El honor

Arnaldo Otegi acudió al 45 aniversario del primer pleno del Parlamento Vasco como líder del principal partido de la oposición. Publicó en Facebook una foto amable junto a Aitor Esteban y, según sus propias palabras, fue “un honor” para él compartir el acto con los primeros parlamentarios de Herri Batasuna en la cámara. Por supuesto, no dijo lo que hicieron: ningunear a la institución (no recogían sus actas, lo hacían pero no acudían, lo llamaban “vascongado”, etc.) y presentar a Juan Carlos Yoldi como candidato a Lehendakari, en prisión preventiva, y antes de pasar 16 años en la cárcel por pertenecer a ETA. Menudo “honor”.

No es verdad

“Los sindicatos de Educación aseguran que ‘está claro que si no hay huelgas, no hay voluntad de negociar’”. Ese es el titular en la web de EITB me parece muy representativo de la situación que vivimos en Euskadi. No es cierto, hay que decirlo con claridad. De hecho, la huelga sustituye a la voluntad de negociar porque hablamos de una huelga política (lo saben todas y todos los docentes, quienes están a favor y quienes están en contra). Y de paso, es capcioso hablar de los convenios sin actualizar como si no hubiese incrementos salariales (la primera reivindicación) o inversiones para adaptar los centros a las necesidades.

¡Claro!

El máximo responsable del blanqueamiento exprés de la izquierda abertzale (luego Pedro Sánchez ha recogido las nueces, como popularizaron socialistas y populares vascos en la época del pensamiento único en Euskadi), Pablo Iglesias, “da por ‘muerto’ a Sumar y se niega a que Podemos lo salve” (Vozpópuli). ¡Claro! Yolanda Díaz es ya una zombie política, y los que abandonaron Podemos con ínfulas (como entraron, no vamos a engañarnos), ¿cómo van a regresar? ¿A dónde? Iglesias, en RNE (¿el tertuliano VIP nace o se hace?), también vaticina que veremos traspasos de Sumar al PSOE. Pocas dudas tengo yo al respecto.

De Trump a Putin, pasando por Salvini

Hasta Abascal ha mostrado su apoyo a Marine Le Pen, no falta ninguno: desde Trump a Putin, pasando por Salvini u Orban. Toda la extrema derecha del mundo, todos los totalitaristas de moda (solo echamos de menos a Netanyahu) están con ella. Su inhabilitación es una “declaración de guerra” (France 24). Un buen punto de partida para su argumentario de llantina y dignidad impostadas: si algo se le da bien a los populismos de base fascista, lo sabemos en Euskadi, es la victimización. Es la carta que va a jugar Le Pen mientras ceba a Jordan Bardella: mucho más joven y urbano que la hijísima.

Hablando del Risketos

A las horas a las que se están imprimiendo estas líneas (sigo pensando en el periódico en papel, soy así… de viejo), ya sabremos qué aranceles ha impuesto Trump al mundo. Yo lo veo de otra manera: Trump ya nos habrá dado lo que espero que sea un impulso definitivo al nacionalismo europeo. Menos Ford, menos Coca-Cola, menos Google, menos X… Este dato que hemos leído en El Economista es muy interesante: “Wall Street sufre el peor trimestre desde la era Reagan frente al resto de bolsas”. Tenemos las alternativas y ahora tenemos el deseo de buscarlas y usarlas. Hagámoslo, cambiar algunos hábitos es realmente fácil.