Superman, chorizo con pan

Si algo ha puesto en evidencia Pablo Iglesias es que solo cree en Pablo Iglesias. No debemos olvidar que en las encuestas, hasta ayer, limitaban las opciones de Podemos a entrar o no en la Asamblea. En ningún caso arrancaban la precampaña con opciones de pugnar por la presidencia de la Comunidad. Iglesias y Podemos demuestran mesianismo y centralismo en ese vídeo de más de ocho minutos en los que el gran líder mira a cámara y hace pasar la política de toda España por su persona: busca cargarse a Más Madrid y obligar al PSOE a hacerle presidente (si los números les dan) para mantener el gobierno en Moncloa.

La derivada española

La campaña en Madrid puede ser, a la vez, la precampaña en España: me temo que solo si Isabel Díaz Ayuso arrasa nos libramos de unas generales en otoño, a más tardar. Una vez más, es Podemos quien nos lleva a una campaña. Una vez más, quienes se creen que viven en El Ala Oeste (y no entendieron la serie) nos empujan a la inestabilidad. Pero esta vez es diferente: quien desarrolla su juego de tronos (desde una vicepresidencia, que hay que tener cuajo) lo hace en plena pandemia y sin dedicarle tiempo a lo urgente y lo importante, que esta vez coinciden salvando la salud, la economía y las emociones agotadas.

No puede ser verdad

Solo unas horas antes del anuncio, Isabel Díaz Ayuso hacía de Isabel Díaz Ayuso y afirmaba que ella está en el lado bueno de la historia si es una fascista. Es la misma que cree que está en el lado bueno de la pandemia porque ha convertido Madrid en el bar de Francia mientras mantiene una de las medias más altas de incidencia del coronavirus. Y es la misma que cree que está en el lado bueno de la política adelantando unas elecciones que congelan la entrega de recursos económicos a autónomos y paralizan la recuperación. Isabel Díaz Ayuso también cree, como Pablo Iglesias de sí mismo, que ella es una política audaz.

Cantó actúa

“Toni Cantó responsabiliza a Arrimadas de la gestión ‘bochornosamente torpe’ que ha dejado a Ciudadanos en una situación ‘dramática’”. Este titular de El Independiente es suficiente para dibujar lo que está pasando en Ciudadanos. Cantó tiene toda la razón: Arrimadas ha sido torpe, habrá provocado bochorno entre los suyos y, sin duda, ha dejado a su partido en una situación que alienta el drama. Pero lo peor de todo es que tenga la razón un político como Toni Cantó, otro que confía en exceso en su audacia después de abandonar UPyD antes del naufragio y apadrinar a Alvise Pérez que le mejoró abandonando el barco.

Pues no les sostengas

Esta grave crisis de gobierno en España empezó en Murcia, con la moción de censura propiciada por Ciudadanos que no saldrá si sus tránsfugas funcionan. Este paso en falso y la posible desaparición de la Asamblea de Madrid son un certificado de defunción por duplicado y por anticipado: en solo unos meses, después de las previsibles Generales, Ciudadanos desaparecerá en una agonía breve pero intensa con declaraciones como las de Edmundo Bal sobre su hoy todavía socio en varias comunidades: “El PP ‘tiene en marcha una nueva trama de corrupción’ y está teniendo ‘comportamientos mafiosos’” (República.com).