Verbena goleadora contra el Eibar

Todos mis amigos el lunes al verme me han dicho lo mismo… «Estarás contenta, ¡qué partidazo!». He sonreído y he contestado que sí, muy contenta.

Beñat sobresaliente otra vez (Foto: Deia)
Beñat sobresaliente otra vez (Foto: Deia)
Pero como aquí me puedo explayar lo voy a matizar. Encantada por el resultado. Como loca de contenta por ver que Aduriz sigue superándose a sí mismo partido a partido. Tranquila porque le ganamos al Eibar y nos hemos puesto a dos puntos de ellos. Muy contenta porque los rivales cercanos o han perdido o han empatado. Ilusionada por ver que son capaces de aguantar físicamente el tute que llevan encima y porque son capaces de meter cinco goles al equipo revelación de la Liga. Hay muchas muchas cosas que son positivas. Pero también hay otras que son negativas y que hay que pulirlas. Ya sé que esto es ser enormemente exigente pero… como pedir es gratis voy a ponerme a ello. Quizá sobre todo centrándome en el primer tiempo. El partido ha sido un correcalles y en esa tesitura la ruleta rusa te puede jugar una mala pasada porque te puedes levantar la tapa de los sesos. La pregunta es… ¿qué hubiese pasado sí Saúl Berjón en ese error terrorífico de Muniain hubiese conseguido lo normal, es decir poner a su equipo con 1 a 2, adelantándose por segunda vez? Pues prefiero ni pensarlo, porque miedo me da. El primer tiempo en muchas fases me pareció un despropósito. El boquete del primer gol fue mayúsculo. El Eibar lo hizo genial con ese contrataque de libro pero… no deja en muy buen lugar a nuestra defensa. Además como me fijo sobre todo en mis jugadores diré que me parecía imposible que se pasasen tan mal la pelota. Se perdieron muchísimos pases sencillos, de un metro de distancia, que no llegaban a su destinatario. Si se necesitaba pase adelantado se hacía hacia atrás, si lo que se quería era hacia atrás se hacía largo. Casi les concedemos el segundo gol, por otro pase horroroso. El Eibar tampoco estaba para echar cohetes con respecto a la perdida de balones, pero nosotros lo recuperábamos y lo perdíamos al momento. Algo que evidentemente es agotador porque no puedes ceder en tu presión ni medio segundo. Si encima le añades que al pobre Herrerín lo asaron a cesiones, y en una de ellas el balón le pasó por debajo del pie dirigiéndose a
hacia portería… Vamos que vi el primer tiempo bastante inquieta. Enfado que me quitó Aritz con un gol de bandera, de tijera espectacular, que casi agujerea la red. Además Beñat que está omnipresente, poniendo un poco de cordura en ese centro del campo. Bueno, no sólo cordura, también calidad, viendo las jugadas antes de elaborarlas. Se ofrece, da pases sencillos, para el juego cuando es necesario, pero sobre todo tiene una visión de juego excelente y un toque increíble. Fruto de ambos elementos, el córner que saca y que remata impecable Sabin (le vendrá bien porque le dará confianza), y la falta que pone en la cabeza de Laporte para que éste empuje a la red. Con ambos toques de calidad, el Athletic que sorpresivamente se va al descanso con 3 a 1 en el marcador. Yo alucinada. Mi equipo estaba perdiendo muchísimos balones y haciendo cosas muy mal, pero por otra parte, los jugadores determinantes como Beñat y Aritz que ponen el punto de diferencia ante un Eibar enormemente endeble en defensa.
El segundo tiempo, que pensábamos que igual veíamos tranquilos comenzó con el noveno o décimo error de Laporte de la temporada. De nuevo su alergia a dar un patadón de vez en cuando, y su excesiva confianza, que hace que Keko le coma la tostada. Penalti, tarjeta y gol que acerca de nuevo al Eibar. Que alguien enseñe a Aymeric a dar algún patadón a la pelota. Por favor. Siempre decimos que tiene muchísima calidad pero él sigue cometiendo errores de bulto que nos cuestan goles, y no una, ni dos, ni tres veces. Ya son muchas veces esta temporada.
Ya estábamos todos de nuevo aterrorizados… pero Aritz convierte un pase al área de Balenziaga, en otro golazo. Según Aduriz gol más difícil que el primero porque el balón venía atrasado y encima a la izquierda. Este año da igual, la izquierda, la derecha, la rodilla, la cabeza… Todo lo que toca lo transforma en oro. ¡Chapeau Aritz!
Los dos equipos siguieron a lo suyo, a atacar y atacar. Bajaron los errores de los nuestros pero seguimos desaprovechado contrataques. También quiero hablar de los suplentes. Iñigo Lekue otra vez por la izquierda el tiempo que salió volvió a demostrar su calidad. ¡Este jugador tiene que ser la pera por la derecha! Repito que me gustaría verlo en su sitio. Gracias a él vino el quinto gol, él se lo guisó y él se lo comió, haciendo un pase que el defensa introdujo en la portería. Si no lo hubiese hecho el defensa hubiese sido algún jugador nuestro. Muy bien Iñigo.
Viguera jugó unos minutos y me volvió a demostrar que siempre hace algo. Con lo difícil que es en pocos minutos destacar, se dejó ver, realizando unas paredes de mérito y manteniendo el balón, que es difícil quitárselo. Participó con calidad. Ha estado a punto de salir, y es probable que él quisiese eso, porque para no jugar aquí… Pero la situación ha dado la vuelta y el que se ha ido ha sido Kike Sola. Como se ha quedado sí quiero volver a romper una lanza en su favor. Muchos comentan que no es válido, pero a mí lo poco que le he visto me ha demostrado que siempre aporta algo. Además, un detalle super importante. prácticamente nunca le hemos visto en su puesto. No pido la suplencia de Aritz, lógicamente. Pero sí pido alguna oportunidad en su puesto, porque una persona que mete más de 20 goles en Segunda División no es casualidad. Así que, suerte Viguera y a ver si tienes posibilidad de demostrar lo que vales.
Y ahora otra vez a Barcelona. Los cinco goles contra el Eibar nos llevan a ilusionarnos y a soñar de nuevo con el milagro. Goles se necesitan y el equipo tiene gol, pero… también se necesita no encajar y ahí… no podemos regalar tanto como lo hicimos contra los armeros. Es muy difícil. Muy difícil pero torres más grandes han caído.
¡A por el Barça y Aúpa Athletic!

¡Vaya arbitrajes sufre el Athletic!

Ya llevo quejándome tiempo del tema. De hecho uno de mis anteriores comentarios lo acabé, diciendo que esperaba que el árbitro pasase desapercibido, que fuese imparcial.

Da la sensación que se ríen de ti (Foto: El desmarque Bizkaia)
Da la sensación que se ríen de ti (Foto: El desmarque Bizkaia)
Pues nada más lejos de la realidad. Los dos últimos arbitrajes que hemos recibido han sido calamitosos. Para empezar, contra el Sevilla fue Prieto Iglesias el que nos puso las cosas imposibles. De hecho el Comité de Competición le ha dado la razón al Athletic en uno de los errores importantes del colegiado, al quitarle la tarjeta amarilla a Laporte, dejando claro que no fue penalti el pitado. Es decir, que el segundo gol no debería haber subido al marcador. Laporte sin tarjeta pero el equipo se queda con ese marcador. Sobre el penalti a Aduriz nada que decir… Casualidad, el que sí fue penalti, el árbitro no lo vio. Y el que no existió, se lo inventó. Esto son las paradojas de la vida.
En Castellón no hubo problemas de penaltis ni jugadas dudosas. El problema en Villarreal fue que Velasco Carballo, vio y no vio lo que le dio la gana. Ni él ni sus linieres ni el cuarto árbitro. Se ve que ejerzo de adivina pero vistos los partidos de Bailly este año contra el Athletic ya avisé que había que tener cuidado con él. La verdad es que tampoco me voy a dar ningún mérito por adiviarlo, simplemente era una evidencia. En el partido de Liga a Kike Sola le dio hasta en el carnet de identidad. El miércoles pasado en Copa hizo lo mismo con Aduriz y con todo el que se acercaba a su zona (como pudo comprobar también Beñat). Y esta semana las jugadas que ha tenido con Aduriz son de auténtica vergüenza. Le tenían que haber expulsado dos veces. En la primera jugada en un salto le da un codazo en la cabeza, ya de por sí merecedor de tarjeta amarilla, que no la vio. Le debió parecer poco al marfileño porque al quedarse Aritz dolorido en el suelo le pisó. Vamos roja directa. Ah, y para coronar el despropósito de la jugada, aparte de no sacar ninguna tarjeta a Bailly, la tarjeta se la llevó nuestro delantero centro por protestar.
Y si eso no fuera suficiente, el mismo jugador, Bailly, en una disputa por alto, le clavó la rodilla otra vez a Aritz en la espalda. Aquí sí se llevó la amarilla, pero la jugada igual era incluso de roja. Un fenómeno el marfileño. Tampoco Eraso se libró de su entrada.
Así mismo, Soldado en otra jugada sin venir a cuento le pega por la espalda a Etxeita un golpe sin balón ni nada. Por supuesto sin consecuencias. Etxeita se dio la vuelta y le miró alucinado, como nos quedamos todos, alucinados. Excepto Velasco Carballo que por supuesto no vio nada. Velasco Carballo no vio nada. Los linieres tampoco y el cuarto árbitro tampoco. Curiosamente el cuarto árbitro hace poco nos dejó con un jugador menos cuando se chivó que San José se había revuelto para empujar a un jugador que le había dado una patada por detrás… pero que casualmente esa patada no vio nadie porque le sacaron una roja a Mikel, el contrario se fue tan pichi y solucionado el problema. ¿Por qué tenemos tan mala suerte? ¿O no es cuestión de suerte?
Y ahora voy a lo importante. ¿El Athletic hace algo ante estos continuos atropellos? Ya sabemos que el Comité no va a rearbitrar si no se le pide, pero… ahí debería entrar el Athletic. Primero solicitando que a Aritz se le quite la tarjeta. E incluso voy más lejos. Yo denunciaba a Bailly, enviando las imágenes de las entradas y que el Comité haga lo que deba. Ya está bien la tomadura de pelo. Nuestra Junta directiva algo tiene que hacer. En un programa de radio le he oído a Iturralde González que eso no lo hacen los clubs para curarse en salud y que luego no les ocurra a ellos. Pero lo que está claro es que si los clubs denunciasen, los jugadores se cuidarían muy mucho de hacer ese tipo de cosas tan a menudo porque con la cantidad de cámaras que hay ahora se les pilla siempre. ¿Por qué no les interesa a los clubs? No lo entiendo.
Todo esto lo uno a que el domingo vamos a Barcelona, donde se están quejando amargamente por las entradas que le hicieron ayer a Messi. Entradas todas repetidas mil veces en la tele y para mí entradas normales, de tarjeta amarilla y tarjeta tuvieron. Eso sí nada o poco dicen de los dos pisotones de Alves y Mascherano, que debieron ser fortuitos ambos (¡JA!). También se habla de la de Caicedo sobre Ter Stegen. Para mí tres rojas como tres casas, pero… Lo de los arbitrajes es un desastre. Allí el artista fue Fernández Borbalán. Por cierto, Televisión Española no tenía imágenes de las entradas de Bailly. ¡Qué casualidad! De verdad, que todo me parece una vergüenza. Mientras, por las entradas a Messi, el Barça se pasará los cuatro días llorando hasta que lleguemos nosotros el domingo, los siguientes primos y hasta por tirar a saque de banda nos sacarán tarjeta. Encima con Mateu Lahoz. Así que lo tengo muy claro, el domingo hacía rotaciones y dejaba a los jugadores que quiero que estén frescos para la Copa el miércoles, sin jugar. Total, va a dar lo mismo lo que hagamos, seguro que nos la lían de alguna manera, porque en Barcelona nos ha pasado de todo. Las cosas más rocambolescas. Os recuerdo algunas. Iraizoz hizo un penalti con el labio a Henry. Sí sí. ¿A que os acordáis de la patada que dio el francés en la cara a Gorka y fue sancionado con penalti? Otra el puñetazo de Rivaldo a Mari Lacruz, con por supuesto tarjeta para nuestro jugador. Salivazo de Eto’o a Expósito. Agresión de Valdés a Toquero,… Y no me invento nada, por si no me creeis he encontrado en Youtube un vídeo con la voz del gran Jose Iragorri, que introduzco, en el que nos dice lo que pensamos todos: «Vamos allí, nos ganan, encima nos dan de leches y volvemos nosotros con algún jugador expulsado». Así que, ¡Cuidado Athletic!
Salga con quien salga Txingurri (mejor los suplentes): ¡Aúpa Athletic y a por el Barcelona!

Feliz día de Reyes en la Catedral

La entrada del año en la Copa contra el Villarreal casi se nos atraganta, como el primer partido de Liga contra la Unión Deportiva Las Palmas. Pero curiosamente, contra el equipo que más calidad tiene, fuimos capaces de dar la vuelta al marcador, algo que no ocurría en Copa desde hace más de cien años (remontar un 0 – 2).

Muy bien Iñigo Lekue (Foto:    Juan Lazkano y Borja Guerrero)
Muy bien Iñigo Lekue (Foto: Juan Lazkano y Borja Guerrero)
Estos dos partidos han sido muy distintos y por supuesto me quedo con el último. Contra Las Palmas, el perfecto toque de balón de los isleños hizo que el Athletic cayese en una especie de letargo que propició los dos empates que consiguieron hasta dejar el marcador en el definitivo 2- 2. Me gustaron mucho. No se despeinaron en todo el partido a pesar de ir siempre por detrás en el marcador, siguieron a lo suyo esperando su oportunidad, tocando y tocando. El Athletic acabó cayendo de maduro ante su buen manejeno de balón, pero no me parecieron muy peligrosos… Curioso… porque nos metieron dos goles… Pero si se les hace regalos como el de De Marcos… lo aprovechan, claro. Empate y para las islas como locos de contentos. Nosotros con cara de tontos porque de nuevo retrasamos el acercarnos a los puestos de Champions.
Por su parte, en la Copa, el submarino amarillo, me pareció un equipo peligrosísimo. De hecho, en el primer tiempo los dos únicas llegadas al área que tuvieron las convirtieron en gol. En ese momento todos pensamos e incluso verbalizamos eso de: Agur Copa. ¡Qué poca fe en nuestros leones! Y efectivamente, fueron más leones que nunca. El resultado del primer tiempo no refleja lo que se vio en el campo. El Athletic tuvo más llegada pero no consiguió transformar las oportunidades. Un Villarreal súper serio no nos dejó hacer más y en dos arrancadas consiguió dos goles. ¡Qué peligrosos y rápidos son! En el segundo tiempo los rojiblancos siguieron a lo suyo, a lo que habían hecho en el primer tiempo pero en este caso el acierto de Williams, sí que consiguió esquivar al portero para que el balón fuese a la red. A partir de ahí, a asediar al rival, entrando también en el campo Aduriz, que consiguió el segundo gol, tras la segunda conexión con Iñaki. El tercero fue obra de Aymeric a pase de Beñat, otro de los destacados del partido (era su segunda asistencia). No me olvido que el Athletic jugó con algún cachorrillo en sus filas. No lo digo por Williams que parece que ya de cachorro no tiene nada. ¡Qué fuerza y garra tiene! Lo digo por Lekue, al que aunque le hemos visto poco, no me canso. Incluso no jugando en su sitio lo hizo muy bien. Se le ve la calidad en cantidad de detalles. Él, al acabar el partido, dijo que no le importa el lugar en el que le coloque Valverde. Yo que no tengo nada que perder, le voy a pedir al entrenador que lo coloque en su sitio, porque siempre rendirá más, que a pierna cambiada. Hace dos semanas le vi con el Bilbao Athletic contra el Lugo, de extreño derecho y me pareció uno de los mejores del partido, incluyendo un gol precioso. Ya se vio contra el Villarreal que no le cuesta tirar a puerta, en este caso, una volea muy difícil que salió por poco. Iñigo está pidiendo minutos a gritos.
El Athletic tuvo una última oportunidad antes de acabar el partido, también de Laporte, pero no pudo ser. Y así acabó la remontada, dejando el marcador en un 3 – 2, que es un resultado más ajustado a lo que vimos y que nos permite ir con esperanzas a Castellón, aunque ya sabemos que va a ser muy difícil, no sólo porque sea un campo que se nos da fatal, sino por el momento de forma de los amarillos. A ver si nuestros chicos están tan puestos como el segundo tiempo de La Catedral y nos dan otro alegrón. El miércoles la respuesta. Por cierto, el árbitro designado es Mateu Lahoz… Miedo me da, porque el defensa Bailly ya repartió estopa a más no poder y sin una sola tarjeta amarilla (fijaos en el gol de Williams cómo dejó a Beñat, por el suelo, después de que el rojiblanco diera su perfecto pase a Iñaki)… Bailly es el típico jugador que siempre «pilla cacho», y con Mateu y su «sigan sigan» no sé lo que puede pasar.
Pero… por medio y antes, tenemos mañana mismo que enfrentarnos al Sevilla, otro equipo en forma, y en el Pizjuán, una plaza que tampoco se nos da nada bien. Muy difícil, pero si queremos seguir en puestos europeos… ¡A por ellos y Aúpa Athletic!

Los colchoneros otra vez ganan al Athletic

Desesperante que volviesemos con las manos vacías del Calderón, aún sin merecerlo pero… las cosas son así.

No pudo ser (Foto: Pablo Viñas)
No pudo ser (Foto: Pablo Viñas)
El Athletic jugó el mejor partido en muchos años contra el Atlético de Madrid, una de nuestras bestias negras, desde la final de Bucarest, de infausto recuerdo. El mejor partido. Se compitió desde el minuto uno al noventa y en muchas fases siendo superior a ellos. No sólo tuteándoles sino que incluso jugando mejor. A pesar de ello, por tres matices pequeños, pero que no insignificantes, volvemos otra vez con cara de tontos, aunque orgullosos por cómo se desarrolló el partido.
Empiezo por el primer detalle, el que más me enfada, porque es el de la participación del árbitro, tomándose un protagonimo que no le competía, pero… para eso están los árbitros, en nuestro caso… para… pues eso… Por supuesto, me refiero a que el gol del empate de ellos no debería haber subido al marcador, por lo menos en ese momento porque el primer tiempo ya estaba acabado. El trencilla dio un minuto de prolongación y ya ese minuto se había sobrepasado. El córner se sacó después del minuto 46. Su reloj es igual que el de todos. Si das un minuto más, es sólo un minuto. Sino, prolonga dos. Fue una faena que encima después ni nuestros defensas ni Iraizoz estuviesen inspirados. Al contrario. Estuvieron fatal. Ir al vestuario con cero a uno hubiese sido otra cosa.
Segundo detalle: la lesión de Iturraspe se notó mucho. Estaba haciendo un muy buen partido junto con Beñat, también a gran nivel. La salida de Rico hizo perder control en el centro del campo. Estuvo fallón, y encima no despejó como debía en el borde del área, haciendo un enorme favor a Griezmann, dejándole el típico balón que desean todos los jugadores… para completar el desastre. El francés, todo hay que decirlo, metió un golazo, imparable para Gorka y para cualquiera.
El Atlético de Madrid no hizo más. Bueno sí. Un buen puñado de faltas que como siempre son sancionadas con distinto criterio que las que comenten nuestros jugadores, con respecto a las tarjetas. Supongo que todos estaréis hartos de que nuestras faltas sean tarjetas y las de los contrarios, siendo iguales o mucho peores, casi nunca conlleven cartulina. Misterios, como que Giménez acabe sin cartulina cuando hizo cantidad de faltas por detrás. Faltas o léase patadas. Pero… Así es el Villarato… no hace más que favorecernos… ¡Ah… No…! ¡que es al revés! Bueno algún día ya me lo explicará alguna mente preclara porque yo desde luego no lo entiendo.
Un tercer punto que contribuyó al resultado, fue que Raúl García estuviese tan igualmente fallón y menos intenso que en los otros partidos que había jugado hasta ahora. No hay más que ver la repetición de la jugada en la que rechaza el portero la ocasión clara de Aduriz. El balón llega al borde del área donde están un defensor atlético, no me acuerdo quién es, y Raúl. Y no pasó nada… Una pena, pero… También me parece humano. Son muchos años allí, muchos amigos y no consiguió jugar como lo hace siempre. Yo le hubiese sustituido. Pero repito, que lo que le ocurrió me parece muy humano y lógico.
Para acabar, decir que nos quedaremos con que el equipo compitió, tuteó y en momentos, fue superior a los colchoneros, y así pensaremos que la próxima vez les ganamos seguro. A la vuelta lo comprobaremos.
Ahora de momento, mañana nos llega el Linense en la Copa. ¡A por ellos y aúpa Athletic!

Undiano Mallenco, el peor

Siempre se dice que los aficionados tenemos ojeriza a los árbitros y que descargamos todas nuestras fobias contra ellos, hagan lo que hagan. No sé si esta frase es verdad o no. Quizá alguno sí que lo haga, pero en el caso que nos ocupa el tema es precisamente al revés. Este colegiado, me atrevo a decir sin pensar que me confundo ni un poquito, se la tiene jurada al Athletic. No sé el motivo, ni idea, pero sus actuaciones contra nuestro equipo no es que sean malas, es que son horrorosas. Algunos árbitros son malos, y da igual lo que piten, se confunden muchísimo pero indistintamente favoreciendo o perjudicando a cualquiera de los dos equipos, precisamente por el hecho de que son malos. No lo hacen a propósito. Sencillamente, no saben hacerlo mejor y fallan más que una escopeta de feria.

Undiano... ¿peroquete hemos hecho? (Foto: Athletic Club)
Undiano… ¿pero qué te hemos hecho? (Foto: Athletic Club)
Undiano no. No es de ese tipo de árbitros. Sus errores, muchos, son premeditados y pensados. Y esto no lo digo por un simple partido. No me estoy refiriendo a este último que nos ha arbitrado, que no ha sido de los peores. Hago el comentario teniendo en cuenta que cada vez que nos ha pillado por banda nos ha armado alguna gorda.
Para corroborar esto que digo no hay mas que poner las estadísticas que tiene con nosotros. Nos ha arbitrado la friolera de 32 partidos. De ellos solo hemos ganado 6, hemos empatado 10 y hemos perdido 16. Una estadística casi imposible. Y no es casualidad. El domingo en San Mamés el equipo consiguió ganar, pero por el camino, como siempre nos pasa con él, tuvo que soportar sus continuos errores y cambios de criterio según quien sea el que hace algo. El solito se dejó escapar el partido y posibilitó que se diese una tangana, por su incapacidad de cortar el juego sucio, con alguna otra tarjeta más. Estaba claro que el Espanyol venía con la lección aprendida y sabía que el organizador principal de nuestro juego era Beñat. Le pusieron un perro de presa encima y todas las jugadas, acababan con nuestro medio centro en el suelo, siempre, siempre después de haber pasado el balón. Los jugadores periquitos llegaban tarde, y cometían falta de todas todas. A pesar de la reiteración pocas o casi ninguna se saldaron con tarjeta. Eso propició que los jugadores del Athletic acabasen hasta el gorro puesto que veían que había barra libre, según el criterio del de amarillo. Nuestro amigo estaba favoreciendo el juego marrullero de los catalanes que lo único que hacían era cortar y vuelta a cortar el juego. Por supuesto, el público cada vez más enfadado, porque encima vio que las faltas de sus jugadores sí que eran tarjetas. Y no discuto esas tarjetas que nos sacó, porque bien sacadas estuvieron todas… Pero mi queja es … y a ellos… ¿por qué no? Si esto fuese poco, encima, estando cerquísima de la jugada, no pitó un penalti claro a Sabin Merino en el primer tiempo, cuando por detrás le arrollaron, y le mandaron al suelo, cerca de la línea de corner.
Además de esto, otra de sus características es que tiene la capacidad de desquiciar a unos y a otros, porque en un momento determinado se pone súper serio y súper estricto con un jugador, y como el domingo, va corriendo hacia él,… y … le obliga con gestos exagerados…, que en un saque de esquina tire hacia atrás el balón ¡MEDIO MILIMETRO! Jugada fundamental donde las haya… ¡MEDIO MILIMETRO hacia atras el balón! Incluso me atrevería a decir que el balón estaba perfecto, pero… es que le dan estas venadas. Increíble, pero cierto. Supongo que todos los que visteis el partido sabéis a qué jugada me refiero. Respuesta del público: más bronca y más gritos… y eso que al jugador que le mandó tirar hacia atrás el balón era del Espanyol.
Y así uno y otro partido. En nuestro caso nada menos que 32. Y lo peor de todo es que sabemos que nos volverá a arbitrar y volverá a ser igual de desastroso, porque este árbitro no es de los que he mencionado arriba que son malos. El problema de este árbitro es que es malvado. Malo no. Malvado, sí. Malvado, porque lo hace a propósito. Así que a rezar todos para que nos toque lo menos posible.
Y para no acabar con mal sabor de boca, cambio de tema radical y sólo decir que qué maravilla de goles los dos del otro día. El de Raúl García por la dificultad del remate de cabeza cayéndose y entre dos defensores, y haciendo un escorzo complicadísimo; y el de Williams… buf… no tengo ni palabras. ¡Qué preciosidad! Hace muchísimo tiempo que no veía nada igual. Ya no digo en La Catedral, sino en cualquier campo. ¡Qué pasada de gol! De esto último sí es bonito hablar y no de lo anterior, que es una pena, pero que también hay que denunciarlo.
¡Aupa Athletic y a seguir así!