María Solana (que es la que ha recibido el reply) y Aitor Esteban (al que han mencionado expresamente a la hora de componer el tuit) han recibido un GIF de unos pocos segundos en el que se ve cómo alguien carga una pistola, la amartilla y la dispara, junto al mensaje: “Voto útil”. ¿Quién se responsabiliza de esto? ¿Ortega Smith, que va buscando la boca de plató en plató? ¿El que organiza la campaña de Vox en redes basándose en mentiras y violencia? ¿El fundador de Twitter que anuncia gilipolleces como que no va a permitir a los partidos colocar sus spots pero permite estas amenazas en su red?
Son nazis, joder
La extrema derecha promueve la violencia, es una de sus características más reconocibles. Y lo hace porque con la razón sabe que no llega ni a la orilla en sus desembarcos. Lo hacen en Twitter, lo hacen en la tele (el spot que pretendían colar en TVE es absolutamente condenables) y lo hacen en sus actos de campaña. Ayer mismo, Juan Soto Ivars denunciaba que Vox convocara a los medios a las puertas de un centro de menores extranjeros no acompañados. Como bien recuerda el periodista, estos niños y adolescentes son los más desprotegidos, señalarlos y deshumanizarlos como hace Vox es propio de fascistas.
Y son mentirosos
Otro rasgo que caracteriza a la extrema derecha es el uso sistemático de mentiras porque, igual que con la razón, si van por la verdad por delante nadie les compra el discurso. Cuando Ortega Smith dijo, con sus santos cojones, que en Alemania y Francia ilegalizan a los partidos nacionalistas y por eso Vox va a promover la ilegalización del PNV, se “olvidó” (o tal vez nunca lo supo, aunque lo más probable es que mintiese con toda la intención) de la existencia del partido nacionalista bávaro o del corso. También se habrá olvidado del SNP escocés, de los kurdos, tan asfixiados, los flamencos, o los varios partidos nacionalistas que hay en Italia.
Pero, ¿de dónde salen sus votantes?
La debacle de Ciudadanos y el ascenso de Vox no son una casualidad. Hasta el más inexperto en sociología es capaz de ver un trasvase de votos. Óscar Guardingo, ex senador catalán de Podemos, lo explicaba así de bien: “Vox sería la tercera fuerza política tras capitalizar buena parte de la debacle de Ciudadanos. La aportación de Albert Rivera a la política española: haber fanatizado a un electorado que ha llevado del centro a la extrema derecha”. Y vuelvo con mi pregunta: ¿y de esto quién se responsabiliza? ¿Girauta que ha pasado de gran agitador a temer por su escaño? ¿Los jefes de campaña de Rivera?
Rivera, déjalo
El tiempo de Albert Rivera en política se ha acabado. Si el domingo los resultados electorales se parecen a todas las encuestas Rivera solo puede dimitir. Él decide si caer con dignidad, defendiendo su argumentario de siempre (que también está lleno de bandazos) o caer como lo está haciendo, de error en error, de ridículo en ridículo, hasta la humillación final. El último vídeo, con un cachorro al que, además, han abierto una cuenta en Twitter que pretende ser divertida, es el enésimo ejemplo de que algo va muy mal en Ciudadanos. Por cierto, que la idea no es suya: el perro de Esperanza Aguirre tuvo antes cuenta en esa red.