En absoluto me parece mal establecer mecanismos que impidan que el incremento en las cuotas mensuales de las hipotecas ahogue a las familias. Pero partamos, por favor, de una base realista: casi nadie entre las y los más adinerados paga hipoteca. Así que si los partidos que van de progresistas en España (algunos van, además, de nacionalistas en sus circunscripciones) culminan su intención de evitar que quienes aleguen menos recursos abonen ese incremento, nos quedamos con que la clase media paga lo que dicta el Euribor y el sistema de compensación. No puede recaer todo en los mismos. Es insostenible.
El paraíso fiscal
Me resulta llamativo que el tiempo que disfrutan las y los diputados nacionalistas en Madrid que se declaran de izquierdas no les haya permitido todavía darse cuenta de dónde hay un verdadero paraíso fiscal: “Así funciona el ‘paraíso fiscal’ de Ayuso para los más ricos, a los que ‘regala’ 5.000 millones cada año. La Comunidad de Madrid mantiene un amplio catálogo de beneficios tributarios para las grandes fortunas” (Público). En la capital española, por lo tanto, es más destacada la diferencia entre quienes pagan la fiesta y quienes la disfrutan, literalmente. Y no señalar la realidad por electoralismo beneficia doblemente a los amigos de Díaz Ayuso.
También en China
De partidarios que no distinguen el comunismo de una dictadura llena de oligarcas, aunque hayan hecho el dinero con la logística y la tecnología en vez de con los combustibles fósiles, poco o nada espero en lo local. Pero lo cierto es que China continúa su expansión injustificable y que el resto del mundo tiene que reaccionar: “Quiere ser clave en la economía de Latinoamérica. Y para eso está construyendo un megapuerto en Perú” (Magnet). Es un modo de facilitar el expolio de materias primas que, insisto, los nostálgicos de ciertas ideologías volverán a justificar cuando dicten quienes llevan años dictando.
Hablemos del Falcon
Hablar del avión privado que utilizan los altos cargos del gobierno español me parece siempre bien porque abre, como mínimo, tres debates: su uso a mí me parece justificable en los casos en los que no haya una alternativa sencilla como el tren de alta velocidad, por ejemplo. La contaminación que genera tiene que servirnos para hablar de todos esos aviones privados que vuelan a diario y deberían quedarse en tierra dada la emergencia climática que vivimos. Y por supuesto, el Falcon nos permite señalar a los populistas, políticos y medios, que hacen de la anécdota noticia y que machacan ideas sencillas para no explicar las decisiones complejas.
Exceso de jornada
Soy autónomo y tal vez por eso no estaba familiarizado con el concepto “exceso de jornada” que explican en Pymes y Autónomos. ¿Cuándo no se da en nuestra tipología? Y hablar de horas extras es hablar de nada cuando eres tu propio jefe, pinche y contable. No obstante, la separación de ambos elementos para las y los asalariados sí me ha parecido interesante porque no son lo mismo aunque, si no se pagan las horas extras, se perciban igual. En cualquier caso, el hecho de hablar de ambas formas de perder horas de nuestra vida para entregárselas al trabajo es, en sí mismo, una necesidad.