¿Con qué amenaza Vox cuando responde al ministro José Luis Ábalos, que protesta en Twitter por un ataque a la escultura que recuerda a Largo Caballero, con este mensaje: “Derogad la Ley de Memoria Histórica. Primer aviso”? ¿Dónde está la fiscalía para actuar de oficio contra quien amenaza a un ministro y ataca a una norma básica como es la memoria de las víctimas del golpe de estado y la dictadura franquista? El primer aviso del que Vox tiene que tomar nota debería de ser el que ha dado la justicia griega con Amanecer Dorado, al que ha considerado organización criminal. Lo que son los fascistas.
Fascistas haciendo cosas nazis
Y si la fiscalía no actuó con el primer aviso porque en España ya se sabe que para las cosas de los herederos de Franco todos se ponen remolones, debería de haberlo hecho con el segundo aviso, que lo dio el diputado Juan José Aizcorbe (de Vox, por supuesto) nada menos que en el Congreso ayer: “Reitero la presentación de una proposición de derogación de la liberticida Ley de Memoria Histórica. Segundo aviso, señorías” (El Plural). Segundo aviso, ¿de qué? ¿Van a salir a quemar libros o a marcar puertas de casas con pintura? ¿Van a tomar las cortes con un golpe de estado y una guerra civil apoyados por Hungría y Polonia?
¿No les están regalando la oportunidad?
La reforma que proponen PSOE y Podemos para elegir a la cúpula de la judicatura, rebajando la mayoría cualificada hasta la absoluta, abre la puerta a que, en cuanto cambien las tornas, nos comamos unos jueces ultraconservadores. Más incluso de lo que son ahora, aunque algunos vayan de progres. ¿O qué creen que van a hacer PP y Vox en cuanto sumen mayoría absoluta, dejar a otros que metan la cuchara? Por otro lado, esta rebaja sí permite a otros partidos entrar en la jugada (como ahora) que, hasta ahora, tienen monopolizada PSOE y PP, y supeditada a que se pongan de acuerdo.
La estrategia de Ayuso
El PP y Vox comparten muchos vasos comunicantes: la base de votantes, las necesidades de unos y otros, y el trumpismo. Y aunque en general los de Abascal tarareen la música trumpista más a menudo, nadie la interpreta como Isabel Díaz Ayuso: la manera más efectiva de mejorar las cifras de la afección del coronavirus es dejar de hacer pruebas. Sobre todo, pruebas que sabes que pueden dar positivo, como la de las personas próximas a un contagiado. En eso se basa la mejora de datos que presenta Madrid para enfrentarse al gobierno español, lo que es, en esencia, una barbaridad y una irresponsabilidad.
El problema es medirlo
Algo está haciendo mal alguien si el resultado de unas medidas sanitarias se ofrece en votos y escaños. No parece muy lógico, desde luego, ni muy recomendable porque de esta manera solo se consigue hacer el juego al populista. ¿De verdad que del enfrentamiento entre Díaz Ayuso y Sánchez la primera va a rascar 15 escaños más en el congreso madrileño? ¿De verdad que es momento de que La Razón haga esta encuesta? ¿De verdad se puede mezclar una pandemia con unas encuestas electorales con esta sencillez, como si no fuera ampliar la irresponsabilidad con la que ejercen y envilecen la política?