Es perfectamente legítimo que Iker Casanova, que en 2009 fue condenado a siete años y seis meses de cárcel por pertenencia a organización terrorista, sustituya a Laura Mintegi en el Parlamento. Como bien dicen en la web de Bildu, está en posesión de todos sus derechos, pero se equivocan en que “ha de ser entendido con toda normalidad”, porque cuando una agrupación política coloca en la cámara a un condenado a siete años de cárcel, por el delito que sea, lo hace conociendo y utilizando esa excepcionalidad. Y ahí radica la verdadera normalidad, en decidir ejercer los derechos, pero también en dejar que otros los ejerzan.
Comprar “followers”
Si no eres firme, la presión de Twitter te puede llevar a sobrevalorar fácilmente el número de seguidores. Realmente, lo más importante no es “cuántos” te sigan, sino la imagen de tu marca en esta red social. Por supuesto, un buen número de seguidores luce más, pero estos tienen que ser reales para que no te pase lo que a Rajoy, que le han “surgido” unos cuantos miles de falsos seguidores que parecen comprados. No obstante, el equipo de comunicación se ha apresurado a negarlo, con poca credibilidad, y habla de “extraña campaña”. Ya.
Un poco de contexto
Moe de Triana cifra en más de 300.000 los falsos seguidores de Mariano Rajoy, que en junio se felicitaba por haber superado los 500.000 (ayer eran casi 600.000). Pero, ¿por qué los políticos hacen estas cosas? En Podemos aseguran que Rajoy no quería que Pablo Iglesias le superara en número de seguidores en Twitter. Pero no es el primero que cae en este error: en pleno apogeo de Patxi López como “el lehendakari twittero”, José Antonio del Moral calculó 50.000 falsos seguidores de un López que, por entonces, tenía un total de 60.000 en esta red social.
Marca PP
La polémica del número de seguidores que tiene Mariano Rajoy en Twitter carece de importancia aunque sí ayuda a identificar qué le parece relevante al personaje (las mayorías) y qué no (las personas). Pero el guionista Xose Morais presentaba ayer otras dos claves que quiere colarnos el PP: “Por lo visto, la regeneración democrática consiste en hacer un pucherazo electoral y en registrar a tu nombre el logo de otro partido”. La última referencia, la de un concejal del PP en Valencia que ha registrado la marca “Guanyem” también fue muy comentada en Twitter.
Vascos terroristas
Eso seguiremos siendo para algunos durante muchos años. Y con esta culpa tienen que cargar a medias ETA y su entorno, y quienes son incapaces de distinguir entre una cabalaza y una castaña. Y no hace falta que hablemos de víctimas del terrorismo o de política en Euskadi, solo es necesario un partido de la selección española de fútbol para encontrar en Twitter que San Jose “igual pone una bomba el muy hijo de puta” y por eso tiene que ir “a tomar por culo, etarra”. Ambos tweets los escribe el mismo que se pregunta: “Consideran seleccion española a un equipo lleno de nacionalizados, independentistas vascos y catalanes ? Asco” (sic).