Pero, ¿dónde vas?

El Huffington Post destacaba este titular de Santiago Abascal durante su rueda de prensa en el Congreso: “La única alternativa posible, que aún no se ha probado para combatir al separatismo en España, no es otra que la ilegalización de los partidos separatistas”. Primero, Abascal lo desconoce o lo omite: por supuesto que Franco ilegalizó a los partidos nacionalistas y por suerte no mitigó sus objetivos. No sé si prefiere que pensemos que es tonto o que es un populista torpe. Segundo: ¿dónde va Abascal y, sobre todo, dónde va Núñez Feijóo, ambos de la mano desde puntos de partida como este? Es imposible que nadie se sume a PP y Vox.

La cadena de responsabilidad

Ante una crisis, ante una catástrofe, es humano que las víctimas y el resto de la ciudadanía busquen responsables. Y también a personas responsables que miren a los ojos y digan la verdad. Y esto segundo no está pasando en Murcia. La manera en la que las instituciones públicas están intentando lavarse las manos, ya lo hemos visto, se está convirtiendo en una oportunidad estupenda para los propietarios de las discotecas y sus abogados. La comunicación pública no es sencilla: es esencial. Ejecutarla bien es complicado y exigente, es cierto, tanto como que la cadena de responsabilidad es ineludible y hay que asumirla.

¿Qué agrava los problemas?

Uno de los problemas de la comunicación pública hoy es que las y los políticos tienen que comerse sus crisis y las del funcionariado, de manera global. ¿Alguien va a pedir cuentas en Murcia a una o un técnico del ayuntamiento o las y los concejales, el alcalde o los puestos de designación? Pasa lo mismo con “los médicos”, ese concepto que The Objective maneja en su pieza para advertir, atención, de que “crear más plazas de Medicina agravará los problemas”. ¿No son “los médicos” los que inflacionan ciertas especializaciones? ¿Con qué criterio? ¿Quién ha desprestigiado la medicina general, los políticos o “los médicos”?

Viva la vida

Esto de la CNN, que he visto gracias al chef José Andrés en Twitter, me ha encantado: el precio de los diamantes está bajando porque preferimos gastarnos el dinero en viajar y comer. ¡Viva la vida! Este cambio de criterio global me parece estupendo. Ya hablaremos cuando toque de la oferta gastronómica de los sitios turísticos, otra vez. Pero de momento pienso celebrar nuestro despertar. Y ojalá que a los diamantes les sigan otras cosas materiales, especialmente, las tecnológicas que reemplazamos cuando todavía tienen una larga vida útil por delante. El mundo empieza a valorar su tiempo, lo que puede ser el verdadero cambio de paradigma.

¿Qué huelga?

Hablando de comunicación pública, otra vez, me ha llamado la atención el comunicado de la ICHH. Primero, por largo y pesado. Segundo, porque paso tanto de ella que no me había enterado de su huelga de animación. Digamos la verdad: en algunos partidos de la temporada pasada lo que animaban era equivalente a los primeros de esta, que se ve que no lo han hecho. ¿Por qué? Porque se siente perseguida, según quienes redactan el comunicado. ¿Por qué vuelve? Pues porque se habrá cansado de ser intrascendente: reconoce que no ha conseguido absolutamente nada. Como nada es lo que podemos esperar de ella.