Los problemas del PP parece que no acaban nunca. Esa situación de amenaza permanente solo es el fruto de su propia siembra: hay tanto lodo en el pozo que nadie, ni siquiera Rajoy, sabe cuándo tocarán fondo. Por si fuera poco, a los delitos se suma un mal gusto sorprendente, con escuchas de conversaciones entre altos cargos que hablan de luchas de poder, de intentos de enfangar a compañeros, de miserias y de manos llenas de dinero, todo al mismo tiempo. Todo en el mismo PP.
Las muestras más chuscas
Insisto en que no sólo es lo que algunos políticos del PP han podido llevarse para sí o su partido del dinero público que movían con generosidad, según las investigaciones. Las formas dicen también mucho de este partido, y en El Español no dudan en mostrarlas con crudeza: los dos proveedores del PP en campañas pillados con dinero escondido en el asiento de un coche en la frontera suiza, o las Azúcar Moreno, que actuaron en un cierre de campaña y cobraron en “B”.
¿De quién te fías?
Lo de Venezuela es un drama en todo punto. Es un drama la diferencia de clases tan brutal. Es un drama que se haya reducido comprando votos. Es un drama que Nicolás Maduro sea presidente. Es un drama su represión. Y es un drama la manipulación mediática en favor de las clases altas y conservadoras. Pero también es un drama el juego de vídeos: defensores fuera de Venezuela de gobierno y oposición usan vídeos aterradores (muerte, violencia, saqueos) y desprecian los del otro bando como si no se desangrara el mismo país.
El buen periodismo deportivo es posible
Disfruto leyendo las crónicas de los diarios generalistas, empezando por las de DEIA. Y cada vez hay más blogs y webs sobre fútbol que merecen la pena, que cuentan historias además de noticias, o proyectos como Panenka, una revista extraordinaria. Sí, el buen periodismo deportivo es posible. Pero hace tiempo que lo echamos de menos en diarios especializados en los que, como bien recuerdan en “Los otros 18”, solo hablan de Madrid y Barcelona, despreciando al resto.
Otra guerra de los youtubers contra el mundo
En este periódico he alabado a youtubers como Elrubius o Zorman, creadores de contenido excepcionales que manejan una narrativa nueva. Y he criticado a los imitadores o buscadores de clics sin talento y/o formación. Esta semana unos y otros se han mostrado en contra de unos premios que ni me van ni me vienen, pero sí el fondo. Se quejan de que la empresa mercadea con su imagen como si ellos no lo hicieran ya o no se llevara haciendo con la gente famosa antes de que nacieran.