Tienen que explicarlo muy bien

“Seguiremos vigilando la situación de los pacientes que sufren desatención y continuaremos con las movilizaciones, sin descartar un paro total en la Administración”. La amenaza la hacen desde el CSIF, el sindicato mayoritario del funcionariado en España. Y suena mal, así que ya pueden explicarlo bien, porque la mayoría no entendemos la preocupación de las y los funcionarios por ser atendidas y atendidos en la sanidad pública. Y menos entendemos el chantaje. Porque sí, lo es: no hablamos de mejora de condiciones (también podríamos hablar de algunas reivindicaciones). Hablamos de un privilegio.

España será un Madrid más grande

Núñez Feijóo lo tiene claro: España será un Madrid más grande cuando llegue al poder de la mano de Vox (de otra manera no podrá hacerlo). Lo dice con claridad (esta misma semana lo recogen en El Diario), sin importarle que el mensaje resulte estridente fuera de Madrid. Se ha sumergido tan rápidamente en el ambiente pepero de la capital del reino que no ve los fallos, que no ve que esa paradoja liberal solo gusta allí, donde las diferencias y el dumping fiscal han tallado una sociedad polarizada y han convertido en ganador a un tándem sonrojante, como el que forman Díaz Ayuso y Miguel Ángel Rodríguez.

Pues habrá menos justicia

Si “el Gobierno de Argentina despide a cerca de 2.400 funcionarios del Ministerio de Justicia” (The Objective) en Argentina habrá menos y peor justicia. Es así de sencillo. Porque la administración de la justicia será más lenta, para empezar. Y hay más: a quienes permanezcan en la administración les retirarán un suplemento “por capacitación” con la excusa de que no se exigía nada a cambio y formaba ya parte de su sueldo. Las y los defensores de la motosierra y del adelgazamiento de lo público nunca explican las consecuencias porque, claro, se les desmonta el argumentario infantil que gastan, pero existen.

El nuevo fútbol

Los influencers son los nuevos futbolistas: cuando yo era pequeño queríamos tener éxito en la vida marcando goles (en mi caso, parándolos). Hoy el dinero y la fama se consiguen también en las redes sociales y, como en el caso del fútbol, la idealización genera frustración, sueños rotos y muchas horas de intentos que no sirvan para casi nada más. “La mitad de los creadores ganan menos de 15.000 euros al año y 19 de cada 20 no ingresan nada”. Más claro no pueden escribirlo en El Blog Salmón: “El 70% de los influencers españoles gana menos de 10.000 euros al año, lo que equivale a poco más de 800 euros al mes”.

Menos mala uva

Cuando Iván Ferreiro dice algo yo me callo. Y si dice esto: “Los medios tratan de que estemos todos aún más enfadados de lo que ya estamos” (Infolibre), me temo que tengo que darle la razón. No puedo negarlo: a veces veo los informativos y me indigno. Y a veces, lo que es peor, escribo enfadado y busco provocar mala uva en quien me lee. Otro artista, nuestro Gari, el de Hertzainak, me dijo una vez en una entrevista que “si cantas a cara de perro se te queda cara de perro”. Y me temo que quienes escribimos así, ladrando, acabamos ladrando en nuestra vida. Mala cosa. Aprovecharé la Navidad para mejorar. Bueno, para intentarlo.

Aprovechemos el tiempo

No se me ocurre criticar a los cantantes que han decidido dar pequeños conciertos por medio de redes sociales para entretenernos. Al contrario, se lo agradezco. Pero me sumo al recordatorio de Iván Ferreiro de que ya tenemos discos estupendos que esperan pacientemente a que volvamos a escucharlos. También es un buen momento este puente para leer, por fin, uno de esos libros que compramos y metimos directamente en la estantería, y, cómo no, para jugar con nuestras hijas e hijos, o echar una partida a la consola, que no es pecado después de los 40. Hasta durmiendo podemos aprovechar el tiempo.

No, no el coronavirus no está “producido”

Estos tiempos marcados por Internet son tiempos en los que la sospecha corre más que la verdad, en los que los aficionados a las conspiraciones han sublimado su recelo: hasta dudan de que la tierra sea plana. ¿Por qué? Ellos sabrán. En este contexto, un grupo de investigadores ha indagado el origen del coronavirus y la revista Nature ha publicado sus conclusiones: no es un virus producido por los humanos. Es, como llevamos meses leyendo, un virus creado por la naturaleza y de origen animal. Es necesario recordarlo, sí: los medios informan y algunos, vía WhatsApp, Twitter o YouTube, se dedican a desinformar.

Un ejemplo

Para los aficionados a las conspiraciones, la ciencia es una fábrica de explicaciones falsas. Para Pablo Casado es un parapeto. Lo dijo la semana pasada. Y para Vox, una mierda pinchada en un palo porque en su lógica lo que digan los científicos solo les interesa si les vale para sus mierdas xenófobas, clasistas o populistas. Así, como leemos en El Diario, no han tenido problema en hacer el ridículo y preguntar por qué puede abrir una farmacia y no una mercería durante el confinamiento. ¿Qué les diferencia?, se preguntan con la excusa de la destrucción de empleo. Si les diese votos dirían que España es plana.

No es populismo, es precaución

Cuando llueve o viene una ola de calor encontramos una serie de sectores que parece que siempre se quejan como los hosteleros o los agricultores. No niego sus quejas como no niego su esfuerzo diario. Además, tengo muy claro que, con diferencia, el sector que más llora, que más rápidamente pide medidas al gobierno y que más dinero público ha arrancado es el financiero. Así que no me parecen populistas quienes piden la devolución del rescate bancario. Doy por hecho que el reintegro no sucederá pero la queja sí tiene que servir como recordatorio de lo mucho que ya hemos ayudado entre todos a los bancos.

Sección: otras noticias

Estos días todo lo ocupa el coronvirus, así que encontrar noticias que no tengan que ver con la pandemia es en sí mismo una noticia. Por ejemplo, leemos en Xataka que muchos de los que hacían “minería” de bitcoins lo han dejado por la caída de este valor. Por cierto, ¿no se supone que iba a ser un refugio en tiempos de crisis? Pues más bien parece lo contrario. Ahora viene el segundo negocio: la desinversión. Los ordenadores necesarios para “minar” esas bitcoins (¿algún día sabremos de dónde viene el valor? Me temo que no) están a la venta: de China viajarán a Rusia y Oriente Medio, según Xataka.