El titular de ‘Diario Crítico’ es demoledor: “Un grupo de militantes socialistas irrumpe en la sede de Ferraz y llegan a las manos”. Esas son las consecuencias, no solo de la decisión de Pedro Sánchez de destituir a Tomás Gómez, sino de un proceso absolutamente cainita y en público. Porque fuimos muchos los que asistimos atónitos a las luchas intestinas en Twitter de los afiliados del PSOE en Madrid, y que ahora esperamos auténticas escabechinas.
Cobraron en “B” del PP
Ya conocemos hasta el detalle: “Dos peritos de la Agencia Tributaria han ratificado ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que las obras en la sede del Partido Popular, que se llevaron a cabo entre los años 2005 y 2011, se pagaron con 1,71 millones de euros en negro”, según ‘Estrella Digital’. El menoscabo a la hacienda que habría cometido el cobrador de esa cantidad es de más de 120.000, “límite establecido por el Código Penal para el delito fiscal”.
Y en Podemos, más de lo mismo
Podemos no solo copia estructuras (verticales) y problemas (de algunos de sus miembros con hacienda) de los partidos que ellos mismos consideran “casta” o, más recientemente, “mafia”. Podemos ha copiado, en pocos meses, hasta los vicios adquiridos durante décadas. La lucha por el poder territorial (que se visibiliza en Madrid tanto por parte del PSOE como del PP) está llevando a Pablo Iglesias por la calle de la amargura: Castilla-León, Andalucía, Madrid y hasta Catalunya (demanda judicial incluida) son los peores conflictos por el poder que está viviendo.
Los cobardes de Internet
Celebro ampliamente encontrar cada vez con más frecuencia quejas airadas sobre el uso que hacen algunos de las redes sociales digitales. Entrar con un nombre falso, acusar gratuitamente e incluso insultar o amedrentar, con un único objetivo: cercenar la libertad de expresión de quien sí da la cara y sufre acusaciones gratuitas e insultos. Noelia López, especialista en motivación, les llama “cobardes” en su blog. Lo que echo de menos es que alguien se responsabilice del “empoderamiento” que vendió.
Teléfonos que se autodetruyen
La noticia me parece estupenda: los botones que permiten inutilizar los teléfonos a distancia podrían estar teniendo un impacto directo en la reducción del número de robos de smartphones, según ‘Gadgetmania’. Descensos de hasta el 40% (en Londres) coincidiendo con la implantación de esta tecnología no pueden ser casuales. El botón en sí, además, no destruye el software del terminal, sino que lo inutiliza hasta la inserción de un código que solo conoce su dueño.