La posverdad de Otegi

En la jornada de ayer, la que más interesaba a la ciudadanía vasca por el número de partidos que intervenían de sus circunscripciones, Núñez Feijóo y Aitor Esteban coincidieron solo en que el PP había apoyado a EAJ-PNV y PSE en Gipuzkoa y Gasteiz para que no gobernase Bildu a cambio de nada. Pese a ello, Arnaldo Otegi tuiteó un corte del gallego confirmando ese apoyo… Y cortando la parte de “gratis”. Esto es posverdad de libro: manipular algo que ha sucedido como si realmente te diera la razón. Y es trumpismo, también, de manual. Otegi está entrando en ese jardín por voluntad propia, quienes lo señalamos no le empujamos.

Permach, a tope con Biden

Vivir para ver. Joseba Permach, el tipo duro de la izquierda abertzale, el que salía a dar la cara con el ceño fruncido cuando ETA mataba a quien no pensaba como sus jefes, el que regateaba ante esos asesinatos, ha acabado de tuitero agitador de las redes sociales de para la chavalada, haciendo memes (y ahora viene lo mejor) con la foto de Biden en un piquete y la del lehendakari Urkullu cuando en 2014 se enfrentó a unos huelguistas. Joe Biden, sí, es el modelo presidencial para Permach, el mismo que ni se inmutaba cuando había que limpiar sangre de las aceras. Todo vale a quien todo justificó. En el fondo es coherente.

Esas cabezas sanas

26 de septiembre de 2023. Un grupo de chavalas y chavales se concentran, con un equipo de sonido, frente al juzgado de Bilbao, y acaban gritando: “Borroka da bide bakarra”. ¿Qué sucesión de pensamientos y hechos lleva a la juventud vasca a reivindicar una lucha que en el entorno de la izquierda abertzale significa lo que significó? ¿Quién les anima a hacerlo? ¿Tiene algo que ver con que otras cabezas sanas se comporten así en el Parlamento Vasco: “Bildu rechaza condenar los actos de apoyo a presos de ETA: ‘No cuenten con nosotros para hacer de Torquemada’” (El Independiente)? La carta de ETA la juegan solo esas cabezas.

Sí importa a quién votas

Para explicar el buen momento actual de todo tipo de fascismos tenemos que hablar de las redes sociales digitales, tenemos que hablar de cómo hemos errado en el cálculo de lo que es políticamente correcto y tenemos que hablar de la idea que se ha implantado en la sociedad de qué da igual quién gobierne porque el bienestar está garantizado (incluso hay quien considera que la democracia puede ser sustituida por una dictadura): el gobierno ultraliberal de Grecia acaba de aprobar que las y los trabajadores puedan duplicar su actividad laboral. Claro que importa, y mucho, quién gestiona y a quién votas.

Es violencia

Con cada tuit o testimonio que oigo de la mujer y la niña que fueron acosadas por aficionados del Atlético de Madrid por llevar camisetas de Vinicius (estas cabezas también están sanísimas) estoy convencido de que la Liga tiene que parar. Odio al diferente y uso de la violencia directa, indirecta y/o estructural, eso es el fascismo, en resumen. Y quienes lo ejercen y lo justifican o han justificado, son las y los enemigos de las y los demás. Punto. Esto es indiscutible, como debería de serlo que organización (la Liga), equipos y jugadores, es decir, la sociedad, deberían de hacer algo efectivo para detener en seco esta hostilidad.