Pablo Iglesias tiene un “tic” muy gracioso: todo lo que él o el partido que dirige protagoniza merece el calificativo de “histórico”, según él, claro. Aunque luego datos sencillos o situaciones parecidas le desmientan. Pero si algo resulta interesante es el “histórico” de Pablo Iglesias, es decir, su trayectoria y las veces que, por ejemplo, ha amenazado con irse a su casa si Podemos no es como él dice y con él al frente. En El Confidencial han recopilado las amenazas hasta “Vistalegre II”.
Periodistas en riesgo
Aunque tengamos fama de lo contrario, los periodistas somos mucho menos corporativistas de lo que deberíamos. Pero hay noticias que superan los complejos que hacemos nuestros: “No había habido un año tan mortífero para los periodistas desde 1990”. Lo leemos en El Español, que ha recopilado cifras como las que ofrece Reporteros Sin Fronteras: “58 fallecidos y 348 arrestados”, que reclama desde hace años la figura de “Representante Especial para la seguridad de los periodistas”.
Telebasura
Vi y disfruté el primer Gran Hermano, pero a partir de ahí la deriva es evidente. No creo que merezca la pena ver el programa, pero sí merece la pena siempre leer a Borja Terán: “Telecinco sufre las consecuencias de un tipo de aspirantes a famoso que la propia cadena ha construido. Y los elegidos para entrar en la casa, soñadores de esa fama de bolo de discoteca, han retratado que la televisión que se queda en la superficie del alboroto tiene las patas muy cortas (…) Gran Hermano 17 ya es historia, sus participantes volverán a su vida de antes sin demasiados cambios”.
No veo dónde está el negocio
Cojo una línea de una canción del dúo “Chico y Chica” para expresar mi estupefacción: no veo dónde está el negocio de Uber que perderá en 2016 unos 3.000 millones de dólares y, aún así, tiene una valoración de 68.000 millones… Sobre el papel, porque no ha salido aún a bolsa. Los inversores siguen metiendo pasta pese a las dudas de la rentabilidad de la plataforma. Mientras tanto, Uber sigue daña a profesionales, erosiona a políticos y llena conversaciones, también sobre burbujas.
Sí, hay que pagar
La rentabilidad de Uber es dudosa pese a que hay un pago por servicio claro y hay entusiastas de las empresas de base tecnológica que airean la bondad del abono en cuentas corrientes y fiscalidades muy, muy lejanas. No escuchamos el mismo entusiasmo cuando por lo que hay que pagar es por contenidos o por desarrollos, también para videojuegos. En Vidaextra han recopilado las quejas de los usuarios a los que Nintendo no les deja jugar en su App si no pagan por hacerlo.