¿Quién le hace los recados a la extrema derecha?

El ayuntamiento de Madrid ha retirado a golpe de martillo una placa en memoria de Francisco Largo Caballero. Lo hace después de aprobar una petición de Vox en contra de la existencia de recuerdos de la figura de este político y de Indalecio Prieto en Madrid. De este modo, PP y Ciudadanos entran en el juego de la extrema derecha de utilizar la ley de memoria histórica para manipular y laminar del recuerdo a quien sí hizo política y sí sufrió el fascismo. En resumen: Martínez-Almeida se ha convertido en el chico de los recados de Vox a cambio de sus votos, y permitirlo es peligrosísimo.

Mal empiezan

En el otro extremo, Alberto Garzón ha dado un primer paso un tanto dudoso en cuanto a la recaudación y su relación con las clases desfavorecidas: subir el IVA a las bebidas azucaradas es el más injusto de los impuestos porque lo abona de igual modo quien tiene menos recursos y quien tiene más. Y el efecto, evidentemente, no es el mismo en quien tiene una renta baja que en quien la tiene más alta. Sn entrar en el fondo del asunto, como carta de presentación del ministro y secretario general de IU la veo floja. Y si entro, ¿se trata de fomentar hábitos saludables o de recaudar más con los insanos?

Madrid no es España

El del “madridcentrismo” español es un fenómeno que me fascina. Para empezar, no existe prensa madrileña porque la española actúa a la vez como nacional y “local”. Y los políticos, sobre todo los madrileños, están igualmente contaminados: no niego que el repaso de Íñigo Errejón a la política de Isabel Díaz Ayuso sea necesario o justo. Pero que haya elegido el Congreso en vez de la Asamblea de Madrid es, evidentemente, un error. Su partido político es profundamente centralista con todo lo que eso conlleva, y Errejón no lo oculta, no sé si porque no quiere o porque no puede. Veremos cuánto da de sí.

Un mensaje universal… Y certero

Sin salir de Madrid, un empresario hostelero de la capital, César Martín, lanzaba este mensaje que es tan universal como directo y certero: “A los empresarios de hostelería que celebráis fiestecitas multitudinarias nocturnas en vuestros locales a puerta cerrada. Dejad de hacer el gilipollas que nos vais a joder a todos. Gentuza que solo quiere enriquecerse, ATPC de esta maravillosa profesión. No os queremos aquí”. Ese “ATPC” es un acrónimo de a dónde mandar a los indeseables, por cierto. Y del mismo modo que señalamos a hosteleros podemos hacerlo con fiestas privadas como la reciente rave en Catalunya.

Nueva web de Ikuspegi

El investigador que hay en mí (hace años dediqué varios cursos de mi vida a la Academia) no ha podido evitar curiosear en la nueva web de Ikuspegi. El Observatorio Vasco de Inmigración ha hecho un esfuerzo para ofrecer de una manera diáfana su mayor valor: el resultado de sus investigaciones. La disposición es muy clara, el fondo blanco ayuda (tan sencillo como acertado… Y no tan frecuente como nos gustaría a los usuarios) y hasta la tipografía resulta amable. A eso, además, han añadido una nueva estrategia en redes que tendrán que desarrollar… Y eso, para uno observatorio como Ikuspegi, no va a ser fácil.

Amanecer Dorado, primer aviso

¿Con qué amenaza Vox cuando responde al ministro José Luis Ábalos, que protesta en Twitter por un ataque a la escultura que recuerda a Largo Caballero, con este mensaje: “Derogad la Ley de Memoria Histórica. Primer aviso”? ¿Dónde está la fiscalía para actuar de oficio contra quien amenaza a un ministro y ataca a una norma básica como es la memoria de las víctimas del golpe de estado y la dictadura franquista? El primer aviso del que Vox tiene que tomar nota debería de ser el que ha dado la justicia griega con Amanecer Dorado, al que ha considerado organización criminal. Lo que son los fascistas.

Fascistas haciendo cosas nazis

Y si la fiscalía no actuó con el primer aviso porque en España ya se sabe que para las cosas de los herederos de Franco todos se ponen remolones, debería de haberlo hecho con el segundo aviso, que lo dio el diputado Juan José Aizcorbe (de Vox, por supuesto) nada menos que en el Congreso ayer: “Reitero la presentación de una proposición de derogación de la liberticida Ley de Memoria Histórica. Segundo aviso, señorías” (El Plural). Segundo aviso, ¿de qué? ¿Van a salir a quemar libros o a marcar puertas de casas con pintura? ¿Van a tomar las cortes con un golpe de estado y una guerra civil apoyados por Hungría y Polonia?

¿No les están regalando la oportunidad?

La reforma que proponen PSOE y Podemos para elegir a la cúpula de la judicatura, rebajando la mayoría cualificada hasta la absoluta, abre la puerta a que, en cuanto cambien las tornas, nos comamos unos jueces ultraconservadores. Más incluso de lo que son ahora, aunque algunos vayan de progres. ¿O qué creen que van a hacer PP y Vox en cuanto sumen mayoría absoluta, dejar a otros que metan la cuchara? Por otro lado, esta rebaja sí permite a otros partidos entrar en la jugada (como ahora) que, hasta ahora, tienen monopolizada PSOE y PP, y supeditada a que se pongan de acuerdo.

La estrategia de Ayuso

El PP y Vox comparten muchos vasos comunicantes: la base de votantes, las necesidades de unos y otros, y el trumpismo. Y aunque en general los de Abascal tarareen la música trumpista más a menudo, nadie la interpreta como Isabel Díaz Ayuso: la manera más efectiva de mejorar las cifras de la afección del coronavirus es dejar de hacer pruebas. Sobre todo, pruebas que sabes que pueden dar positivo, como la de las personas próximas a un contagiado. En eso se basa la mejora de datos que presenta Madrid para enfrentarse al gobierno español, lo que es, en esencia, una barbaridad y una irresponsabilidad.

El problema es medirlo

Algo está haciendo mal alguien si el resultado de unas medidas sanitarias se ofrece en votos y escaños. No parece muy lógico, desde luego, ni muy recomendable porque de esta manera solo se consigue hacer el juego al populista. ¿De verdad que del enfrentamiento entre Díaz Ayuso y Sánchez la primera va a rascar 15 escaños más en el congreso madrileño? ¿De verdad que es momento de que La Razón haga esta encuesta? ¿De verdad se puede mezclar una pandemia con unas encuestas electorales con esta sencillez, como si no fuera ampliar la irresponsabilidad con la que ejercen y envilecen la política?