Uno de los problemas de Podemos lo vimos en las primeras Generales en las que se presentó y favoreció una repetición electoral por unas encuestas en las que se merendaba a IU: En Podemos creen que los demás nunca se mueven. Es el vicio del teórico. Pero vaya si lo hacen: Mónica García, la candidata de Más Madrid, da una contundente respuesta a Pablo Iglesias, que había hablado en público de la unión de fuerzas (en su cabeza: merendarse a Errejón) sin llamar a nadie del partido madrileño. García, en su breve vídeo, también critica la testosterona y ese tono de serie de televisión que gasta Iglesias.
Iglesias, en un tuit
El periodista Miquel Ramos radiografía Al vicepresidente en este tuit: “El líder de Unidas Podemos propone lista conjunta con Más Madrid, y primarias para decidir si la encabeza Mónica García o él. Pablo Iglesias deja el Gobierno para disputar la presidencia de Madrid a Isabel Díaz Ayuso y cede el liderazgo a Yolanda Díaz”. Iglesias es un líder poderoso que decide dónde va y quién le sustituye, y que en cada movimiento intenta dos jugadas, porque acabar con Más Madrid era uno de sus objetivos. También es sibilino, porque para lograrlo, como hemos visto, sugería unas primarias plenamente consciente de su notoriedad.
¿Quién se lo permite?
¿Quién permite a Pablo Iglesias manejar a su antojo el partido, apartando candidatas, imponiéndose de candidato y dejando programadas las sustituciones? Lo hacen quienes viven de esas decisiones. ¿Alguien se acuerda de los círculos? Y en el gobierno español parece que es Sánchez el que le deja manejar la esquiladora incluso arriesgándose a salir trasquilado: “Lo de contraprogramar a Sánchez en su día de gloria con Macron, rompiéndole la coalición a la vez que le pone ministra y vicepresidenta (como aquella vez en que pidió varios ministerios mientras Sánchez estaba con el Rey), es de una crueldad muy refinada”, tuiteaba Jorge Bustos.
La pandemia sigue
Mientras todo esto sucede, la pandemia sigue azotándonos (especialmente, en Madrid). De hecho, de no ser por este tuit de Ana Pastor, ni siquiera parecería algo grave: “Sanidad paraliza ahora el uso de la vacuna AstraZeneca. Lo hace después de Francia, Alemania, Italia, Holanda, Irlanda, Dinamarca, Noruega, Islandia… Otro ejemplo más de anticipación y buena gestión de este Gobierno en la lucha contra la covid”. Si nos vuelven a vacunar con AstraZeneca es posible que Pastor tuitee lamentando el tiempo perdido. ¿Qué más da? La moda política manda ser cortoplacista y combinar contradicciones. En España y en Euskadi.
Cantó, qué personaje
Toni Cantó ha hecho política en dos partidos pero de la misma manera: pisando moqueta de la buena y dando lecciones a todos. A los suyos y a los que no lo eran. Y ahora abandona Ciudadanos asegurando que volverá a su profesión, la de actor. Pero España es muy grande y los escenarios que le esperan igual se le hacen pequeños. Su manera de irse, con exigencias y críticas a su jefa hasta el último minuto, y poniendo en valor a Albert Rivera le ponen en el escaparate de la función. Lo que está claro es que él no se queda a recoger los restos: no lo hizo en UPyD y no lo hará en Ciudadanos, porque hundirse es de pobres.