Miquel Roig es un periodista al que envidio: es capaz de explicar muy clarito cuestiones complejas, incluso en Twitter. Y se ha lanzado a responder a uno de esos políticos claramente sobrevalorados: Alberto Garzón, que hablaba de una supuesta “mayoría social” contraria al tratado de libre comercio Europa-Canadá. Pues bien, ni siquiera cuando se trataba del previo, con EE.UU., la “mayoría social” europea estaba en contra. Y lo hace con datos claros.
Amenazas franquistas evidentes
La Fundación Francisco Franco respondía a un diputado de En Marea, Antón Gómez-Reino, de esta manera en Twitter: “Que dice @tone_corunha que ‘No Pasará’ y tal… Nuestra misión es recordar a tipos como él que si hay que volver a pasar ¡PASAREMOS!”. Además del evidente tono macarra y chulesco del tuit, el contenido es claramente peligroso. ¿Qué tipo de amenaza perpetra quien lleva el nombre de un dictador por bandera? ¿Quieren volver, van a hacerlo? ¿La policía o el fiscal actuarán de oficio contra esta amenaza?
Donald Trump, contra la prensa
Con la vorágine que generó la sentencia del caso Noos se nos han pasado varios temas que aprovechamos para sacar adelante el domingo. Por ejemplo, la incendiaria rueda de prensa de Donald Trump en la que, una vez más, cargó contra la prensa. Como bien decía Ícaro Moyano en Twitter: que el actual presidente de EE.UU. diga que ésta está fuera de control es todo un piropo, pero sobre todo deja claro el tipo de personaje ante el que estamos, de los que señalan al mensajero.
Eso me recuerda que…
Las formas y, lo que es peor, el fondo de Donald Trump ha hecho que me acuerde de este tuit, un poco más antiguo que la rueda de prensa del jueves pasado, en el que el periodista Matt O’Brien sacaba las vergüenzas a uno de los falsos héroes contemporáneos: Edward Snowden alertaba de que el gobierno de Clinton estaría a las órdenes de Goldman Sachs y casi recomendaba elegir al republicano. Pues bien, aquí lo tenemos. Y ahora, ¿qué, Edward?
El “otro” Luis Enrique
Luis Enrique Mejía se tomaba a cachondeo la semana pasada la cantidad de menciones que se encontraba en Twitter… De usuarios que pensaban que estaban dirigiéndose al entrenador del FC Barcelona, que se encuentra en su peor momento. El primero, Mejía, es un cantante nicaragüense menos conocido por aquí pero con más de 760.000 seguidores en la red social. Esta anécdota nos tiene que servir para recordar que una buena identidad digital (también la suya o la mía) sí importa.