Hace diez años, en 2013, Spike Jonze escribió y dirigió “Her”, una película en la que Joaquin Phoenix se enamora de una inteligencia artificial con la que solo se relaciona por medio de la voz, en este caso, la de Scarlett Johansson. Como para no enamorarse. Hoy vivimos la eclosión de ChatGP, una inteligencia artificial que, de momento, solo ofrece una relación de texto. Epistolar, podríamos decir. Al final del film descubrimos que ese enamoramiento lo viven más personas, que Phoenix solo es uno más. ¿Una víctima más? En el plano real vamos a entrar en otra fase, en la de la duda permanente ante lo que tenemos ante nuestros ojos.
Cuando nos conocíamos todos
Esta misma semana en la que tanto hemos hablado de ChatGP y de Twitter, como todas las semanas desde que Elon Musk anunció que lo compraría, en Retro Tech Dreams, una cuenta en esta red social, han recordado cómo era aquel Twitter de 2007. Uno no solo tiene morriña de lo joven que era hace quince años, o de aquel diseño, es que en aquella época nos conocíamos todas y todos en la red. Sin exagerar: sabíamos quiénes éramos, de dónde veníamos, qué hacíamos… Más o menos, claro. Unos años estupendos en los que la inteligencia artificial fue, por unos meses, una inteligencia colmena, mucho más interesante.
Un Twitter de dos velocidades
Si despides al 80% de tu plantilla la empresa no puede funcionar como antes. Y eso es justo lo que ha hecho Elon Musk. Pero lo que denuncia Marcelino Madrigal en la misma red social no tiene que ver con la rebaja lógica en calidad del servicio, sino con la política de empresa del nuevo dueño: “Musk está penalizando (deboosting) las cuentas gratuitas de Twitter de tal manera que ahora estamos a dos velocidades: las cuentas de pago son más visibles y sus tuits, más publicados y más rápido que los nuestros. Esto es acabar con una herramienta que vive de la actualidad”. Pero el dinero manda, así Musk ha ganado (y perdido) tanto.
Cuatro periodistas para un TikTok
Para hacer bien las cosas necesitas recursos. Y si los cercenas, como ha hecho Elon Musk con el 80% de la plantilla de Twitter, no las puedes hacer bien. En el lado contrario está la BBC, que “lleva un año experimentando en TikTok y es una de sus prioridades para 2023. Ha contratado a 4 periodistas para llevar su cuenta. Lo más visto: piezas de servicio público y sucesos”. Lo cuenta José Alberto García Avilés, profesor de innovación en Periodismo. Así se hacen bien las cosas: con visión y con personas capacitadas para llevarlas a cabo. Pero, ¿quién puede dedicar cuatro personas a una cuenta en TikTok salvo la BBC?
Un (falso) viajero en el tiempo
He empezado hablando de la inteligencia artificial y termino con el mismo tema. Un tema que me parece que va a ser recurrente en 2023. Y retomo la cuestión para presentar a Stelfie, un viajero en el tiempo. Su cuenta en Instagram es estupenda, con imágenes creadas por medio de una inteligencia artificial a la que sus creadores meten unos parámetros para que acabemos viendo al personaje principal en diferentes situaciones a lo largo de nuestra historia. ¿Parecen muñecos de cera fotografiados? Sí. ¿Lo mismo se podría hacer con dibujos? También. Pero me quedo con la parte humana de la acción: la idea, los momentos y los personajes.