El equipo necesitaba un partido así, no tanto para reivindicarse, como para adquirir la suficiente moral de cara al importantísimo partido del jueves, de Europa League.

Bigoleador, Sancet (Foto: Oskar González)
Golear al Rayo, 3 a 1, aunque haya sido sufriendo, nos da un triunfo vital. Ernesto hizo lo que tenía que hacer. Rotación casi completa, sacando un once, seguramente inédito está temporada, y con 9 cambios con respecto al partido del Rangers. 9, se dice pronto. Djaló jugaba de titular dos meses después de su última aparición. Adama, Gorosabel, Paredes,… Lo que parecía más reconocible, además de Álex, que aunque no es titular sobre el papel, como decía un profesor mío de la Uni, «como si lo seriese», eran, en la sala de máquinas, Prados y Jaure. Este último que está jugándolo casi todo, y que ayer se metió entre pecho y espalda los 101 minutos completitos. Y a un nivel altísimo. De hecho, para mí, fue el mejor jugador del partido. Se mata a correr, y es listo, anticipándose y cortando muchísimos balones, entre ellos, el del descuento definitivo, que pasó a Maroan, para que está asistiese a Oihan, para que firmase el gol 5.000 del Athletic, con un golpeó perfecto, que el portero del Rayo no pudo más que seguir con la mirada (sólo le falto aplaudir). Golazo. Pero estaba hablando de Jaure, y el nivel al que está jugando. Esperemos que hasta el jueves tenga el suficiente tiempo para descansar, porque desde luego es uno de los titulares.

Partidazo el suyo (Foto: Pankra Nieto)
El primer y el segundo tiempo han sido totalmente distintos. En el primero, ha dominado el Rayo, lo cual no ha sorprendido porque es un equipo que juega muy bien, valiente, y que no sale a esperar a los rivales. Para el primer minuto ya tuvieron una ocasión clara, que se escapó por poco. Sus acercamientos a donde Unai eran más peligrosos que los nuestros. Hasta que llegó esa jugada, de las que me desesperan, no por la jugada en sí, sino por el arbitraje, con la ayuda del VAR y el criterio. El delantero remata y el balón sale fuera, pero Vivian, le da con los tacos, posteriormente. El VAR avisa y penalti. No tendría ningún inconveniente de que fuese penalti, si la semana anterior, en el partido contra Osasuna, hubiesen pitado igual, por el pisotón que le meten a Unai Gómez, después de chutar. Pero no. Ese día no tocaba. Ese día, eso no fue penalti. Mala suerte la nuestra, que ayer sí fue. No hay derecho a que esto funcione así, es una vergüenza que cada árbitro tenga su criterio propio y que los jugadores no puedan saber por donde les da el aire. En el segundo tiempo, también hay una mano clamorosa del Rayo en su área. ¿Penalti? Vaya usted a saber, pero no lo pitaron. Unai, detuvo el penalti si pitado, pero el rechace lo marcó Pathé Ciss. ¡Qué faena! Djaló lo intentaba, como Álex también, pero a Guru no le llegaban balones. Eso sí, el equipo desgastó al Rayo, para que en el segundo tiempo, con los cambios se notase la diferencia.
Asi fue. Salieron en el 45, Maroan y Sancet. Y se notó. Lo que hace sufrir a los defensas Sannadi, no está escrito. Le tienen que tener agarrado todo el rato y es desesperante las pocas faltas a favor, que le pitan. De hecho, el clamoroso penalti que le hacen, el árbitro no lo vio. Le avisó el VAR, y no tuvo más remedio que pitarlo. Sancet se encargó de engañar al portero y clavarlo en la red, en el minuto 58. Empezaba la remontada. Salían al terreno de juego, inmediatamente, en el 59, Iñaki y Galarreta, por Djaló y Prados. Y ya el Rayo más comedido, o más maniatado, no daba tanto miedo. El equipo siguió a lo suyo, mirando hacia arriba, con mil dejadas de pecho, a sus compañeros de Maroan y con los giros de Sancet. En el 73 salió Nico, el titular que faltaba, y para el 80 ya metió el gol de la voltereta en el marcador. 2 a 1, gol de bandera, con la zurda y por la escuadra. El mazazo fue importante para los de Íñigo Pérez. Lo siguieron intentando, pero sin fortuna. Hasta que en el descuento, con el gol ya mencionado, se imponía el equipo por un 3 a 1, que nos demuestra que la sequía goleadora era un mal momento, pero que seguimos ahí, en las peleas. Tanto por la Europa League, como Champions. El Villarreal sigue acechando, ayer ganando al Betis, acercándose a nosotros. Pero nuestro resultado hace que sigan a la misma distancia, aunque con un partido menos. De este modo, y como ya he dicho, con equipo suplente, se desgasta al Rayo, para que luego, sacando a cinco de los titulares, les des la puntilla. De paso, no desgastamos físicamente tanto a los titulares (salvo a Jaure). Y ahora, a tope de moral, a por el Rangers. El cual, por cierto, ha jugado este fin de semana con una rotación también masiva, de 9 jugadores. Solo repitieron el portero Kelly y Pröpper (el que expulsaron en el partido de ida). También fue expulsado un jugador, en el minuto 40, y consiguieron empatar a dos en el descuento. Habrá que emplearse a fondo el jueves, eso sí a tope de moral, pero con cero confianzas, porque en Europa, cualquiera te puede pintar la cara, sobre todo si tienes un mal día. Habrá que evitar esto último y salir a por todas, sabiendo que jugamos además en casa. La Catedral tiene que ser fundamental. Hay que seguir soñando. ¡A por ellos! Y…
¡Aúpa Athletic!