Llarena contra Montoro

La semana pasada leí un tuit muy divertido: “Llarena, vuelve a unir a todos los españoles metiendo a Montoro en la cárcel”, venía a decir. Visto de lo que es capaz Llarena yo no apostaría porque Montoro no tenga que acercase a un calabozo si sigue negando la versión que prefiere el juez, la de la UCO. Hasta el punto de que ha sugerido un careo entre el ministro de Hacienda y la Guardia Civil para ver quién tiene razón sobre el desvío de fondos para el 1 de octubre catalán.

Vaya Semanita no sería hoy posible

Estoy de acuerdo con Lander Otaola en Twitter en todos los puntos: “Viendo capítulos repetidos de Vaya Semanita me doy cuenta de que hoy el 50% de los sketches estarían censurados o hubiéramos sido denunciados o boicoteados. Y los sketches son de 2010… Qué pena. Vamos para atrás”. Tanto en que Vaya Semanita y ETB hubieran tenido problemas con la justicia como en que vamos para atrás si seguimos sometidos a los dictados de esos jueces. Efectivamente: qué pena.

Que la suspendan

El usuario “Bribón” pedía que compartiésemos en Twitter una imagen negra terminada con una bandera española (como la que luce en su perfil) en la que se pide la suspensión inmediata de la final de la Copa del Rey si los aficionados de algún club pitan al himno español. Oigan, pues este año no me parece mal, que el que se queda sin minuto de gloria es Felipe VI y los equipos que se la juegan no me importan mucho, sinceramente. También sugiere la entrada de la legión al campo.

Cuando roban al experto

No solo han robado dos millones de dólares en “criptomonedas” (Bitcoin y similares) a un experto, es que lo han hecho en pleno streaming del asesor e inversionista. En el vídeo de Gizmodo incluso puede verse cómo un usuario del canal le avisa y a él se le queda una preocupante cara de sorpresa. Dice que ha aprendido una lección de seguridad, pero no explica qué dirá a los clientes ni qué hará para recuperar esos archivos, o lo que sea, que le han sustraído.

Bloggers y chantajistas

Decía el escritor Hernán Casciari que uno no es solamente “blogger”: es escritor y blogger, cocinero y blogger, o fotógrafo y blogger. Algunas incluso son jetas y bloggers: un restaurante de Galicia ha hecho público que una influencer había solicitado cenar gratis a cambio de publicidad y, ante la negativa, había escrito una crítica negativa en Tripadvisor sin entrar en el local. Es decir, falsa. En su denuncia, el restaurante pide respeto al trabajo ajeno. Esa es la base también en mi opinión.