroso como es OK Diario, pero estos que vivimos bien pueden ser esas excepciones. Dice Eduardo Inda en el editorial del digital que las derechas tienen que volver a unirse, y seguro que el PP también apela al voto útil para que la tragedia no les resulte irreparable. Lo malo es lo que se deduce de la lectura: que el voto a Ciudadanos (que ya es más extremo) y el voto a Vox (que sigue resultándome incomprensible) es solo un voto que antes amalgamaba el PP. Ya lo sabíamos, pero ahora lo dicen claramente.
Esto no va con Feijoo
Nadie va a mover un dedo para salvar a Pablo Casado, que ya es otro cadáver político. Después de las europeas, municipales y autonómicas en el caso de España, la canícula va a servir solo para socarrar al PP a la espera de que alguien venga con el nanas, frote y certifique si el utensilio vale o está tan quemado que es mejor comprar uno nuevo… Con Ciudadanos consolidándose más de lo que merece. Los pasos a seguir están tan claros que Núñez Feijoo incluso se ha librado de la foto de la derrota, dejando su silla vacía en la Ejecutiva postelectoral. Hoy, haber sido despedido por Casado habla bien de uno.